Por qué los ETF se han convertido en una herramienta indispensable para los inversores institucionales

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No cabe duda de que los ETF se han ganado un puesto fijo en las carteras de los inversores. En Estados Unidos, el mercado más amplio y profundo del mundo, los fondos cotizados ya rozan el 20% de los activos totales, tras registrar en los últimos diez años una tasa media de crecimiento orgánico del 16,5%, frente al 2% de los fondos de gestión activa, según datos de Morningstar.

Aunque la adopción de estos instrumentos ha sido más lenta en Europa, las claras ventajas que ofrecen, no solo en términos de costes, los han convertido en una herramienta indispensable de la gestión profesional. “Como gestor de fondos de fondos, los ETF son otra herramienta más: tengo los fondos indexados, tengo los ETF y tengo los fondos de gestión activa, donde buscamos algo más de alfa. Los ETF te permiten tener acceso rápido a un mercado y de una forma muy eficiente. Así puedes comprar la beta del mercado y luego darle los sesgos que quieras a través de posiciones en directo”, explica Francisco Simón, gestor de soluciones de inversión en Santander Asset Management, durante el primero de los desayunos sobre ETF organizados por Funds People y patrocinados por UBS ETF, centrado en esta ocasión en analizar el uso y las perspectivas de crecimiento de esta herramienta.

Satélite vs. core

Uno de los muchos mitos que rodean la inversión con ETF se refiere al tipo de estrategias en las que encajan estos productos. Sin embargo, “no se deberían encasillar como core o como satélite”, asegura Luis González, selector de fondos de renta variable y responsable de análisis cualitativo de ETF en BBVA Asset Management (Quality Funds), para quien “los ETF pueden tener cabida en ambas estrategias. En core, uno de sus usos puede ser para obtener exposición estructural en una clase de activo o categoría en la que el ETF obtenga mejores resultados que la gestión activa, después de comisiones. Y, en la parte satélite, pueden usarse para tener exposición a determinados segmentos de mercado como sectores, temáticos o tramos de curva”.

Pedro Martínez, director de gestión pasiva y estructurados en CaixaBank Asset Management, coincide en que la utilización de ETF es muy amplia, “si bien es cierto que, desde que se lanzara el primer ETF en 1993, la evolución del mercado ha ido de los mercados nicho, donde el acceso directo era más complicado, hacia una exposición generalizada como activo core”.

Un cambio de tendencia, de satélite a core, que se ve claramente reflejado en los flujos. “Los flujos, y otros indicadores como encuestas y análisis de mercado, evidencian que los ETF se usaban inicialmente de una forma satélite y que poco a poco han pasado a ser una parte fundamental del asset allocation core de los clientes”, señala Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal. “Hace unos cuatro o cinco años que los flujos muestran ese cambio de tendencia en Europa, y en Estados Unidos desde hace un poco más”.

Eficiencia y rapidez

“En los mercados más eficientes tiene mucho sentido utilizar ETF”, continúa Pedro Martínez, “porque en estos mercados resulta muy difícil generar alfa de forma consistente y hay muy pocos gestores activos que lo consigan en un plazo largo. Por eso tiene más sentido hacerlo a través de un producto que sea eficiente en costes y que replica al índice perfectamente”.

Otra ventaja que les ve Francisco Simón es que “el ETF cotiza en el mercado, lo estás viendo y puedes entrar y salir de una forma rápida, mientras que los fondos tardan dos días en liquidar la posición”.

“Nosotros también los utilizamos en función de si la estrategia es a largo plazo o a corto plazo”, apunta César Gil, gestor de carteras sénior en Bankia Fondos. “Cuando hacemos inversiones no estructurales solemos hacerlo a través de ETF, donde el TER importa un poquito menos si va a ser en momentos puntuales. En ese sentido, los ETF son bastante valiosos. Y además, están los nichos de mercado, porque hay ETF que hacen estrategias cada vez más especializadas y con unos diseños muy interesantes que empiezan a dar valor añadido a la cartera”.

Por eso, aunque reconoce que “en un mercado global, que es el que a nosotros nos atañe, se pueden encontrar todavía gestores activos que son capaces de aportar alfa como norma general, los ETF nos parecen muy útiles para complementar las carteras”.

Pie de foto, de izquierda a derecha: Pedro Martínez, director de gestión pasiva y estructurados en CaixaBank Asset Management; Luis González, selector de fondos de renta variable y responsable de análisis cualitativo de ETF en BBVA Asset Management (Quality Funds); Pedro Coelho, director de UBS ETF para España y Portugal; Francisco Simón, gestor de soluciones de inversión en Santander Asset Management, y César Gil, gestor de carteras sénior en Bankia Fondos.