Primeras reacciones de gestoras internacionales a la decisión de la Reserva Federal de no subir tipos

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dayblakelydonaldson, Flickr, Creative Commons

Cuatro principales conclusiones sobre la última reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal: la primera, que el precio del dinero permanecerá en niveles históricamente bajos (entre el 0 y el 0,25%), con votos a favor de todos los miembros del FOMC salvo del presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey M. Lacker. “La decisión tomada por Janet Yellen nos parece correcta pues no debemos olvidar que las condiciones financieras en EE.UU. ya se han endurecido: el dólar está fuerte, los diferenciales del crédito se han ampliado ya entre 40-50 puntos básicos en lo que llevamos el año, lo que aumenta los costes de los préstamos, a lo que se suma la debilidad de los mercados de acciones a nivel global” declara Mondher Bettaieb, director de renta fija corporativa en Vontobel. 

La segunda conclusión es que el riesgo deflacionario ha revivido – último IPC del 0,2%, en julio- en gran parte por el desplome de las materias primas. John L. Bellows, gestor de fondos y analista de Western Asset (filial de Legg Mason Global AM), subraya la preocupación de la Fed por la inflación tan por debajo de su objetivo del 2%: “La Fed rebajó ligeramente su previsión sobre inflación para 2016 y añadió un nuevo lenguaje al comunicado, al señalar que prestará atención continuada a esta parte de su mandato. No obstante, de forma más importante, parece que la Fed mantiene su opinión de que el ajuste en el mercado laboral  impulsará la inflación en los próximos dos años”.

“La cautela de Janet Yellen se impuso a algunos de sus colegas más agresivos. Hay una buena razón para la precaución. La inflación es casi inexistente y el crecimiento de los salarios es modesto”, comenta al respecto Luke Bartholomew, gestor de renta fija de Aberdeen. Aunque es consciente de que “nunca se puede saber si la decisión es la correcta hasta que se toma y se ve el resultado final”, considera en este casor que “hay más riesgos si se adopta demasiado pronto en vez de demasiado tarde, por lo que este retraso está justificado”. 

La tercera conclusión, muy significativa con respecto a su comportamiento histórico, es que la Fed ya no se preocupa exclusivamente por lo que sucede en EE.UU. “Lo más importante del discurso de Yellen es que ha incluido el factor global. Esto es algo bastante nuevo”, afirma Adrien Pichoud, economista jefe de SYZ AM. Éste indica que “la Fed siempre ha estado atenta a lo que ocurre fuera de EE.UU., pero esta vez lo ha incorporado de manera formal en su decisión”, en referencia a los últimos acontecimientos desarrollados en Asia. “De hecho, probablemente, si solo se hubiese fijado en los datos americanos, que no son malos, quizá habría tenido una mayor predisposición a subir los tipos”, añade.

Brian Jacobsen, estratega jefe de Wells Fargo AM, añade que “la Fed aprendió de su subida de tipos abortada de 1997 que las condiciones globales importan. En 1997, la Fed ignoró los acontecimientos globales, poniéndose en peligro”. Para el experto, “como institución, el FOMC aprende de sus errores del pasado”. “Estoy seguro de que cometerá nuevos errores, pero subir los tipos cuando hay riesgos para el entorno de crecimiento no va a ser uno de ellos”, sentencia.  

¿Qué dice el gráfico de los puntos?

La cuarta y última conclusión ha sido recibida con preocupación: el famoso gráfico de los puntos, que indica el nivel donde ven los tipos de interés los miembros del FOMC, ha mostrado que uno de ellos ya contempla tipos negativos antes del final de 2015 y en 2016 (ver gráfico). La media se sitúa en el 0,4% este año, por lo que aún no queda completamente fuera de juego una subida antes de fin de año. Puede consultar el gráfico aquí

“La tendencia central sobre tipos de interés de los miembros del FOMC se sitúa entre el 0,1% y el 0,6% al final de este año, frente al 0,4%- 0,9% de su previsión de junio”, constata Thomas J. Marthaler, gestor de renta fija de Neuberger Neuman. “Creemos que hay una fuerte posibilidad de que el aumento inicial de la Fed antes de final de año será del 0,25%”, añade. El gestor aclara que “aunque hay una mayor dispersión sobre en dónde estarán los tipos a finales de 2016, la mayoría de los miembros del Comité parece ver los tipos entre el 1,125% y el 1,625%”. 

