Ben Lord, gestor de M&G Investments, analiza la evolución de las tasas general y subyacente de la inflación en EE.UU., Reino Unido y Europa en los últimos 18 meses y compara las tasas con lo que está poniendo en precio el mercado.
Después de años de inflación cero, el repunte del coste de la vida sigue siendo motivo de interés en los mercados. Para Ben Lord, gestor de M&G Investments, este debate necesita sin embargo ser revisado, y aporta algunos datos para poner en contexto si los inversores deben esperar más inflación en los próximos meses, y si la subida será recogida por la inflación subyacente o sólo por la tasa general.
La primera constatación del experto es que a partir de ahora el efecto base de la subida del petróleo debería empezar a diluirse, puesto que considera que “estamos en un punto en el que el pico máximo del precio del petróleo ya ha quedado atrás”. Lord recuerda que los mínimos de las principales referencias del crudo se produjeron hace ahora un año: el Brent (de referencia en Europa) se desplomó hasta los 34,25 dólares el barril el 20 de enero de 2016, mientras que el WTI (de referencia en EE.UU. tocó suelo en 26,21 dólares el 11 de febrero.
Con todo, el experto observa que “la tendencia alcista de la inflación continúa”, y aporta algunos datos al respecto. Por ejemplo, se fija en que el IPC estadounidense estaba en el 0% en septiembre de 2015; en julio de 2016 aún era inferior al 1%, y actualmente ya está en el 2,5%. En la eurozona, la tendencia es similar aunque parte de niveles más bajos: en mayo del año pasado la inflación aún era negativa, mientras que recientemente ha alcanzado el 1,8%. Igualmente, la tasa británica era negativa en octubre de 2015, inferior al 1% en octubre de 2016 y actualmente también se sitúa en el 1,8%.
En el caso concreto del Reino Unido, si bien el desplome de la libra ha contribuido a importar inflación al país, el experto indica que el último dato publicado del IPC – correspondiente al mes de enero- decepcionó las expectativas, al ser del 1,8% frente al 1,9% esperado. “La mayor parte de la sorpresa vino por los descuentos significativos en ropa y calzado. Las rebajas de enero, que han estado a la baja en los últimos años, se incrementaron significativamente este año y pilló al consenso fuera de juego”, explica Lord.
Aun así, el gestor matiza que la inflación de Reino Unido ha vuelto a cumplir el objetivo del Banco de Inglaterra, al menos en lo referente a la inflación general, que es la medida de referencia de la Oficina Nacional de Estadística y que la semana pasada alcanzó el 2%.
Protegerse de la inflación ya no sale barato
Ben Lord analiza los breakeven de inflación de EE.UU., Reino Unido y Europa, y llega a la conclusión de que los precios ya no son los que eran (ver gráfico). Empieza por EE.UU., donde la inflación es del 2% a lo largo de la curva por primera vez desde 2014. “Nos dice que el mercado de renta fija espera que la Fed consiga que el IPC llegue al 2% de media desde ahora en adelante”, explica Lord. Éste matiza no obstante que “aún es algo barato, porque la Fed ha puesto como objetivo para el coeficiente de deflación del PCE básico en el 2% y, en el largo plazo, para que alcance este nivel entonces el IPC debería estar cerca del 2,5%”.
En Reino Unido los breakeven de la inflación oscilan entre el 3,1% de la parte de la curva a cerca del 3,6% en la parte larga. “La recuperación desde los mínimos de principios de 2016 es tan destacable como el caso de EE.UU. De hecho, a menos que se asienten algunas conjeturas sobre el IPC, el mercado de Reino Unido está poniendo en precio que la inflación estará por encima de su objetivo para siempre”, explica Lord.
El experto indica que sí ve valor en los breakevens de corto plazo, debido a que perdurará por algún tiempo todavía se verán los efectos de base de la subida del petróleo y la caída de la libra. En cambio, realiza una advertencia sobre la parte larga de la curva: “Que el mercado vea que estos repuntes de la inflación sean permanentes están por ver y, en mi opinión, vuelve vulnerable a la parte larga de los breakevens”.
En el caso de Europa, si bien los breakevens también han recuperado fuerza, “se mantienen significativamente por debajo de lo que se está poniendo en precio sobre la consecución de la sostenibilidad del objetivo de inflación”. En este caso, Lord cree que “es una preocupación razonable” que la tasa de inflación general no sea capaz de mantenerse en niveles actuales una vez que se diluyan los efectos de base de la subida del petróleo.
Ésta es la clave para el gestor sobre lo que deben esperar los inversores de aquí en adelante: ¿volverá a caer la inflación cuando se diluya la subida del precio del petróleo, o el momento de la reflación será sostenible a lo largo del tiempo”. En todo caso, opina que en EE.UU. la respuesta se inclina más por la segunda opción, pero gracias a la mejoría del mercado laboral “y de los salarios en particular”. “Dadas las significativas diferencias entre la deuda de las familias de EE.UU. y las de Reino Unido, me parece que la Fed ya va por detrás de la curva y lo tendrá difícil para ponerse al día”, declara Lord.