¿Qué aporta la gestión alternativa a la rentabilidad y el riesgo de mi cartera?

foto
Pshutterbug, Flickr, Creative Commons

Las clases de activos tradicionales han generado impresionantes rentabilidades en los últimos años, a medida que los mercados de renta variable subían y las tires de los bonos prolongaban su caída durante varias décadas. Puesto que el precio de estos activos familiares ha ido aumentando, obviamente a los inversores les está empezando a preocupar cada vez más el potencial de rentabilidades futuras. Es posible que los inversores disfruten de rentabilidades positivas en los activos de renta variable y fija en los próximos años, aunque es evidente la necesidad de disponer de alternativas que permitan diversificar la cartera. Por este motivo, algunas gestoras creen que, en el actual entorno de mercado, la búsqueda de otras opciones es ahora más acuciante que nunca. Una de ellas es J.P.Morgan AM.

En el equipo de análisis de la entidad consideran que las inversiones alternativas podrían ofrecer una solución a este problema. Las inversiones alternativas engloban una gama de estrategias, clases de activos y enfoques de inversión que difieren de las clases de activos de inversión tradicionales a largo plazo, tales como la renta variable, la renta fija y las materias primas. Es un universo de inversión diverso que podría ofrecer a los inversores una oportunidad de mejorar los resultados de la cartera, controlando al mismo tiempo determinados factores de riesgo. Esto es: mejorar la rentabilidad-riesgo de la cartera. En el siguiente gráfico, elaborado por J.P.Morgan AM, se muestra cuáles habrían sido los efectos de incorporar activos alternativos a una cartera en el periodo comprendido entre 1990 y 2014.

Aunque las inversiones alternativas implican a menudo mayores riesgos que las clases de activos tradicionales (incluyendo el uso de apalancamiento y de técnicas de inversión especulativas), y no deberían considerarse como un programa de inversión completo por sí solas, en el gráfico se observa cómo su incorporación dentro de una cartera mejora el equilibrio entre rentabilidad-riesgo. Algunas alternativas están disponibles en forma líquida. A menudo, implican una exposición a activos tradicionales, pero a través de diferentes estilos de inversión. Estrategias long/short y market neutral son algunas de las más conocidas. Menos populares han sido las estrategias basadas en el universo hedge funds (en las que se centra este artículo). Hasta ahora, la falta de liquidez, los tamaños de inversión mínimos significativos y los periodos de tenencia a largo plazo requeridos habían sido grandes impedimentos.

Algunas de las estrategias que más se están empujando en España

Algunas gestoras han apostado por popularizar estas estrategias y, por ese motivo, a lo largo de los últimos años se han esforzado en poner a disposición del inversor soluciones de inversión que logren cubrir sus demandas a través de productos en formato UCITS, traspasables, con liquidez diaria y que permitan entender claramente cuáles son los riesgos. Una de ellas ha sido Franklin Templeton con Franklin K2 Alternative Strategies, producto que invierte en entre 8 y 12 estrategias hedge funds (long/short, event driven, relative value y global macro). No se trata de un fondo de fondos, sino de un fondo de estrategias de hedge funds. Cada hedge fund subyacente les indica al equipo lo que hay que comprar, lo cual hacen desde la entidad. Los hedge funds tienen autorización para gestionar la cartera, aunque no disponen de acceso al patrimonio. La versión sicav la lanzaron en septiembre de 2014 y la americana en 2013. Gestionan más de 100 millones y 600 millones, respectivamente.

