¿Puede el sentimiento de los inversores explicar por sí solo el comportamiento de la industria de fondos?

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Wecand, Flickr, Creative Commons

Paciencia, aversión al riesgo y búsqueda de rentabilidad en base a la evolución mostrada por los fondos son tres vectores que explican el sentimiento de los inversores de estos vehículos y, en base a ellos, pueden permitir predecir los movimientos de la industria de fondos por países. Esa es la conclusión a la que ha llegado el economista Thorsten Hens, profesor de economía financiera en el Instituto Financiero Suizo, en un papel publicado por Deutsche Asset & Wealth Management (DeAWM).

De hecho, una de las grandes conclusiones del estudio es que, gracias a la combinación de estas tres variables, junto con la expectativa de ganancias que tienen los inversores, estos “son capaces de predecir los retornos futuros de los fondos de inversión correctamente”, por lo que la famosa advertencia de “rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras” podría perder peso. Adicionalmente, en el estudio demuestran que “los retornos de los fondos de inversión y los retornos de los mercados locales están fuertemente correlacionados”.

El estudio ha sido realizado entre 52 países diferentes; una de las herramientas utilizadas para pulsar el sentimiento ha sido una encuesta diseñada por la Universidad de Zurich, que ha revelado algunos datos reveladores. Por ejemplo que aquellos países donde los inversores muestran mayor paciencia son Suecia, Alemania, Bélgica, Suiza y Finlandia. Donde muestran menos paciencia son Rusia, Chile, Italia, España y Nueva Zelanda. En cuanto al nivel de aversión a las pérdidas, Polonia, Hong Kong, Tailandia, Canadá y Corea del Sur son los países que muestran mayor rechazo, mientras que aquellos más tolerantes son Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Luxemburgo y Holanda. Otro resultado del estudio es que, en cambio, la correlación entre aversion y paciencia “no es estadísticamente significativa”, puesto que se ubica en torno al 20%.

En base a esta encuesta, junto con literatura anterior sobre la materia y estadísticas sobre la evolución de los fondos de inversión – por domicilio y región de comercialización- en el periodo 1991- 2013, uno de los resultados que demuestra el estudio de Hens auspiciado por DeAWMn es que, en aquellos países con un nivel mayor de aversión a las pérdidas, “los inversores son más propensos a vender fondos de inversión cuando estos incurren en pérdidas y más propensos a comprarlos cuando experimentan ganancias”. En lo referente a los países cuyos inversores muestran mayor impaciencia, combinada con elevados niveles de aversión al riesgo, detectan mayor volatilidad en los flujos de entrada y salida de fondos, “lo que da pistas de un trading impulsivo dentro y fuera de los fondos de inversión”.

En el lado contrario, y en términos generales, el papel concluye que “los inversores más pacientes y más tolerantes con las pérdidas reaccionan menos a las subidas y bajadas de los mercados. Es menos probable que exhiban cambios rápidos en sus convicciones y en sus modelos”. “Si el inversor es más paciente, entonces sus expectativas de retornos pueden depender en una historia más larga de observación de los precios por lo que las fluctuaciones recientes no cambian sus creencias tanto como si él fuera miope, tomando sólo en consideración la historia reciente”, asevera el economista. Finalmente, “un inversor menos tolerante puede tragarse más pérdidas antes de alejarse de la inversión”.

Otras conclusiones

El estudio busca otras explicaciones adicionales al desarrollo de la industria de fondos en distintos países de todo el mundo. Una de ellas es que las industrias de mayor peso se encuentran en países con “normas fuertes, leyes y regulaciones y específicamente donde los inversores de fondos de inversión están mejor protegidos”; asimismo, el tamaño es mayor en los países con “población más próspera y educada, donde la industria es más vieja, los costes de negociación son inferiores, y en los cuales los planes de pensiones con una contribución definida son más prevalentes”. En consecuencia, los fondos de inversión tienen menor tamaño en “los países donde las barreras de entrada son más elevadas”.

Una excepción que favorece el crecimiento de la industria es la implantación de medidas legales favorables o derechos especiales, como ha sido el caso de Luxemburgo o Irlanda. En tal caso, la industria puede cobrar un papel relevante en cuanto a la contribución al PIB del país en cuestión.

Otra de las hipótesis que se han tratado de demostrar, en este caso con nulo resultado, es si la crisis ha alterado el sentimiento de los inversores. “Encontramos que después de la crisis financiera los resultados no son tan significativos con en anterioridad. Esto podría ser debido a muchos otros factores que han estado jugando un rol desde la crisis, como un incremento de la ansiedad de la inversión, la continua incertidumbre económica y posibles restricciones de dinero en efectivo”.