Primero el Brexit, después Trump… ¿será Italia la siguiente? Las gestoras internacionales opinan

7973640600_4fb936586a
Il Fatto Quotidiano, Flickr, Creative Commons

Es una realidad que los mercados cada vez son más sensibles al impacto de eventos de naturaleza política. Siguiendo con la agenda política, tras las elecciones EE.UU. el siguiente foco de atención de los inversores es el referéndum constitucional que se celebrará en Italia el próximo 4 de diciembre. Los analistas de Allianz Global Investors recuerdan que el Congreso y el Senado italianos tienen los mismos poderes, “lo que ha hecho que la actividad legislativa en la Italia posterior a la II GM sea extremadamente engorrosa, al tiempo que los gobiernos han sido débiles y breves”. En este contexto, la intención del presidente actual del país, Matteo Renzi, es consultar mediante referéndum la disposición para reformar la Constitución, introduciendo la nueva ley electoral (según la cual el partido que consiga más votos controlará el Congreso con el 55% de los escaños) y la reforma del Senado, que perdería poderes a favor del Congreso. Renzi ha anunciado su disposición a dimitir en caso de que el voto mayoritario sea negativo.

Implicaciones para los dos posibles escenarios

A continuación, los analistas ofrecen detalles de los dos posibles escenarios que plantea la consulta. En caso de triunfar el voto afirmativo y aprobarse la reforma constitucional, declaran que “Italia tiene una oportunidad de tener gobiernos más estables y una actividad legislativa más efectiva”. En este contexto, creen que el Partido Democrático de Renzi saldría reforzado y tendría muchas más opciones de ganar las elecciones programadas para 2018. Si estas además ya hubieran implementado la reforma (conocida como Italicum), entonces daría al partido actualmente en el gobierno una amplia mayoría parlamentaria que permitiría a Renzi “revivir su programa de reformas”.

El punto controvertido que ven los analistas a este escenario, basándose en los resultados de las elecciones municipales celebradas en junio, es que al favorecer Italicum las mayorías fuertes, “esta clase de ventaja beneficia principalmente al partido populista Movimiento Cinco Estrellas”, por lo que “los intentos actuales de los partidos italianos más pequeños de reescribir la ley podrían tener éxito”.

En caso de que salga adelante el voto negativo, que es el que están recogiendo actualmente las encuestas aunque por un margen reducido, en Allianz Global Investors creen que lo más probable es que se perpetúe la parálisis política, junto con “una crisis económica en estado avanzado”. Renzi saldría obviamente debilitado, pero creen que “incluso si sus propios socios de coalición le obligan a dimitir, probablemente el presidente le pida a uno de sus compañeros de partido formar un nuevo gobierno o gestar un gobierno interino que saque adelante la reforma electoral antes de que se convoquen nuevas elecciones”.

En la gestora descartan un brote de riesgo sistémico sobre la deuda en el corto plazo a pesar de todo, “siempre que el BCE esté listo para aplicar el programa OMT en caso de estrés de mercado”. Creen que el impacto se dejaría notar con el paso del tiempo y que pesaría negativamente sobre el crecimiento italiano, al no poder aplicarse reformas estructurales. “Si la tercera mayor economía de la eurozona no crece y se muestra incapaz de hacer reformas, la viabilidad del euro podría ser cuestionada en el medio a largo plazo”, sentencian los expertos.

Impacto sobre los mercados

Para Alberto Chiandetti, gestor del FF Italy, y Andrea Iannelli, director de inversiones en Fidelity, la clave del referéndum es precisamente que “en lugar de centrarse en las profundas reformas constitucionales propuestas y que Italia necesita para simplificar su marco normativo y estimular el crecimiento, el referéndum se ha convertido en una moción de censura contra el gobierno actual y una votación muy politizada sobre el mandato de Renzi”, que creen que está capitalizando sobre todo el Movimiento Cinco Estrellas, que “goza de un gran apoyo social y es un serio adversario en las próximas elecciones”.

Como el “no” va por delante en las encuestas y ha ganado terreno en las últimas semanas, los dos expertos afirman que “se ha descontado ampliamente un resultado negativo en el referéndum”. Esta afirmación parece ser especialmente para la deuda soberana italiana: “Tras varias semanas de mal comportamiento frente al bund alemán y los bonos españoles, los BTP italianos cotizan actualmente a un nivel coherente con un resultado negativo el 4 de diciembre”.

El dilema se plantea cuando se analiza el trasfondo de la decisión, dado que “el no sería otro acto de protesta contra el statu quo y la clase política, lo que impulsaría las tendencias populistas que están enraizando en todo el mundo”. Chiandetti y Iannelli afirman que “los mercados no se tomarían a la ligera el auge de los partidos contestatarios y demandarían una prima de riesgo más alta por los activos italianos”.

Implicaciones para el BCE

Laurence Boone, del equipo de análisis y estrategia de AXA IM, opina que la reciente elección de Donald Trump en EE.UU. es especialmente significativa porque “las implicaciones para Europa también son importantes, por el ciclo político venidero: el referéndum en Italia y las elecciones en Austria, Holanda, Francia y Alemania”. El analista afirma que “los resultados estadounidenses probablemente desencadenen debates sobre políticas no convencionales, promuevan a candidatos poco convencionales y debería (aunque es imposible saber si estamos en lo cierto) llevar a Europa a repensar el equilibrio entre políticas basadas en la oferta y en la demanda”.

En este nuevo contexto, Boone afirma que “el BCE tendrá que reevaluar las perspectivas económicas, elevando por consiguiente la incertidumbre en torno a la conferencia de prensa del 8 de diciembre”. En particular, el experto opina que el BCE prestará suma atención a “la evolución de las condiciones financieras, que serán más ajustadas, con diferenciales más amplios”, junto con “cualquier información que analice las políticas económicas de Trump” y, finalmente, “el resultado del referéndum italiano”. La conclusión a la que llega es que “todos estos elementos aportan razonamientos para continuar con una postura dovish, se lo pondrán más fácil al BCE para extender el QE hasta bien avanzado el verano”.

Léon Cornelissen, economista jefe de Robeco, no duda del apoyo del BCE pero sí de su margen de maniobra: "Mientras Italia tenga un gobierno que exprese nominalmente la voluntad de seguir las políticas de la UE, el BCE no hará nada menos que apoyar el mercado de bonos italiano si surge la necesidad. Y con el programa de flexibilización cuantitativa del BCE firmemente establecido, los diferenciales de los bonos italianos tienen un limite", concluye.