Otra de las gestoras que han estado haciendo especial hincapié en la importancia de diversificar la cartera con estrategias alternativas es Goldman Sachs AM. Su gran apuesta es el GS Absolute Return Tracker (GS ART), fondo que busca rentabilidad dentro de un universo de 2.000 hedge funds, en el que los gestores identifican aquellas estrategias que consideran más adecuadas. Es un producto con liquidez diaria, en formato UCITS, con un track record de siete años y un perfil de rentabilidad-riesgo muy similar al del universo hedge, pero con menores costes y mayor transparencia en su posicionamiento, ofreciendo así la posibilidad de añadir exposición a los alternativos dentro de las carteras tradicionales. Lo que persigue el equipo del producto es replicar el universo de los hedge funds a través de un fondo que ha obtenido una correlacción con el índice HFRI desde su lanzamiento superior al 0,8. (Leer más).

Otro producto que da acceso al universo de hedge funds es el JPM – Systematic Alpha, fondo que accede a las estrategias empleadas habitualmente por los hedge funds a través de un producto que también cuenta con liquidez diaria. El objetivo del fondo es capturar el componente sistemático de las rentabilidades generadas por los hedge funds, la denominada ‘beta de los hedge funds’. Ofrece exposición a las estrategias empleadas habitualmente por estos fondos de inversión, aunque no se trata de un producto que replique índices de hedge funds ni de un fondo de hedge funds. Este producto de J.P.Morgan AM sigue cuatro estrategias subyacentes: renta variable long/short, global macro, arbitrajes de fusiones y adquisiciones y arbitraje de convertibles. Se ha diseñado para ser neutral a la beta y busca generar rentabilidades absolutas con una volatilidad anualizada típica del 5%.

Otra de las entidades que más esfuerzo han hecho en el desarrollo de estrategias que abren la puerta al universo de hedge funds es Schroders a través de su plataforma GAIA. Hace un año, la entidad lanzaba y registraba en España el Schroder GAIA Paulson Merger Arbitrage. Se trata de un producto en formato UCITS que ofrece acceso a estrategias de inversión alternativa de la mano de reconocidos gestores. Gestionado por John Paulson, el producto busca generar una rentabilidad neta anualizada de entre el 8 y el 10%, con una volatilidad esperada del 6-8%. La estrategia del fondo pasa por tratar de beneficiarse de la oportunidad que ofrecen las operaciones de arbitraje de fusiones y adquisiciones u otros eventos corporativos y su gestión se basa en el producto de Paulson International lanzado en 1996.

Lyxor es otra de las entidad que ha hecho un gran esfuerzo en ofrecer productos alternativos en formato UCITS aprovechando la experiencia que tiene su plataforma de hedge funds desde el año 1998. Actualmente, en la gestora aseguran estar viendo mucho interés por parte de los inversores en salir de aquellos activos en los que han obtenido buenas rentabilidades en los últimos años (principalmente renta fija), e incorporar fondos que hayan probado estar descorrelacionados u ofrezcan protección ante escenarios bajistas de renta variable. Uno de los fondos de su gama que más interés ha despertado ha sido el Lyxor Tiedemann, gestionado por Drew Figdor. El objetivo del producto es generar rentabilidad arbitrando fusiones y adquisiciones en eventos de 0-30 días, con una gestión muy activa del posicionamiento, lo que le ha permitido obtener rentabilidades positivas en periodos negativos como 2000-2002, 2008 o 2011.

En el caso de Man, el fondo que más están empujando actualmente fuera de los productos long/short tradicionales es el Man AHL Trend, producto registrado en la CNMV y que cuenta con 500 partícipes. Se trata de la versión UCITS del CTA insignia en formato regulado y con liquidez diaria. Se diferencia en gran medida del resto de los productos long/short de la casa porque, aparte de invertir en otro tipo de activos, cuenta con una volatilidad muy superior, en torno al 16%, y está muy descorrelacionado con el resto de clases de activos. El gestor se dedica a seguir las tendencias que va descubriendo, operando en 400 mercados a nivel global que pasan por renta variable, renta fija, divisas, materias primas (según normativa UCITS), rates... Tras unos años muy adversos para este tipo de estrategias, 2014 resultó mostrar un entorno muy positivo que permitió a este tipo de productos alcanzar rentabilidades de doble dígito.