Primeras reacciones a la victoria de Emmanuel Macron

Emmanuel Macron, Francia
Lorie Shaull, Flickr, Creative Commons

Dos grandes temas han ocupado los titulares desde las últimas horas del domingo: el primero, el respiro de alivio por la victoria de Emmanuel Macron, líder de En Marcha Francia, con el 66,1% de los votos. Una victoria inédita en varios sentidos: el partido sólo tiene un año de vida, y el nuevo presidente, con 39 años, es el más joven de la V República. El segundo gran tema ha sido la confianza recuperada en las encuestas, después de los dos grandes fallos vividos con el Brexit y la victoria de Donald Trump. La reacción de los mercados durante los primeros compases de la sesión han sido de calma, con pérdidas moderadas fruto de una recogida de beneficios.

El resultado electoral francés presenta luces y sombras. Para empezar, no se registraba un nivel de absentismo tan elevado en la segunda vuelta desde las elecciones de 1969, con una tasa del 25,38%. Si se le suman los votos en blanco y los nulos, la tasa supera el 30%.  Para continuar, a pesar de su derrota, el 33,9% de votos para Marine Le Pen certifica el mejor resultado en la historia del Frente Nacional, que ejercerá como primera fuerza de la oposición durante la próxima legislatura. Al igual que sucedió con la elección de Trump, los votos que atrajo Le Pen han procedido en su mayoría de los departamentos de la Francia rural donde más se ha notado la crisis.

¿Ahora qué?

El próximo 11 de mayo se comunicará formalmente la elección del Presidente de la República y se proporcionarán los resultados finales de la segunda vuelta. La ceremonia de investidura se celebrará lo más tarde el 14 de mayo, día en el que finaliza oficialmente la legislatura actual. Philippe Ithurbide, responsable global de análisis y estrategia de Amundi, indica que la elección del primer ministro que acompañe a Macron en el mandato “es uno de los secretos mejor guardados”.

Ithurbide se remite a las palabras del propio Macron, que ha declarado estar pensando en dos perfiles, un hombre y una mujer, con las siguientes condiciones: que ninguno haya sido ministro durante el mandato de Hollande; que sea una cara nueva; que tenga experiencia parlamentaria; que no provenga de la sociedad civil; y que el hecho de que sea una mujer suponga un activo.

Entre los candidatos, os futuribles son Jean-Yves le Drian, Francois Bayrou, Xavier Bertrand y Bruno Le Maire. “Entre los que indudablemente podrían considerarse como nuevos cabezas de partido, podemos mencionar a Richard Ferrand, diputado de Finistère (Britania), o Edouard Phillipe, apoyo de Alain Juppé: este nombramiento sería un signo de fuerte apertura a partidos de la derecha”, interpreta Ithurbide, que insinúa que esta opción sería estratégica de cara a forjar coaliciones para las elecciones legislativas de junio.

Entre las posibles candidatas figura Anne-Marie Idrac, ex secretaria de Estado de Transporte con Jacques Chirac y ex secretaria de Estado de Comercio Exterior con Nicolas Sarkozy. La otra opción es Sylvie Goulard, eurodiputada, con experiencia ministerial en Asuntos Exteriores, centrista y muy cercana a las relaciones francoalemanas.

Vuelta a los fundamentales

“Macron ha explicado en numerosas ocasiones que sus políticas van a favorecer el crecimiento económico y va a ser favorable al ámbito empresarial. Como inversores en renta variable, es muy positivo tener un gobierno respetuoso con las empresas, en contraposición a otras corrientes mucho más intervencionistas”, comentan los expertos de Amiral Gestion. También son constructivos con las propuestas fiscales del presidente electo, al considerarlas “francamente positivas para todas las empresas francesas”. Macron ha prometido una rebaja del impuesto de sociedades del 33% al 25% - en convergencia con la media europea-, y esta medida “supondría incrementar los flujos de caja futuros de todas las compañías”, por lo que calculan que “tan pronto se apruebe la medida, las empresas automáticamente valdrán más, por lo que una compañía comprada a un PER de 10 veces puede pasar a cotizar a un PER de 8,9 veces”.

