¿Qué activos me protegen en caso de estanflación?

pregunta
Horia Varlan, Flickr, Creative Commons

En el primer semestre de 2021 se produjo un sólido repunte del crecimiento económico junto con un aumento de la inflación. Sin embargo, el impulso del crecimiento ya está mostrando signos de desaceleración a medida que los estímulos fiscales y monetarios se desvanecen. Mientras tanto, la inflación sigue siendo elevada debido a las interrupciones de la cadena de suministro y al aumento de los costes de la energía. En conjunto, se teme que se esté produciendo un entorno de estanflación, es decir, de bajo crecimiento y alta inflación. ¿Cómo deben prepararse los inversores para este posible escenario?

Sean Markowicz, responsable de estrategia, estudios y análisis de Schroders, ha calculado la media de rentabilidad total real (ajustada a la inflación) de las principales clases de activos desde 1973. La conclusión: los mejores y peores resultados varían considerablemente en cada fase y la dispersión de las rentabilidades dentro de cada fase también ha sido marcada.

Lo que mejor y peor se ha comportado

Por ejemplo, durante los periodos de estanflación, el oro (+22,1%), las materias primas (+15,0%) y los fondos de inversión inmobiliaria (REITs) (+6,5%) han sido los que mejor se han comportado. En cambio, la renta variable ha tendido a sufrir (-1,5%).

“Esto tiene sentido, pues el oro se considera a menudo un activo refugio, por lo que tiende a apreciarse en tiempos de incertidumbre económica. Los tipos de interés reales también tienden a bajar en periodos de estanflación, ya que las expectativas de inflación aumentan y las de crecimiento disminuyen. Unos tipos reales más bajos reducen el coste de oportunidad de poseer un activo de rendimiento cero como el oro, lo que aumenta su atractivo para los inversores”, señala el experto.

Las commodities (por ejemplo, las materias primas y la energía) son una fuente de costes para las empresas, así como un componente clave de los índices de inflación. “Por lo tanto, suelen obtener buenos resultados cuando la inflación también aumenta (a menudo porque son la causa del aumento de la inflación). Sin embargo, las rentabilidades son más débiles en comparación con los periodos de reflación, en los que se benefician del viento de cola adicional del aumento de la demanda económica”.

Del mismo modo, los REITs han ofrecido una cobertura parcial frente a la inflación a través de la transmisión de los aumentos de precios en los contratos de alquiler y los precios de los inmuebles.

Renta variable y renta fija

En lo que respecta a la renta variable, aunque la reflación ha tendido a ser positiva para el mercado de acciones (+14,6%), la estanflación ha resultado más problemática (-1,5%), a medida que las empresas luchan contra la caída de los ingresos y el aumento de los costes.

Los bonos del Tesoro son una incógnita. “En teoría, deberían beneficiarse de la caída de los tipos reales, impulsada por el descenso del crecimiento. Sin embargo, el aumento de la inflación se come sus ingresos, presionando al alza los rendimientos y a la baja los precios. En la práctica, la medida en que esto perjudique a la rentabilidad de los bonos dependerá de su duración y de su rendimiento inicial (los rendimientos más altos proporcionan un mayor colchón para absorber las subidas de tipos). Los datos históricos reflejan esta compleja interacción de factores: los bonos del Tesoro han ofrecido una rentabilidad real anual baja pero positiva (+0,6)”, concluye.