Por qué todos los gestores quieren tener emisiones BBB en sus carteras de renta fija

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GotCredit, Flickr, Creative Commons

La necesidad de los inversores más conservadores por encontrar rentabilidades atractivas en un mercado de renta fija que lleva demasiado tiempo conviviendo con tipos cercanos al 0% ha tenido dos derivadas muy claras. La primera de ellas se ve en el mercado deuda pública  europeo, con los bonos a 10 años de los llamados países periféricos, los más arriesgados dentro de la franja más “segura” de la deuda pública cotizando con rentabilidades cercanas al 0% en algún momento.

La segunda se ve en el segmento de la renta fija corporativa. Los inversores más arriesgados han optado por mercados exóticos como el high yield o la renta fija emergente pero los conservadores solo tenían la opción del investment grade cuyo diferencial con la deuda pública tampoco era tan alto. ¿La solución? Buscar rentabilidades más parecidas al high yield pero en el universo de Investment grade, lo que ha disparado el interés por la deuda BBB, el último escalón del grado de inversión. “El aumento de la deuda corporativa triple B en este contexto es un acontecimiento que no pierdo de vista. Ahora hay alrededor de 2.900 millones de dólares estadounidenses de deuda corporativa BBB pendiente de EE. UU, más de cuatro veces lo que había en 2008. Estos bonos representan el 50 % de la deuda corporativa de grado de inversión”, afirma David Lee, gestor de Capital Group.  

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Y esa situación se repite también en el mercado europeo ya que como recuerda Ion Horn, analista de crédito de Muzinich “el mercado europeo BBB representa el 50% del mercado de investment grade y se ha multiplicado por tres veces y media desde 2014” , aunque matiza al afirmar que “El crecimiento ha sido significativamente mayor en las emisiones de mayor rating crediticio que en las de menor, derivando en que el mercado BBB en 2019 está mucho más expuesto a las emisiones BBB+ que en el pasado”

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Ese fuerte incremento de mercado se ha dejado notar en las carteras de los fondos de renta fija con una presencia que no ha hecho otra cosa que ir en aumento. De hecho, según los datos de Morningstar Direct, los fondos que invierten en deuda corporativa a los que tiene acceso el inversor español (se incluyen solo las clases más antiguas de cada fondo) invierten de media en este tipo de emisiones un 26% de su cartera. Y hay más ya que cuando se analizan solo los diez mayores fondos de inversión de renta fija se ve como la calidad crediticia media es de BBB en la mitad de ellos.

Nombre del fondo Calidad crediticia media Patrimonio del fondo (en millones de dólares)
PIMCO GIS Income E USD Acc BB 78.079
AB American Income C Inc BB 26.215
PIMCO GIS GlInGd Crdt Instl USD Inc BBB 21.641
Vanguard Global Bond Index Ins USDH Acc A 15.780
Templeton Global Ttl Ret A(acc)USD BB 14.882
PIMCO GIS Glb Bd Instl USD Acc BBB 14.725
Templeton Global Bond A(Mdis)USD BBB 13.875
Muzinich Enhancedyield S-T HUSD Acc A BBB* 12.932
BGF Euro Short Duration Bond A2 EUR n.d 12.751
Eurizon Short Term EUR T1 Z Acc BBB 11.738

Fuente: Morningstar Direct

*Datos de la ficha de la ficha del fondo

¿Hay riesgo en caso de recesión?

Pero en las últimas semanas varias gestoras han empezado a analizar si este fuerte incremento de emisiones BBB y su impacto positivo en la rentabilidad de los fondos, puede volverse en contra en caso de que se produzca una recesión ya que, en palabras de Lee “podríamos ver un número récord de rebajas de rating a high yield y causaría que los diferenciales de crédito BBB y BB  se ampliaran radicalmente”.  Un aumento de diferenciales que tendría un impacto muy negativo en las carteras de fondos con alta exposición a deuda BBB.

“Durante los últimos meses me he encontrado con un aumento de preguntas sobre el estado del mercado de bonos triple B ya que a medida que el mercado de crédito se contrae los inversores están más preocupados con la idea de que gran parte de estos bonos se conviertan en bonos basura, los llamados ángeles caídos”, afirma Karen Schenone, estratega de producto de renta fija de BlackRock en un blog de la gestora. Es decir, que se vuelva a producir una situación similar a la que se vio en 2009, con la deuda corporativa cayendo aplomo.

Sin embargo, esta experta cree que aunque puede haber ciertos rebajas de rating a medida que el ciclo crediticio se estrecha, también habrá muchos emisores que serán capaces de mantener sus rating. “Hay que tener en cuenta que hay muchas compañías BBB que tienen herramientas a su disposición para mantener su estatus de investment grade. Por ejemplo, pueden recortar o eliminar dividendos, su programa de recompra de acciones o sus actividades corporativas.  Además, muchas compañías emitieron bonos a más largo plazo, asegurando bajos costes de financiación y reduciendo así su riesgo de financiación a futuro”, afirma Scheone.