Las entidades consideran que los comicios han sido desastrosos para Theresa May y hablan de las consecuencias que esto puede tener tanto para las negociaciones del Brexit como los mercados financieros.
El pueblo británico ha votado y ha dictaminado que el Partido Conservador sea la fuerza mayoritaria en el Parlamento, pero sin mayoría absoluta, algo a lo que aspiraba la premier británica cuando convocó las elecciones. Si lo que quería Theresa May era ampliar su mayoría parlamentaria para reforzarse de cara a las negociaciones sobre el Brexit, no solo no lo ha conseguido sino que ahora lo que está en cuestión es su propio liderazgo. "No es el resultado que esperaban los mercados y mucho menos la premier británica. Ahora Reino Unido tiene un Parlamento en minoría a escasos días de iniciar las negociaciones del Brexit. Tarde o temprano, May será castigada por su propio partido", asegura Stephanie Flanders, estratega jefa de mercados de J.P.Morgan AM. Esta posición es coincidente con la de Azad Zangana, quien entiende que “estamos ante un resultado desastroso para los tories. Se ha hecho un grave daño a la posición negociadora del Reino Unido frente al Brexit. Sin un mandato fuerte, Europa puede ignorar las demandas del Reino Unido. Incluso la amenaza británica de retirarse de las negociaciones ahora parecen palabras huecas y carecen del apoyo del público británico”, asegura el economista europeo de Schroders.
Lo que está claro es que este resultado crea una mayor incertidumbre sobre las negociaciones y que la posibilidad de un Brexit duro gana fuerza. “Ahora existen muchas preguntas sin respuestas, como por ejemplo qué decidirá hacer May tras este varapalo y qué coalición formará para gobernar”, indica Andrea Brasili, economista en Pioneer Investments. Rowena Geraghty, analista de deuda soberana en Standish (BNY Mellon), no tiene ninguna duda de que este resultado dará lugar a un gobierno inestable con pocas probabilidades de sobrevivir a las duras negociaciones sobre el Brexit y abrirá la puerta a una nueva convocatoria electoral para finales de 2018 o principios de 2019, cuando se conozca la naturaleza del acuerdo final. “La ajustada mayoría de los conservadores podría tener consecuencias para el liderazgo de Theresa May, que podría verse cuestionada por los diputados más euroescépticos de su partido o, incluso, ser reemplazada como líder del Partido Conservador”, asevera Geraghty. "En algún momento habrá una lucha dentro del Partido Conservador por el liderazgo, a no ser que se convoquen nuevas elecciones", aventuran desde BlackRock.
Sus visiones coinciden en gran parte con las de Léon Cornelissen, economista jefe en Robeco, quien cree que "May tiene que irse" y con la de Andrew Belshaw, responsable de inversiones de Western Asset (Legg Mason), quien considera que independientemente del Gobierno que se constituya en los próximos días, la persona que ocupe el cargo de primer ministro deberá afrontar la posibilidad de que se celebren otras elecciones a corto plazo. “Se necesita una figura férrea para encabezar el Gobierno en los próximos meses, si bien está claro que el país ya no confía en Theresa May para liderar el país”, sentencia. ¿Qué ha podido pasar para que su popularidad haya caído en picado?
Según explica Richard Buxton, consejero delegado y responsable de renta variable británica en Old Mutual Global Investors, esto ha sido un voto de los jóvenes contra el creciente endeudamiento de los estudiantes y un mercado de vivienda disfuncional. “Los jóvenes apostaban por la permanencia del Reino Unido en la UE, y los mayores eran partidarios del Brexit. Al contrario de lo que sucedió en el referéndum, en esta ocasión los jóvenes tomaron finalmente la palabra. Para aquellos que nunca han experimentado la inflación de los años setenta y los cheques sin fondos, el mensaje del Partido Laborista de Jeremy Corbyn resultó irresistible”, señala. Ahora nos adentramos en un periodo de incertidumbre que afectará a distintos ámbitos.
Consecuencias para los mercados financieros
Por ejemplo: este resultado genera una gran incertidumbre sobre la política fiscal que se llevará a cabo en el país a partir de ahora y, por supuesto, también sobre los mercados financieros. La libra esterlina es la primera víctima. “Tras el anuncio de que habría elecciones, pasó de algo más de 1,20 dólares a algo menos de 1,30 dólares por libra. Cabe esperar que ahora siga el camino contrario, y los 1,27 dólares alcanzados durante la noche electoral son el primer paso. La incertidumbre actuará como un tope para la bolsa británica. La perspectiva de nuevas elecciones dentro de unos meses, sumada a las negociaciones del Brexit (que son ahora más impredecibles que nunca), elevan los riesgos para todos los inversores en la bolsa británica”, asegura Dominic Rossi, director de inversiones en renta variable global de Fidelity.
