¿Por qué son preferibles los bonos High Yield?

Los últimos datos confirman la recuperación de la economía global, lo que hace aún más atractivos a los activos de mayor riesgo como la renta variable y, en renta fija, los bonos de high yield. Dada la continuación de la recuperación cíclica, su sensibilidad a los tipos de interés y su elevada correlación con la renta variable global convierten a los bonos de high yield en la categoría más interesante.

Los bonos de High Yield tienen un mejor comportamiento apoyados por la recuperación cíclica

Los datos de crecimiento económico global, especialmente los de EEUU, Japón y Alemania, han reforzado las expectativas de una recuperación económica más general y sincronizada. Así pues, la tendencia actual hacia los activos de riesgo se mantiene.

Entre los activos de spread en renta fija, esto se ha traducido en un mejor rendimiento de los bonos Global High Yield (GHY) en lo que va de año frente a un peor comportamiento de los bonos con Grado de Inversión (IGC) en Euro y Deuda de Mercados Emergentes en Hard Currency (EMD HC). Como era de esperar, los bonos de Gobiernos de los países periféricos (EPT) también han tenido un buen comportamiento.

Con la recuperación económica global aún en marcha y el nerviosismo de ciertos inversores acerca del posible fin de la política de Quantitative Easing, será interesante comprobar la sensibilidad de las diferentes clases de activos de renta fija ante los previsibles cambios en los tipos de interés.

Los spreads tienen correlación negativa con las rentabilidades de los bonos de gobiernos

Generalmente y en la mayoría de los casos, en la última década los diferenciales de crédito han mostrado una correlación negativa con las rentabilidades de los bonos de gobiernos. Esto aplica para activos de Global High Yield, EMD HC, Euro IGC y ABS en la zona Euro. En el caso de Euro IGC esta sensibilidad parece haberse reducido recientemente, lo que probablemente estará relacionado al tensionamiento de los diferenciales en general.

Normalmente, los diferenciales de crédito tienden a estrecharse en un entorno de incremento de rentabilidades de los bonos. No obstante, los Investment Grade lo hacen en menor medida que los de High Yield. Combinado con una mayor duración de los IGC (4,75 para Euro IGC) relativa a los GHY (4,11), en un entorno de subida de rentabilidades preferiríamos GHY frente a IGC. Evidentemente, si esa subida fuera rápida y pronunciada, el impacto en el rendimiento total en cualquier caso podría más que superar ese estrechamiento de diferenciales.

Por otra parte, si la tensión afectara a los gobiernos, esta preferencia por GHY podría dejar de tener sentido ya que el incremento de la aversión al riesgo afectará más a los activos de mayor riesgo. Así pues, esta preferencia depende del momento. En cualquier caso, el entorno actual – una recuperación económica global gradual con su correspondiente aumento gradual de los tipos de interés – justifica una sobreponderación de High Yield en las carteras.

GHY está positivamente correlacionada con la renta variable

Por último, la correlación de los rendimientos de los activos de crédito con la evolución de la renta variable global  en la última década es elevada. Concretamente, GHY tiene la mayor correlación, seguida de EMD HC. Tanto el Euro IGC como los Euro ABS están menos correlacionados e incluso han mostrado correlación negativa en algún momento. La mayor correlación de GHY con la renta variable en comparación de IGC parece haber determinado una relación firme entre el rendimiento relativo de GHY frente a IGC y la evolución de los mercados de acciones. La combinación de esta correlación con la sensibilidad a las subidas de los tipos de interés y la recuperación económica gradual, justifican la preferencia por Global High Yield en posiciones en renta fija.