¿Puede el próximo presidente de EE.UU. tener alguna clase de influencia sobre la Reserva Federal?

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International Monetary Fund, Flickr, Creative Commons

En las últimas semanas ha saltado una nueva polémica: ¿podría Donald Trump condicionar a la Reserva Federal? Valgan como ejemplo unas declaraciones suyas del pasado mes de septiembre, durante una entrevista en la CNBC: “Se mantiene en cero (Janet Yellen) porque obviamente tiene un perfil político y está haciendo lo que quiere Obama”.

Desde Pictet AM, Luca Paolini, estratega jefe y Supriya Menon, estratega multi-activos , explican que “Trump ha llamado la atención sobre su supuesta "politización" y criticado el liderazgo de su presidenta Janet Yellen. Por tanto, (en caso de victoria) somos muy escépticos respecto a que Yellen permanezca al frente más allá del fin de su mandato en 2018”. Ambos expertos destacan que “los republicanos han pedido auditorías anuales de la Reserva Federal, lo que plantea interrogantes sobre la independencia de la institución en el futuro”.

“El caso es que no está claro si una política fiscal más flexible y una amenaza de mayor supervisión de la Fed pueden cambiar la trayectoria de tipos de interés que descuenta el mercado”, argumentan desde Pictet. Se refieren a que la Fed “para compensar una posición fiscal relajada de los republicanos, puede ajustar a medio plazo su política monetaria, pero también desafiar las expectativas a corto plazo y mantener los tipos de interés en diciembre si las condiciones financieras resultan ser más estrictas tras una victoria de Trump”.

La segunda derivada es la dificultad para evaluar la trayectoria del dólar: “Una victoria de Trump puede a corto plazo generar liquidación del dólar. Tal debilidad puede ser mayor si la Fed no sube tipos de interés en diciembre o si los extranjeros venden deuda del Tesoro de EEUU”. Por otra parte, no obstante, el dúo de expertos recuerda que “un aumento de la aversión al riesgo en los mercados globales puede conducir a apreciación del dólar, dado su tradicional uso como activo refugio, incluso en períodos de estrés originados por los propios EE.UU.”.

Bastien Drut y Roberta Fortes, ambos analistas y estrategas de Amundi, recuerdan el reglamento para elegir a los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés). Éste se compone de siete miembros elegidos por el Presidente de EE.UU. y confirmados por el Senado. De ellos, el Presidente del Gobierno elige al presidente y al vicepresidente para un mandato de cuatro años. Existe la posibilidad de que sean reelegidos, pero también necesitarían la confirmación del Senado. El resto de los miembros, añaden, son elegidos para un mandato de 14 años, a no ser que sean destituidos antes por el Presidente, pero bajo condiciones muy específicas y delimitadas por la legislación estadounidense.

“Donald Trump tendría que demostrar primero que Yellen es culpable de algún tipo de mala conducta, lo que claramente es muy distinto que estar en desacuerdo con sus puntos de vista sobre política monetaria”, destacan los analistas. Incluso si encontrase algo a lo que agarrarse para destituir a Yellen, ésta podría reclamar ante el Tribunal Supremo, con altas probabilidades de ganar dado que hay jurisprudencia previa. Además, la normativa de la Fed establece que en caso de no haber presidente será el vicepresidente el que asuma su cargo. Por otra parte, todo nuevo candidato a presidir la Fed necesitaría el visto bueno del Senado, por lo que el proceso se prolongaría durante meses. Dado este elevado nivel de complicación, los expertos de Amundi consideran más probable que simplemente no se renueve a Janet Yellen en su mandato, que expira en febrero de 2018, aunque permanecería como gobernadora hasta 2024.

Lo importante no es el candidato

Teniendo en cuenta el vuelco reciente de las encuestas, estas hipótesis podrían servir sólo para un ejercicio de política ficción. Para Manuel Arroyo, director de estrategia de J.P. Morgan AM para Iberia, la clave no está tanto en el candidato presidencial sino en el control de las dos cámaras que componen el Congreso de EE.UU. (actualmente ambas están bajo control republicano): “Es poco probable que los demócratas controlen la Cámara de Representantes, pero sí es más probable que se produzca un cambio en el Senado. En todo caso, creemos que el próximo presidente no controlaría las dos cámaras”. Analistas de la gestora han estudiado la reacción de los mercados en otros momentos históricos en los que se ha dado esta circunstancia, y no han encontrado un patrón determinado. “Lo que importa a los mercados es la economía, que va a ir bien: los fundamentales son sólidos y ningún indicador apunta hacia un riesgo inminente de recesión en EE.UU., sino que el tono general de la economía apunta hacia un buen comportamiento de las bolsas”, sintetiza Arroyo.

El director de estrategia añade que “las elecciones tienen mucha menos importancia sobre el mercado que el impacto mediático que se les está dando”, e insiste sobre la cuestión del reparto de poder: “Más que la victoria de un candidato u otro o qué podría hacer durante su mandato, pensamos que la clave está en qué partido controlará las cámaras y la Casa Blanca. Es más importante también que los posibles efectos sobre la Reserva Federal, dado que es un órgano independiente”. Sobre los próximos pasos de la institución que preside Janet Yellen, el experto indica lo siguiente: “Pensamos que probablemente la Reserva Federal subirá tipos en diciembre, como lleva telegrafiando desde hace tiempo”.

Los dos analistas de Amundi detallan la capacidad de influencia del Senado sobre la Fed: actualmente, dos de los siete asientos del FOMC están vacíos, pues el mandato de ambos miembros ha expirado. Obama nombró en 2015 a dos sustitutos: Allan Landon (ex consejero delegado de Bank of Hawaii) y Kathryn Domingez (profesora de económicas en la Universidad de Michigan). Sin embargo, aún no se han confirmado ambos nombramientos “porque el Senado está controlado por los republicanos desde las elecciones de 2014 y porque parece que están esperando al resultado de las elecciones presidenciales pues, en tal caso, el próximo presidente será el que nombre a los dos nuevos gobernadores”.

En el caso de que el mismo partido represente al Senado y al próximo inquilino de la Casa Blanca, Drut y Fortes cree que los nombramientos se tramitarán rápido. “Es muy importante tener en cuenta que muchas veces en los últimos años, los congresistas republicanos se han quejado de la Fed, diciendo que mantiene los tipos demasiado bajos por demasiado tiempo, y declarando que quieren que la Fed sea mucho más hawkish”, advierten a modo de conclusión.