El índice bancario Euro Stoxx Bank Index perdió una tercera parte de su valor en 2018 y está plano este año, muy por detrás del resto del mercado.
El sector bancario europeo está pasando por un periodo realmente tórrido. El índice bancario Euro Stoxx Bank Index perdió una tercera parte de su valor en 2018 y está plano este año, muy por detrás del resto del mercado. Los inversores han tirado la toalla al grito de Europa está condenada y Europa es la nueva Japón. Según la mayor parte de las métricas, ya sean absolutas o relativas, los bancos europeos parecen extremadamente baratos en relación a sus medias históricas.
Las rentabilidades por dividendo están en niveles no vistos desde 1990 y por primera vez superan incluso los rendimientos que ofrecen los bonos AT1. El sector cotiza con una ratio precio por valor en libros cercano a los mínimos de 2016 y el PER es extremadamente bajo en relación a otros sectores. ¿Que nos está diciendo el mercado? ¿Por que son tan bajas las valoraciones? Julien Eberhardt, gestor de fondos de Renta Fija y Analista Senior de Crédito de Invesco, explica las razones:
Preocupación nº 1: Riesgo político y macroeconómico
A su juicio, entender a los bancos y su regulación ya es una tarea bastante difícil, pero en Europa hay una capa adicional de complejidad: los comentarios y tuits de los políticos populistas y su impacto potencial en la economía. “El sector bancario es un pararrayos de las preocupaciones macropolíticas y no tenemos escasez de ellas precisamente en Europa, incluida una coalición populista italiana que pone a prueba los límites de la construcción europea, el proceso interminable e intratable del Brexit y las interrupciones del comercio global por un presidente estadounidense pro-aranceles”.
Además de estos problemas está la exposición de ciertos bancos a algunos mercados emergentes con problemas y un entorno de bajo crecimiento y baja inflación. “Si bien estos problemas deberían tener un impacto en todo el mercado, los bancos son los más afectados y han sufrido más que otros sectores”.
Preocupación nº 2: El impacto de los bajos tipos de interés en la rentabilidad del sector
Las preocupaciones políticas y macro están alimentando las expectativas de crecimiento e inflación, lo que recientemente llevó BCE a aplicar estímulos monetarios adicionales. “La parte alta de las cuentas de los bancos se ven afectadas de dos maneras por los tipos de interés. Los índices en los que los bancos basan sus préstamos (por ejemplo el Euribor) siguen los tipos de referencia de los bancos centrales. Actualmente, están en mínimos y las curvas de tipos nos dicen que podrían caer incluso más. Los bancos han estado viviendo con tipos de interés negativos en la zona euro desde 2014 y han superado el impacto bastante bien, pero un nuevo recorte, sin ningún tipo de medidas atenuantes, sería negativo”.
El segundo impacto está en los márgenes, la diferencia entre el precio del préstamo y el coste de financiarlo para el banco. “Los programas de flexibilización monetaria son un viento en contra para los precios de los préstamos. Reduce las rentabilidades y elimina los activos del sistema, lo que a su vez genera más competencia en el mercado crediticio, lo que arrastra a los diferenciales a niveles aun más bajos. El temor es que en algún momento los bancos no puedan absorber el impacto de los precios más bajos de los préstamos reduciendo sus costes de financiación (los bancos financiados mediante depósitos no pueden aplicar tipos de depósito negativos a sus clientes)”.
En su opinión, esta es la mecánica que empuja a los analistas a estimar menores beneficios en el futuro.