¿Qué está frenando la inversión en fondos ISR?

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Hang_in_there, Flickr, Creative Commons

La Inversión Socialmente Responsable (ISR) está de moda. De eso no hay ninguna duda. A lo largo de los últimos años, la industria de gestión de activos ha realizado un importante esfuerzo primero en poner a disposición de los inversores productos que siguen una filosofía enfocada en invertir siguiendo criterios socialmente responsables y segundo en promocionarlos. Pero ni aún así hemos visto en España flujos de entrada importantes en estos productos. ¿Qué está frenando la inversión en fondos ISR? La respuesta la da Schroders. La gestora ha elaborado un macro sondeo entre inversores para conocer cuál es la visión de los clientes sobre los fondos ISR. Y las conclusiones no pueden ser más elocuentes.

En lo que respecta al inversor institucional, el estudio —que encuestó a 650 inversores con activos por valor de 24 billones de dólares— reveló que este tipo de clientes ven complicado el análisis de estos productos. La mitad duda de la rentabilidad que puedan ofrecer estos productos. De hecho, un tercio de los clientes institucionales reconocen que elevarían de manera significativa sus inversiones en estos fondos si existiesen pruebas de que la inversión sostenibles generaría rentabilidades más altas. También hay inversores institucionales que consideran que existe una falta de transparencia con respecto a estos productos, e incluso dificultades para calibrar el riesgo.

En lo que al inversor retail se refiere, lo curioso es que las expectativas de rentabilidad no son el problema. Los datos que arroja el Estudio Global de Inversión 2018 de Schroders, que encuestó a más de 22.000 inversores de 30 países, 1.000 de ellos en España, son muy claros a este respecto. El porcentaje de los que temen que las inversiones sostenibles puedan resultar perjudiciales para las rentabilidades a largo plazo constituyen hoy por hoy una minoría. De hecho, únicamente un 25% de los inversores españoles afirma estar preocupado por que la inversión sostenible pueda lastrar sus resultados de inversión, lo que demuestra que están cada vez más convencidos de que obtener sólidas rentabilidades e impactar de manera positiva en el mundo son compatibles.

Sin embargo, existen otros factores que están frenando a los inversores retail españoles a la hora de invertir en fondos ISR. Los dos más importantes que aparecen en la encuesta son la falta de asesoramiento disponible de manera más amplia sobre inversiones sostenibles (el 29% lo afirma) y la falta de información en cuanto a cómo los gestores de este tipo de fondos se relacionan con las compañías en las que invierten (lo señala el 26%). No obstante, todo ello no es incompatible con el hecho de que la inversión sostenible constituya una tendencia que continúa ganando adeptos en España, ya que un 65% de los inversores ha aumentado sus asignaciones durante los últimos cinco años, por encima de la media europea (60%). Esta tendencia es incluso mayor en Portugal 69% y Francia 68%.

Esto coincidiría con lo que han manifestado recientemente algunos responsables de gestoras internacionales en España, como Beatriz Barros de Lis, directora general de AXA Investment Managers para España y Portugal. “Llevamos varios años hablando sobre lo que aporta la inversión con criterios ESG, pero no ha sido hasta este año cuando hemos empezado a ver que hay un verdadero y genuino interés por parte de los inversores en fondos que invierten de manera comprometida con la sociedad, el medio ambiente, el gobierno corporativo, la mayor presencia de la mujer en las empresas… Esta corriente se está plasmando ya en inversiones”, revela.

Veremos si esta tendencia se consolida o no pero, por el momento, los fondos que llevan el apellido ESG están lejos de posicionarse entre los que más captaciones reciben, tanto en España como a nivel europeo. Ni siquiera los ETF, productos que pueden jugar con el reclamo de tener un coste más reducido, están logrando despertar la atención de los inversores. En conjunto, los ETF con filosofía ESG apenas mantienen actualmente 6.000 millones de dólares en activos bajo gestión, lo que supone el 0,2% del patrimonio total que atesora la industria de fondos cotizados. Y eso a pesar de que la oferta de producto a disposición de los inversores es cada día mayor…