Preguntas y respuestas sobre el impacto de las elecciones americanas en los mercados

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Foto: DonkeyHotey, Flickr, Creative Commons

El primer cara a cara entre Donald Trump y Joe Biden supone el pistoletazo de salida de una contienda electoral cuyos resultados se auguran muy reñidos. Aunque, por ahora, los discursos electorales se han concentrado en el carácter de los candidatos y no en las políticas que pondrían en marcha desde el Despacho Oval, las gestoras internacionales ya han comenzado a ofrecer claves sobre el impacto de las elecciones americanas en los mercados financieros. Y ahí existen cinco cuestiones fundamentales que se deben tener en cuenta a la hora de analizar los efectos de los comicios presidenciales en las inversiones.

1. ¿Cómo se han comportado los mercados cuando ha habido elecciones presidenciales en Estados Unidos?

Tal y como explica Sean Markowicz, responsable de Estrategia, Estudios y Análisis de Schroders, con independencia de si el presidente era republicano o demócrata, los precios de las acciones bajaron en promedio durante los últimos tres meses previos a las elecciones cuando el partido político en el poder perdió, pero se recuperaron si el partido en el poder ganó. “Por lo tanto, si los inversores creen que Trump perderá en noviembre, la historia sugiere que los mercados corren más riesgo de corregir que de subir en los próximos meses”.

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2. Desde el punto de vista del inversor, ¿qué es mejor, un presidente demócrata o republicano?

Un análisis a largo plazo sugiere que las cosas no están tan claras. En los últimos 85 años, EE.UU. ha tenido siete presidentes republicanos y siete demócratas, y la tendencia del mercado ha sido generalmente alcista. Aunque se podría pensar que los presidentes demócratas son peores para las bolsas, la evidencia sugiere lo contrario. “En promedio, desde 1933, los mercados de valores han registrado mayores rentabilidades durante los mandatos demócratas que con presidentes republicanos. Por ejemplo, el promedio real (ajustado por la inflación) de la rentabilidad total del índice S&P 500 bajo los mandatos demócratas fue del 10,2%, frente al 6,9% con los republicanos”, revela Markowicz.

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El problema es que casi toda esta ventaja en términos de rentabilidad promedio puede explicarse por los años de auge del presidente Clinton y la posterior caída de las puntocom y la crisis financiera mundial bajo el mandato de George W. Bush. Excluyendo estas dos administraciones, la diferencia en las rentabilidades es prácticamente cero. “Ninguno de los dos partidos políticos es exclusivamente bueno o malo para los mercados. En cambio, lo que importa más son las políticas que los presidentes eligen y su impacto real”.

3. Las encuestas pronostican por ahora una victoria de Biden: ¿qué impacto tendrían sus políticas en los mercados?

Este gráfico de BlackRock es uno de los más interesantes sobre cómo marcha la carrera electoral. Muestra la ventaja de Biden a nivel nacional (línea en rojo) y en los estados clave (línea amarilla).

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De confirmarse la victoria del candidato demócrata, el primer impacto sería en los impuestos. “El mayor riesgo que enfrentan los mercados es la posibilidad de que eleve el impuesto de sociedades. En 2017, Trump redujo la tasa impositiva del 35% al 21%, lo que dio un gran impulso a los beneficios por acción (BPA) y a los precios de las acciones. Sin embargo, Biden ha dicho que le gustaría revertir parcialmente esta política a principios de 2021, lo que podría tener consecuencias importantes para los inversores en acciones”, indica el responsable de Estrategia, Estudios y Análisis de Schroders.

Así, por ejemplo, UBS estima en un estudio que aumentar los impuestos al 28%, junto con otros cambios fiscales propuestos, reduciría los beneficios del S&P 500 en un 8%. Además, Biden ha propuesto elevar el salario mínimo, lo que también pesaría sobre los beneficios de las empresas. Todo esto podría hacer que aumentara el atractivo de las acciones no estadounidenses, después de años de liderazgo del mercado americano. “A nivel sectorial, las telecomunicaciones, la atención sanitaria y los bienes de consumo básico serían los sectores cuyas ganancias se verían más impactadas, mientras que la energía, el sector inmobiliario y las utilities no se verían materialmente afectados”.

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También es importante recordar que Biden ha declarado que las empresas del país deberían dejar de recomprar acciones propias. “Si bien es probable que tal afirmación no sea más que retórica populista, de convertirse en medida podría perjudicar a la bolsa estadounidense, cuyas compañías han realizado operaciones considerables de autocartera”, apunta Randeep Somel, gestor del equipo de renta variable de M&G Investments.

4. Año electoral y año post electoral: ¿qué ocurre?

De acuerdo con los datos que manejan en Capital Group, los inversores estadounidenses han incorporado un volumen mucho mayor de activos de renta fija, sobre todo a los fondos del mercado monetario, durante los años electorales. Por el contrario, los fondos de renta variable han experimentado las mayores entradas de capitales netos en el año inmediatamente posterior al de las elecciones.

“Este fenómeno sugiere que los inversores pretenden minimizar el riesgo durante los años electorales y que esperan a que remita la incertidumbre por completo antes de reconsiderar activos de mayor riesgo, como las acciones. No obstante, la sincronización con el mercado no suele ser la estrategia que mayores beneficios reporta. Además, puede perjudicar enormemente los rendimientos de las carteras”, alertan.

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5. ¿Volveremos a la globalización con Biden o nos mantendremos en el proteccionismo de Trump?

Es otra de las cuestiones más relevantes. Y aquí es posible que, gane quien gane, no se produzcan grandes cambios. Tanto republicanos como demócratas han alabado a los sindicatos y respaldado propuestas para repatriar actividad manufacturera a Estados Unidos. La ley American Foundries Act de 2020, por ejemplo, cuenta con el respaldo político de ambos partidos y trata de fomentar la producción doméstica de semiconductores. Trump ha sostenido en todo momento que Estados Unidos ha participado en acuerdos comerciales desfavorables que iba a renegociar, amenazando con la aplicación de aranceles y de medidas de represalia de ser necesario. Pero ahora las posiciones de ambos partidos ahora están más alineadas.

"Con objeto de recuperar votos de obreros en estados bisagra como Pensilvania, Ohio, Míchigan y Wisconsin, los demócratas han abandonado su previo respaldo casi completo a la firma de acuerdos comerciales internacionales y adoptado una actitud dura en este ámbito. Aunque una presidencia de Biden sería probablemente positiva para las compañías asiáticas que comercian con Estados Unidos comparado con la alternativa, la etapa idílica de comercio internacional sin restricciones bajo los presidentes Clinton, Bush Jr. y Obama parece ser cosa del pasado", concluye el gestor de M&G Investments. No cabría esperar, por tanto, una vuelta al pasado.