Por qué nos adentramos en un superciclo del crudo

Kyri Loupis. Foto cedida (GSAM)

No se equivoque. El fuerte repunte de los precios del crudo y de la energía no tienen su origen en la guerra Rusia-Ucrania. Lo cierto es que el mundo ya se encaminaba a un periodo alcista en las materias primas. Incluso antes de que estallase el conflicto el equipo de Goldman Sachs Global Investment Research estimaba un barril Brent por encima de los 100 dólares en la segunda mitad de año. La guerra, por supuesto, ha acelerado y acentuado la tendencia (tal es así que esas estimaciones se han actualizado a un rango superior), pero la realidad es que desde finales de 2020 ya se hablaba de un superciclo en las materias primas.

“La guerra en Ucrania solo ha subrayado los problemas que ya existían en el suministro y generado un ángulo geopolítico”, afirma Kyri Loupis, responsable del equipo de Infraestructura Energética y Renovables en Goldman Sachs AM y cogestor del fondo con Rating FundsPeople GS North America Energy & Energy Infrastructure Equity Portfolio. “Llevamos años debatiendo sobre el pico de la demanda en el crudo. Y lo cierto es que si repasamos las estimaciones año tras año veremos como ese pico en la demanda de petróleo sistemáticamente se ha ido posponiendo”, añade. La realidad de la transición energética probablemente tendrá más claroscuros. En opinión de Loupis, las renovables y los combustibles fósiles están destinados a convivir durante décadas.

¿Cómo se ha gestado entonces este super ciclo en las materias primas? Loupis detecta una serie de factores estructurales. En primer lugar, hay que ser conscientes de que venimos de años de infrainversión en la industria. Así, cuando la normalización de la economía generó un fuerte repunte de la demanda de materias como el crudo, esta se topó con una oferta comprometida.

La transformación del mercado americano

Y a diferencia del giro de 180º de la demanda, la oferta no se puede ajustar con la misma facilidad con la que abrimos un grifo. Porque un segundo punto importante es que las petroleras de hoy no son las mismas que las de hace una década. Ahora son productoras con una tremenda disciplina empresarial. Atrás han quedado los años de crecer, crecer, crecer del último ciclo del crudo. “En parte por el impulso de la ASG y en parte por la presión de los accionistas, pero ahora los productores de crudo se han convertido en máquinas de generar flujo de caja. Han transformado sus negocios”, cuenta Loupis.

“Incluso a los precios actuales del petróleo, los productores crean más valor para el accionista siendo disciplinados”, afirma. Y es lo que estamos viendo de las energéticas en general. El foco de las compañías está en subir el dividendo, recomprar acciones y seguir desapalancándose.

Así llegamos al cóctel perfecto. La previsión del experto es que la demanda de crudo, a niveles récord actualmente, persistirá. A su vez, Loupis nos recuerda muy bien la anterior crisis del crudo, allá por 2014-2015. Entonces hubo un exceso de oferta, lo que desplomó el precio del crudo, y aun así se tardaron años en normalizar. Ahora veremos el efecto contrario. Por mucho que las productoras quisieran impulsar su capacidad, tardarían años en que llegase al mercado.  “Esa noción de que esta presión en los precios es temporal es errónea”, sentencia.