Eugene Philalithis, gestor de fondos multiactivos en la entidad, profundiza en esta idea. A su juicio, un parlamento sin mayoría absoluta probablemente sea negativo para los activos en libras esterlinas, ya que la moneda seguramente se lleve la peor parte. “A pesar de su exposición a la economía interna, el índice FTSE 250 se ha comportado bien durante el último año, pero la renovada incertidumbre y el aumento de la inflación, que erosiona el consumo privado, suponen importantes obstáculos para los próximos meses. Han pasado tres meses desde la activación del artículo 50, pero todavía no se sabe quién encabezará las negociaciones en nombre del Reino Unido o qué tratarán de conseguir los negociadores. Aunque es probable que las negociaciones propiamente dichas no empiecen antes de las elecciones alemanas, este no es el mejor telón de fondo”, reconoce el experto.
En Goldman Sachs AM consideran que la libra experimentará una mayor volatilidad, así como los mercados en general. De acuerdo con James Ross, gestor del equipo de renta variable pan-europea en Janus Henderson, la reacción de la bolsa británica se verá condicionada por dos importantes consideraciones. “En primer lugar, la percepción de que nos adentramos en un contexto político aún más incierto (negativo tanto para los valores nacionales como para la libra), y en segundo lugar, el hecho de que la postura del Gobierno ante el Brexit pueda suavizarse (habría que profundizar más, pero probablemente positivo para los valores nacionales y la libra a largo plazo). Creo que, en su reacción inicial, el mercado se centrará en la primera consideración”. Para Michael Clements, director de renta variable europea de SYZ AM, las oportunidades potenciales a medio plazo en Reino Unido están ligadas a las negociaciones del Brexit. “Si van mal, entonces podríamos ver pánico en el mercado británico en algún momento”, vaticina.
Según Ross, tal y como ocurrió la mañana en la que se reveló el resultado sorpresa del Brexit, "es probable que presenciemos una combinación de una depreciación de la libra (por el momento, ha caído casi un 2% frente al dólar), una rentabilidad inferior de las acciones del país (bancos, sector inmobiliario, suministro público, distribución...) y un comportamiento superior de las firmas orientadas al mercado exterior (sectores petrolero y minero, de consumo básico y farmacéutico). Es posible que asistamos a una reacción positiva del FTSE 100, siempre y cuando los negocios internacionales, que constituyen una gran parte del índice, repunten en términos de PIB".
Por ahora, la tibia reacción hasta ahora refleja una sensación de que estamos ante un déjà vu. Después de todo, en los últimos doce meses han tenido que absorber también los shocks del resultado del referéndum sobre la permanencia en la UE y la elección de Trump como presidente de EE.UU. Lucy O´Carroll, economista jefe de Aberdeen, anticipa elevados niveles de volatilidad en los próximos días y semanas, a menos que la respuesta de Westminster a este resultado sorpresa sea muy suave, lo cual considera improbable. “La historia nos ha demostrado que los parlamentos en los que no hay una mayoría absoluta no son duraderos, y mucho menos con el Brexit aproximándose. Una solicitud para poner en pausa las negociaciones sobre el Brexit podría ser una posibilidad, pero no está claro cómo funcionaría esto dado que no hay precedentes. De cualquier modo, el resultado parece fortalecer el poder de Europa en las negociaciones”, apunta.
¿Habrá un segundo referéndum?
Tal y como recuerda David Zahn, gestor de Franklin Templeton, el reloj está corriendo y, cuanto más difícil le resulte al Gobierno británico negociar, más posibilidades hay de que asistamos a un Brexit duro. “Esta incertidumbre renovada parece que será poco útil para las negociaciones británicas sobre el Brexit, que se iniciarán previsiblemente el 19 de junio. “Los conservadores lo hicieron especialmente mal en los distritos electorales que votaron por la permanencia del Reino Unido en la UE. Tal vez este resultado refleje en parte un rechazo a la afirmación de que ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo, y aumenta las posibilidades de un Brexit blando (que permanece en el mercado único), o incluso otro referéndum, aunque pre-anunciarlo incentivaría perversamente a la UE para ofrecer un mal acuerdo al Reino Unido con la esperanza de que esta vez los británicos voten por la permanencia”, reflexiona Jim Leaviss, jefe de renta fija minorista de M&G Investments.
En general, estos resultados de las elecciones generales reflejan el deseo de los votantes tanto por una línea más moderada del Brexit como por un menor énfasis en la austeridad en el programa económico del país, señala Nuno Teixeira, director de soluciones de inversión en Natixis AM, filial de Natixis Global AM. "El crecimiento del PIB del Reino Unido en el primer trimestre del año llegó solamente al 0,2%, la cifra más baja de todos los países del G-7. La inflación se sitúa actualmente en el 2,7% frente al 0,5% en junio del 2016, en tanto que los salarios no aumentan mucho, en detrimento del poder adquisitivo de los hogares. Las proyecciones de crecimiento para 2017 son todavía razonables, en torno al 1,5% y el desempleo permanece bajo, pero la incertidumbre por el resultado de las negociaciones del Brexit está afectando las intenciones de inversión y los planes de expansión de las empresas", concluye el experto.