Por estas razones, desde Amiral consideran que “es lógica la recogida de beneficios de hoy, aunque pensamos que el mercado todavía no ha puesto en precio el impacto de la esperada rebaja fiscal del Gobierno de Macron”.

Para Dylan Ball, gestor de renta variable de Franklin Templeton Investments, ahora sería el momento adecuado para volver a prestar atención a la creciente solidez de la recuperación europea: “Algunos de los indicadores adelantados de la eurozona, incluyendo la producción industrial y los PMI, han sido muy fuertes en el primer trimestre de 2017”. En este contexto, la firma también prevé que se mantenga el contexto actual de inflación y “con el paso del tiempo, esperaríamos ver una respuesta apropiada por parte del BCE en forma de reducción del QE y finalmente una subida de los tipos de interés”.

Desde un punto de vista inversor, Ball piensa que el resultado “podría ser positivo para las acciones bancarias, de aseguradoras y potencialmente para las compañías energéticas en la región”. En cambio, cree que esta victoria “probablemente sea menos positiva para las compañías que consideramos que son de menor crecimiento”, y que los sectores más defensivos del mercado –consumo básico, telecos, utilities- podrían presentar un comportamiento inferior a la media.

Desde Allianz Global Investors coinciden en que los fundamentales reclaman mayor atención. En el plano macro, destacan la mejoría del dato del desempleo y la fortaleza de los PMIs. Además, prevén que el euro “probablemente se fortaleza, con el respaldo de un entorno político mejor, así como mejores datos cíclicos y expectativas de tapering”.

En cuanto a implicaciones para la inversión, los analistas creen que la renta variable podría poner más tiempo en precio el riesgo político. En consecuencia, esperan un mayor potencial alcista para las acciones europeas, que podrían batir a la renta variable global. Destacan que los valores europeos “han mostrado ingresos más elevados y libros de pedidos más fuertes”. En renta fija, en la firma consideran que los diferenciales tanto de la deuda francesa como de la periférica podrían ajustarse si Macron consigue apoyos parlamentarios, y que además podría verse una fuerte reducción del riesgo específico a Francia.

Para Monica Defend, responsable de asignación de activos de Pioneer Investments, “ahora que han pasado las elecciones holandesas y francesas, ya han pasado las mayores amenazas en el calendario de este año electoral”, dado que considera que los comicios alemanes no supondrán un foco de preocupación.

Defend espera que las aguas vuelvan a su cauce, y como consecuencia “las apuestas por la reflación vuelvan a tomar protagonismo, con un foco renovado en los fundamentales económicos”. En particular, se fija en que “la recuperación de los beneficios corporativos está ganando momento, y parece más amplia”. Además, considera que las presiones inflacionarias seguirán teniendo un impacto limitado con los precios, por lo que espera que “la política monetaria expansiva del BCE continúe durante los próximos meses”.

“El contexto económico en Francia ha mejorado significativamente en los últimos años, como de hecho ha mejorado en toda la región europea. Esto ha sido aparente no sólo por el crecimiento al alza y la caída de la tasa de desempleo, sino también, más recientemente, por el número significativo de sorpresas al alza respecto a las expectativas de mercado sobre beneficios corporativos y ventas durante el primer trimestre de 2017”, detalla Steven Andrew, gestor de M&G Investments.

Andrew interpreta estos progresos en clave positiva: “Esto sugiere que la renta variable de la zona euro, actualmente valoradas de forma atractiva, podrían generar retornos de inversión sustanciales en el futuro próximo”. Además, considera que una alteración de la narrativa sobre la fragmentación europea que se ha impuesto en los últimos meses “debería alentar a los inversores a centrarse más en la mejora de los datos fundamentales”. En la parte de renta fija, el gestor coincide en que la deuda de los países periféricos – cita a Portugal- podría beneficiarse de la caída de la inestabilidad política.

“El resultado de las elecciones francesas confirma nuestra visión de que, hasta recientemente, los mercados han sobreestimado los riesgos políticos europeos”, afirman los expertos de BlackRock. No obstante, advierten de que podrían volver a surgir más adelante focos de preocupación ya conocidos, como la fragilidad del sistema político en Italia, los problemas para conseguir la unión bancaria y fiscal en la UE o la posible normalización de la política monetaria del BCE.