Qué es el margen de seguridad y un ejercicio práctico en su aplicación

RobertsDaniel
Fidelity

“Si hubiera que sintetizar el secreto de las inversiones sensatas en tres palabras, propondríamos el eslogan 'margen de seguridad'”, escribió Benjamin Graham en su libro The Intelligent Investor publicado en 1949. El concepto de margen de seguridad es el principio básico sobre el que se sustenta la inversión de estilo ‘value’. En su definición más simple, el margen de seguridad es el descuento que quieres ver en una acción con respecto a su valor intrínseco antes de comprarla para conseguir una buena rentabilidad de la inversión. Dicho de otro modo: se trata de determinar si una acción está suficientemente infravalorada para soportar cualquier incertidumbre o fases de caídas en el mercado, explica Dan Roberts, gestor del Fidelity Global Dividend Fund. Obviamente, determinar el valor intrínseco no es sencillo en sí mismo por las complicaciones inherentes al ejercicio de pronosticar los beneficios de una empresa. De hecho, ahí es donde está el principal problema. Lo que el gestor hace en su estrategia se sustenta en una metodología estricta de valoración.

La razón por la que el gestor de Fidelity hace tanto énfasis en ello es porque cree que la valoración es el factor más determinante para las rentabilidades futuras. “No se trata de invertir en empresas con los PER más bajos o las rentabilidades por dividendo más elevadas. Aunque estos indicadores de valoración son un elemento importante, mi enfoque tiene en cuenta la naturaleza a largo plazo de los activos en los que invierto, y eso significa básicamente prestar menos atención a los anuncios de beneficios a corto plazo. No me interesa tanto qué ha hecho una empresa durante los 12 meses anteriores o qué se prevé que hará durante el próximo trimestre, y doy mucha más importancia al potencial de los sectores y empresas que analizo a largo plazo o a lo largo del ciclo”. Roberts crea un margen de seguridad en la cartera de tres formas.

Analiza los beneficios a lo largo del ciclo y complementa el trabajo de valoración estableciendo varias características obligatorias para las empresas que incluye a la cartera. “Todo eso me ayuda a generar convicción en la evaluación del valor intrínseco. Esta lista de características está formada por factores como un perfil de rentabilidades predecibles y resistentes; fuerte conversión de caja; estados financieros transparentes; y un equipo directivo que entienda la importancia de asignar adecuadamente el capital y tenga un buen historial a este respecto. Sin embargo, también es cierto que estas características están bastante demandadas entre la comunidad inversora”. Entonces, la pregunta es… ¿cómo exponerse a estas características sin dejar de ser rigurosos con la valoración? Según indica, “para ello hace falta una dosis de pensamiento contracorriente, por lo que en el momento de la compra suele haber ciertamente una postura contracorriente en mis inversiones, para poder incorporar a la cartera empresas de calidad con valoraciones razonables; en cierto modo, voy contra la marea”.

Por último, la tercera capa de margen de seguridad que aplica en su enfoque es cómo configura la cartera. “En esencia, lo hago sin prestar atención a un índice y sin ningún tipo de restricciones. Tengo en cartera aproximadamente 50 valores, cifra que, en mi opinión, permite un equilibrio adecuado entre convicción y diversificación. No invierto en los aproximadamente 100 valores que tienen otros gestores de fondos y no tomo posiciones para mitigar riesgos. Me gusta tener una comprensión detallada de cada empresa que incorporo a la cartera y en torno a 50 es una cifra que he utilizado en el pasado y que históricamente me ha dado buenos resultados. Todos los valores de la cartera contribuyen a la rentabilidad, sin que domine uno en particular. Todas las posiciones oscilan entre el 1 % y el 4 % del valor liquidativo. Sólo invertiré donde vea oportunidades y la forma en que esto se materializa en la cartera es una buena diversificación por sector, segmento y región, pero podemos tener una exposición muy baja o incluso ninguna en algunas áreas bastante importantes del mercado”.