“El FOMC ha señalizado que los planes para una normalización de tipos están retrasados, pero no arruinados. Es difícil categorizar este resultado como una sorpresa genuina”, comenta por su parte Michael Gladchun, trader especializado en renta fija de Loomis Sayles (parte de Natixis Global AM). Sobre el gráfico de los puntos, indica que “revela que los miembros de la Fed ven de media que la normalización de tipos, una vez empezada, se espera que proceda al mismo ritmo esperado en junio”. Por ello, concluye que “aunque los recientes acontecimientos internacionales y la volatilidad asociada del mercado han incrementado la incertidumbre en el corto plazo, estos eventos no han alterado la previsión fundamental de la Fed”. 

“Los mercados no están dando ninguna credibilidad a los puntos de la Fed, al juzgar que las proyecciones que ha proporcionado son demasiado altas. La serie de modificaciones sobre las proyecciones demuestran que los miembros del FOMC han tendido a converger hacia el escenario puesto en precio por los mercados”, alertan Philippe Ithurbide Director Global de Análisis y Estrategia y Bastien Drut, Estratega y Analista Económico de Amundi.

Los expertos comentan que, en todo caso, el escenario de subidas de tipos es inferior al de ciclos interiores, “lo que es legítimo, porque el crecimiento potencial ahora es más débil”. Los miembros del FOMC han indicado que sólo esperan un crecimiento del 2% del PIB en el largo plazo y que esperan que el punto máximo de subida de tipos se sitúe en el 3,5%, frente al 5,25% del anterior ciclo. “Creemos que los miembros del FOMC son demasiado optimistas”, opinan desde Amundi. 

¿Será diciembre la fecha definitiva?

La incertidumbre sobre lo que iba a hacer la Fed duró prácticamente hasta el minuto anterior a que se publicara el comunicado de prensa, en torno a las 20:10 (hora española). Luke Bartholomew, de Aberdeen, comenta sobre el cambio de expectativas: “Durante mucho tiempo, septiembre fue el mes más esperado por muchos inversores, pero en las últimas semanas se produjo un cambio en las expectativas, lo que significa que un subida el jueves probablemente habría sido muy mal recibida”.

Tras el anuncio de ayer, ahora los expertos se muestran divididos entre una subida de tipos en diciembre o en otra fecha. Uno de ellos es Asoka Wöhrmann, director de inversiones de Deutsche AWM, que ha criticado con dureza la última intervención de Janet Yellen: "Una vez más, la oratoria ha sido la única herramienta política de la Fed, mientras que los mercados siguen aguardando medidas. La libertad de la Fed para actuar de manera proactiva se ha visto recortada, ya que la oportunidad de una subida de tipos se ha reducido”. Además, recuerda que “el discurso, fue menos agresivo que la rueda de prensa, donde Janet Yellen subrayó que no ha cambiado nada, y que una subida de tipos en octubre es todavía posible”. “Por lo tanto, ahora tenemos que esperar a la próxima reunión del FOMC", concluye.

Adrien Pichoud, de SYZ AM, analiza la encrucijada en la que se ha posicionado el banco central: “Con respecto a la posibilidad de que decida actuar en diciembre, las probabilidades de opte por volver a aplazar la subida son altas. Dependerá en gran medida de la situación en el resto del mundo. Si la situación en China mejora, la volatilidad se reduce y los indicadores económicos en los mercados emergentes se estabilizan, diciembre es una posibilidad que no puede descartarse. No obstante, dado que diciembre es tradicionalmente un mes con menor liquidez dada la proximidad del fin de año, creemos que es más probable que aplace la decisión hasta 2016”.

Anna Stupnytska, economista global de Fidelity Worldwide Investment, comparte esta opinión: “Creo que en estos momentos todavía es probable que se produzca la subida de tipos en diciembre, siempre que los datos aguanten, la inflación y las expectativas de inflación muestren alguna señal de giro al alza y las condiciones financieras se relajen ligeramente. No obstante, el riesgo de que el calendario de subidas se traslade a 2016 es ahora mayor”.