¿Por qué los mercados no responden bien esta vez a las acciones de los bancos centrales?

caida-pesimismo
Josep Castells on Unsplash

Hacía tiempo que no se veía una acción coordinada de los bancos centrales para hacer frente a una crisis sistémica…hasta este domingo. Ayer, al tiempo que la Fed anunciaba que bajaba los tipos hasta niveles del 0%, se coordinaba también con otros bancos centrales (Banco de Canadá, Banco de Inglaterra, Banco de Japón, BCE y el Banco Nacional Suizo) para potenciar la provisión de liquidez vía líneas de swaps en dólar americano.

La idea de una coordinación de los bancos centrales para dar facilidades de liquidez al sistema funcionó muy bien en el pasado tras el estallido de las crisis de las subprime y de la quiebra de Lehman Brothers, pero esta vez no ha sido así. De hecho, los principales índices europeos han despedido la sesión del lunes con caídas que van del 8,3% del Ibex al 4,57% del FTSE 100 a pesar del endurecimiento de las medidas aprobadas por ESMA a la hora de comunicar las posiciones cortas. Y la situación en EEUU no es mucho mejor ya que a media sesión los principales selectivos de Wall Street se dejan más de un 7% en otra sesión de infarto. Por no mencionar el hecho de que el Brent ya cotiza por debajo de los 30 dólares el barril y que el oro, histórico activo de refugio, también registra caídas que alcanzan el 3%.

Pero, ¿qué ha cambiado en estos doce años para que ahora no los mercados no reaccionen con alegría a las nuevas inyecciones de liquidez en el sistema como sí hicieron en el pasado? Lo primero es la naturaleza de esta crisis en comparación con la que se vivió tras la quiebra de Lehman.

“El problema radica en la extrema dificultad que están teniendo los gestores de activos para navegar una situación tan cambiante. Y es que esta situación no es la propia de un problema financiero de los conocidos sino que, como ya hemos señalado alguna vez, se asemeja mucho más a las “causas de fuerza mayor”: terremotos, inundaciones y… pandemias. Por eso, la manera de gestionarla, si se enfoca como un problema puramente financiero, nunca será la adecuada”, afirmaba en su newsletter matinal el economista Juan Ignacio Crespo. No en vano, según recuerda Paul Moran, profesor del Master in International Finance del IEB “la crisis financiera de 2008 tuvo tres fases viciosas que comenzaron con hogares insolventes, luego con bancos ilíquidos y, finalmente, con ajustes fiscales por parte de los principales gobiernos del mundo. La crisis de Coronavirus es una crisis global, también con tres fases; contención, demora y mitigación”.

Es decir, las medidas que se tomaron para frenar una crisis financiera como la de hace 12 años funcionaron porque el problema estaba muy focalizado en un sector, el financiero, pero son insuficientes para atajar un problema que, además de ser global, implica a todos y cada uno de los sectores económicos, además de tratarse de un problema de salud global. De ahí que entre los comentarios que han ido mandando las gestoras de fondos para valorar primero las medidas de la Fed y luego, la acción coordinada anunciada el domingo por parte de los grandes bancos centrales se coincida en la necesidad de que exista una política fiscal por parte de los gobiernos para paliar los devastadores efectos económicos que generará la crisis del Covid 19.

De la coordinación monetaria a la fiscal

“Los países europeos están anunciando planes de estímulos significativos  que deberían comprar tiempo mientras la epidemia es contenidoUna vez esté contenida, se necesitarán medidas para estimular la demanda agregada de cara asegurar un rebote significativo del crecimiento”, afirman desde Amundi.

Al fin y al cabo, según explica Esty Dwek, economista jefe de Natixis IM, “La liquidez no es el problema, los bancos están llenos de liquidez. Las medidas fiscales son absolutamente necesarias. Ahora mismo el apoyo fiscal es lo que más se necesita. Los datos económicos de marzo serán pobres y el impacto continuará en abril”. De momento, los datos que se han conocido en este arranque de la semana han sido desoladores. El índice de Producción industrial de China cayó en febrero un 13.5% y las ventas minoristas lo hicieron en un 20%.

“Dadas las reacciones del mercado esta mañana, la respuesta fiscal (y monetaria) no ha sido aún lo suficientemente grande como para reducir el riesgo de forma creíble. Esperemos que se anuncien nuevas iniciativas más para hacer de esto un evento transitorio con respecto a la economía”, afirma Frank Haüsler, estratega jefe de Vontobel AM.

Y es que aunque se están tomando medidas fiscales a nivel país como las que han llevado a cabo países como Italia, Alemania o EEUU, se requiere una respuesta más coordinada.  “La realidad es que, más allá de cubrir las necesidades inmediatas de gasto sanitario, como han hecho los gobiernos de Italia y España, no hay que tener muchas esperanzas en la puesta en marcha de grandes paquetes de gasto público en Europa. Los grados de libertad son limitados en la mayoría de los países afectados, como ponen de manifiesto los elevados déficits públicos estructurales  y eso nos lleva a la eterna discusión entre el diseño de un marco adecuado de disciplina fiscal en Europa y la mutualización de riesgos; un debate que parece difícil que se vaya a cerrar en el muy corto plazo", afirma José Ramón Díez Guijarro desde el servicio de estudios de Bankia, al tiempo que recuerda que "la esperanza es que los avances en el proyecto de construcción europea se suelen producir a golpe de crisis”.  Habrá que ver si de la reunión del Eurogrupo sale o no algún avance en este sentido.