Esta ventana temporal abre la puerta a nuevas negociaciones entre EE.UU. y los países afectados, y supone un respiro a corto plazo para los mercados bursátiles, pero las entidades advierten que la volatilidad no ha terminado aquí.
Tras el shock vivido esta semana en los mercados, el presidente Donald Trump ha anunciado de forma sorpresiva un cambio de rumbo en su política proteccionista. El presidente de EE.UU. autorizó este miércoles una pausa parcial de 90 días en la aplicación de la mayoría de los gravámenes que había impuesto recientemente, dejando temporalmente una base arancelaria global del 10%. De esta tregua quedó excluida China, que verá aumentados sus aranceles del 104% al 125%. Esta ventana temporal abre la puerta a nuevas negociaciones entre EE.UU. y los países afectados, y supone un respiro a corto plazo para los mercados bursátiles.
La noticia provocó una reacción inmediata: el S&P 500 subió un 9,5% y el Nasdaq se disparó un 12%, su mayor ganancia diaria desde 2001. Como lo resume Philipp Lienhardt, responsable de Investigación de Mercados en Julius Baer, "el presidente retrocede, los mercados de renta variable se desbocan". No obstante, advierte que "la incertidumbre política persistirá durante meses y la volatilidad se mantendrá alta". Por ello, recomienda aprovechar cualquier fortaleza a corto plazo para vender y diversificar hacia acciones no estadounidenses.
El mercado respira, pero la incertidumbre persiste
Aunque el alivio en los mercados ha sido evidente, las razones detrás del cambio de postura de Trump son más complejas. Como señala Leopoldo Torralba, director de análisis en Arcano Research, más allá del desplome de las bolsas, la verdadera preocupación fue la subida desmesurada de las TIRes de los bonos soberanos. "Un gobernante de un país con excesiva deuda pública sabe que una deriva alcista rápida de los tipos puede concluir en una hecatombe", señala el analista. Según Torralba, aunque esta pausa ofrece un respiro temporal, "la pérdida de confianza en Trump es sideral", y asegura un periodo prolongado de volatilidad económica y financiera.
En este contexto, muchos inversores miran hacia Europa y Asia como posibles destinos de inversión más estables. "Europa puede terminar convirtiéndose a medio plazo en un receptor de inversiones globales, quitando parcialmente cuota a los EE.UU. Los inversores odian la incertidumbre y premian la predictibilidad, más allá de si el crecimiento esperado es mayor o menor", explica Torralba. Sobre las oportunidades en Asia, Josh Gilbert, analista en eToro, expone que prefieren centrar su atención sobre regiones como Japón y la India, ya que no se han visto tan afectadas por la subida de aranceles.
China, fuera de la tregua: se reaviva el conflicto
El conflicto comercial con China no solo continúa, sino que se recrudece son estos nuevos anuncios. Gilbert, interpreta el endurecimiento hacia Pekín como una táctica para reforzar negociaciones: "Trump quiere que China se siente a la mesa, pero Pekín promete luchar hasta el final", advierte. Esta escalada eleva la incertidumbre global y amenaza con frenar el crecimiento económico, especialmente en países muy expuestos al comercio con China, como es el caso de Australia.
Este escenario se complica aún más si se considera la estrategia interna de Washington. Según informa Ray Sharma-Ong, director de Soluciones de Inversión Multiactivo para el Sudeste Asiático en Aberdeen Investments, "el secretario del Tesoro, Scott Bessent, planea cerrar acuerdos comerciales primero con los aliados tradicionales antes de abordar directamente las negociaciones con China, endureciendo así la posición negociadora de EE.UU.". Este enfoque podría prolongar el conflicto y generar nuevas represalias por parte de Pekín.
China, por su parte, ya prepara una respuesta. Según los analistas de Julius Baer, el gobierno chino está diseñando un paquete de estimulo fiscal y monetario que incluiría reducciones del coeficiente de reservas obligatorias, recortes de tipos de interés y medidas para incentivar el consumo interno. El objetivo: sostener el crecimiento económico y resistir una prolongada guerra comercial.
Además, Mark Haefele, director de inversiones en UBS Global Wealth Management, subraya que, "pese a la relajación arancelaria con otros países, la confrontación entre las dos mayores economías del mundo podría afectar drásticamente al comercio global", elevando el riesgo de recesión.
Efectos en energía, tecnología y otros sectores
El impacto de la tregua parcial ya se deja sentir en otros sectores. Norbert Rücker, responsable de Investigación Económica y Next Generation en Julius Baer, informa de una caída del 20% en los precios del gas natural europeo, debido al desvío de suministros originalmente destinados a China. Esta sobreoferta en el mercado europeo podría seguir presionando los precios a la baja en los próximos meses.
En el ámbito de los activos digitales, Manuel Villegas, analista de Investigación Next Generation de Julius Baer, destaca que Bitcoin no ha podido actuar como refugio: su comportamiento ha replicado los movimientos de los activos de riesgo tradicionales, con pérdidas superiores a los 1.400 millones de dólares desde el pasado domingo. Villegas Advierte que "la única certeza en Bitcoin es la volatilidad", recordando que sigue siendo un atractivo altamente expuesto a los ciclos económicos.
Mientras tanto, Mark Sherlock responsable de renta variable estadounidense en Federated Hermes Limited, destaca que las empresas estadounidenses de pequeña y mediana capitalización, menos dependientes del comercio internacional, podrían salir beneficiadas de este entorno de incertidumbre. Por su parte, Torralba sugiere que Europa podría consolidarse como un refugio atractivo para los inversores globales, gracias a su estabilidad jurídica y previsibilidad económica.