¿Qué espera Mobius del futuro político y económico de China?

China
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La transición gradual de China hacia un nuevo liderazgo y el probable nuevo curso del país en la próxima década sigue generando preguntas. El próximo mes de marzo, la Asamblea Popular Nacional, que es el Parlamento chino y constituye el organismo más alto del Estado, tiene la intención de impulsar formalmente a los nuevos líderes del país. Algunos miembros de la ‘vieja guardia’ se retirarán. La pregunta que se hacen ahora muchos inversores es: ¿continuarán los nuevos líderes de China reformando la economía, transformando el país hacia un modelo de consumo interno y aún así ser capaces de mantener tasas de crecimiento envidiables?

Para Mark Mobius, presidente de Templeton Emerging Markets, la respuesta es sí. Según explica el gurú en un artículo publicado en su blog, el cambio histórico que afronta China es sin lugar a dudas fascinante, si bien toda la investigación y evaluación que llevan a cabo en Franklin Templeton Investments a la hora de hacer la selección se relaciona principalmente con oportunidades de inversión. “Sin importar quién esté a los mandos de China, veo que su cultura de consumo sigue creciendo y creo que la demanda de materias primas, productos y servicios debe continuar aumentando con ella, impulsando los motores del crecimiento durante los siguientes años”, afirma.

En este sentido, el plan quinquenal jugará un papel clave. “El actual plan de China tiene como objetivo transformar la economía nacional desde un modelo orientado a la exportación a una economía impulsada por el consumo interno. Es una transición con implicaciones para el mundo entero. Parte de este proceso implica una desaceleración del ritmo de crecimiento de China que haga bajar de las tasas de dos dígitos de los últimos años. Creemos que una ligera moderación era inevitable debido al gran tamaño de la economía, sobre todo si se tiene en cuenta que en la actualidad es la segunda economía más grande del mundo”, indica Mobius.

El año pasado hubo mucha discusión acerca de un posible ‘aterrizaje forzoso’ en China, una disminución brusca de su tasa de crecimiento en medio de un complejo ambiente mundial. “Nunca he dudado que el crecimiento de China puede seguir aumentando y, al parecer, ese es el caso. El Gobierno señaló que espera que el crecimiento del país sea del 7,5% en 2012, una cifra que difícilmente podría considerarse un aterrizaje forzoso. Si Estados Unidos y Europa pueden lograr un avance significativo en sus problemas de deuda y si el crecimiento de la economía global se recupera, no me sorprendería ver a China incluso crecer un poco más”.

Las reformas y progreso continúan

Xi Jinping es el nuevo secretario general del Partido Comunista y Li Keqiang es el segundo al mando. Ambos han insistido públicamente en la necesidad de proseguir las reformas, pero Jinping es considerado más como un reformista en el frente económico que en lo político. “No parecen probables cambios revolucionarios en la política actual de China. Entre los esfuerzos de reforma, los más alentadores para mí son la lucha contra la corrupción y el esfuerzo para hacer una distribución más equilibrada de la riqueza”. La urbanización y la protección ambiental probablemente serán otros enfoques y el gas natural, posiblemente, adquirirá un papel más importante en el sector energético de China.

Según explica Mobius, el plan quinquenal requiere de una transición hacia una economía manufacturera de alto valor agregado, así como el desarrollo de una economía interna más fuerte para sustituir la economía basada en las exportaciones del pasado. “Los salarios en China están aumentando y más dinero en los bolsillos de los consumidores por lo general resulta en un aumento del gasto. Mientras tanto, el país está reduciendo gradualmente su dependencia en las exportaciones. El nuevo liderazgo tiene la tarea de continuar convirtiendo a su enorme población en una sociedad más orientada hacia el consumidor, para que China sea menos dependiente de las exportaciones en la medida que crezca”.

En este sentido, el gurú indica que el aumento de la productividad es una parte fundamental de este proceso evolutivo. “Al fijarnos en la composición de las exportaciones de China, estamos viendo más y más productos de alta tecnología. Me he percatado de una gran mejora en la calidad a nivel de fábricas en China. Las empresas automotrices, de telecomunicaciones y otras de alta tecnología están mejorando sus productos para competir en el escenario global”, señala.

Relaciones exteriores

Este período es un momento crítico para los nuevos líderes de China en cuanto a su actitud hacia las relaciones exteriores. Hay preocupaciones, como la disputa con Japón sobre las islas en el Mar del Sur de China, y el hecho de que, como segundo socio comercial de Estados Unidos, la relación Estados Unidos-China requiere de habilidades especiales. “Este nuevo liderazgo es joven, moderno y al parecer es bastante flexible, lo que creo que es un buen augurio para esta importante relación. Al mismo tiempo, con la reelección de Obama para un segundo mandato, creo que podríamos ver una política exterior más conciliadora. Con dos grupos de liderazgo que parecen dispuestos a negociar, mi pronóstico para la relación es en general positivo”.