Por qué la inflación es importante para los precios de los activos

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Autor: beckstei, flickr, creative commons

Existe mucha literatura académica que se centra en los mecanismos económicos que vinculan una inflación inesperada con los precios de los activos. Antes que nada, es esencial distinguir los choques de inflación temporales y permanentes (o más duraderos). Los precios de los activos, como la renta variable y la renta fija, son de larga duración y son más sensibles a los cambios en la percepción de la inflación a largo plazo.

Por ejemplo, la interrupción de un gasoducto durante un mes podría provocar un aumento temporal de los precios de la gasolina (y de la inflación). El impacto en los precios de los activos sería mínimo porque los participantes en el mercado esperan que los precios vuelvan a la normalidad en el mes siguiente.

Este ejemplo pone de manifiesto dos retos fundamentales a la hora de realizar investigaciones que relacionen las perturbaciones de la inflación con los precios de los activos: la separación de las perturbaciones permanentes y temporales y la identificación del horizonte de inflación más relevante.

Pero… ¿por qué la inflación es importante para los precios de los activos? En un estudio académico realizado por Henry Neville, Teun Draaisma, Ben Funnell, Campbell Harvey y Otto Van Hemert, de Man Group, publicado bajo el título Las mejores estrategias para tiempos inflacionistas, se explica.

Impacto en la renta fija

Los precios de los bonos del Tesoro se ven obviamente afectados por una inflación inesperada. Sus precios actuales reflejan un tipo de interés real esperado, una tasa de inflación esperada y una prima de riesgo. Si se produce un aumento no previsto de la inflación, la inflación esperada incluida en el rendimiento aumenta y el precio del bono suele caer. Si el nuevo nivel de inflación esperada es permanente, los bonos de mayor duración serán más sensibles que los de menor duración.

De hecho, con los bonos conocemos exactamente el horizonte de inflación que es relevante dado el vencimiento fijo del bono. Un cambio en la incertidumbre sobre las tasas de inflación también puede afectar a la prima de riesgo.

Impacto en la renta variable

La renta variable es más complicada, y hay varias formas en las que el aumento de la inflación puede afectar a los precios de las acciones.

En primer lugar, una inflación más alta y volátil crea más incertidumbre económica. Perjudica así la capacidad de las empresas para planificar, invertir, crecer y realizar contratos a largo plazo. Además, aunque las empresas con poder de mercado pueden aumentar los precios de su producción para mitigar el impacto de una inflación sorpresa, muchas solo pueden repercutir parcialmente el aumento del coste de las materias primas. Por tanto, los márgenes se reducen.

En segundo lugar, una inflación inesperada puede ir asociada a una futura debilidad económica. Aunque un sobrecalentamiento puede hacer que los ingresos de las empresas aumenten a corto plazo, si a la inflación le sigue la debilidad económica, esto disminuirá los flujos de caja futuros previstos.

Implicaciones fiscales

En tercer lugar, existe una implicación fiscal para las empresas con elevados gastos de capital. Dado que la depreciación se calcula sobre la base del coste histórico del activo (no ajustado a la variación del IPC), en un entorno de inflación elevada y creciente, el gasto reconocido será artificialmente bajo. Como la depreciación se resta de los ingresos al calcular la cuota tributaria, ésta será artificialmente alta en el espacio real. Por supuesto, muchas empresas actuales dependen en gran medida del capital intangible y son relativamente inmunes a este efecto.

En cuarto lugar, una inflación inesperada podría servir para aumentar las primas de riesgo (aumentar los tipos de descuento), reduciendo los precios de las acciones.

Por último, al igual que los mercados de renta fija, las acciones de alta duración (en particular, las acciones de crecimiento que prometen dividendos a largo plazo) son especialmente sensibles al aumento de los tipos de descuento resultante de los cambios en la percepción de la inflación a largo plazo.