Previsión de impacto: ¿cómo resistiría Latam una mayor desaceleración de China?

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@yakobusan Jakob Montrasio 孟亚柯, Flickr, Creative Commons

Una de las regiones del mundo más preocupada en estos momentos por una posible desaceleración económica de China mayor de la descontada por el mercado es Latinoamérica. Según un informe reciente publicado por BBVA Research, un escenario de riesgo en el que la desaceleración de la inversión lleve a un crecimiento de alrededor del 4% en China impactaría en Latam a través de una caída del precio de las materias primas y un aumento de la aversión al riesgo.

Las materias primas cuyo precio se vería más afectado serían el petróleo, por el contexto actual de sobreoferta, y los metales industriales como el cobre o el hierro, por el impacto directo de una menor inversión y desaceleración de la producción industrial. Sin embargo, los alimentos sufrirían un impacto negativo menor, al desacelerarse menos el consumo que la inversión, advierte el Servicio de Estudios del Grupo BBVA.

En este contexto, se abre un escenario hipotético en el que aparecen países latinoamericanos más robustos y países más vulnerables a un shock externo derivado de China. De acuerdo a las previsiones de BBVA Research, los mercados más afectados serían probablemente Brasil y Colombia, al estar fuertemente expuestos a China, además de la debilidad de los fundamentos macroeconómicos en el caso de Brasil y el impacto de una fuerte caída del precio del petróleo en el caso de Colombia.

Por su parte, los menos afectados serían México, Argentina, Paraguay y Uruguay. En el caso de México, Estados Unidos es su tabla de salvación, al encontrarse menos ligado al ciclo chino y a las materias primas, mientras que los otros tres enfrentan un menor impacto sobre sus términos de intercambio con China, aunque, eso sí, sufrirían por el impacto indirecto a través del menor crecimiento en Brasil.

Los países para los cuales las exportaciones directas a China tienen un mayor peso en sus exportaciones totales son Chile, Brasil, Perú y Uruguay, que envían entre el 15% y el 25% de sus exportaciones a ese país. En contraposición, México solamente envía el 2% de sus exportaciones a China.

Los mercados financieros de Latam

Para poner en contexto lo que implican las dudas sobre China sobre la región latinoamericana, hay que observar las correcciones bursátiles sufridas por el país asiático en los aproximadamente 45 días que se sucedieron entre mediados de julio y finales de agosto. En ese transcurso, el tipo de cambio de las divisas de los principales países de América Latina se depreció en promedio un 10,1%. “En los últimos diez años, sólo durante el inicio de la crisis de Lehman Brothers en 2008 la región observó una depreciación más fuerte de sus divisas. En los otros casos, que representan el 99% del período entre 2005 y ahora, la depreciación cambiaria no fue nunca más significativa que la ocurrida recientemente”, explica BBVA Research en su informe. No obstante, el escenario central de crecimiento económico para China establecido por los analistas y economistas de BBVA converge en un 6% en 2018.

Por otra parte, una desaceleración severa en China “muy probablemente” tendría aparejada un aumento de la aversión global al riesgo, al acentuarse las dudas sobre la capacidad de sustentar el crecimiento global, la posibilidad de inestabilidad financiera en China, así como la calidad de los activos en ese país y en otras economías emergentes más ligadas a ella. En el caso de Latam, sus primas de riesgo podrían acercarse a las registradas en 2009. “El aumento de la aversión al riesgo generaría una huida hacia la seguridad de los activos de las economías desarrolladas y también una presión sobre el precio de los activos en América Latina y sobre los tipos de cambio”, estima BBVA Research.