Comisiones de gestión: esto es lo que está pasando en la industria

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Branko Collin, Flickr, Creative Commons

El último alegato de Warren Buffett ha sido especialmente crítico con la gestión activa, a quien de manera general acusa de cobrar comisiones muy elevadas que atentan directamente contra la rentabilidad final que obtienen los inversores. En lo que no repara el famoso gurú es en la tendencia y en el esfuerzo que está haciendo la industria por abaratar el coste de sus productos. Los datos no dejan lugar a dudas. Según un estudio realizado por Morningstar en Estados Unidos, a cierre de 2015 el porcentaje de gastos totales (TER) medio ponderado por patrimonio (excluyendo fondos monetarios y fondos de fondos) fue del 0,61%, el nivel más bajo de la historia. En 2014 el porcentaje era del 0,64% y hace cinco años del 0,73%. Tomando como referencia un periodo de tiempo más extenso se aprecia que la tendencia en las dos últimas décadas ha sido de reducción ininterrumpida de las comisiones de gestión (ver gráfico: fuente Morningstar).

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Los datos muestran lo que está ocurriendo en EE.UU, el mercado de fondos más grande del mundo, donde muchas entidades están recortando significativamente las comisiones en sus productos estrella. Capital Group redujo comisiones para algunos de sus fondos más grandes, incluso cuando estos fondos experimentaron salidas netas; en Fidelity la comisión media ponderada por activos cayó 16 puntos básicos entre 2010 y 2015 después de abaratar el coste del Fidelity Contrafund, su fondo de mayor patrimonio… Pero no son las únicas. Entre las firmas con mayor patrimonio en Estados Unidos, BlackRock, J.P.Morgan AM, Franklin Templeton y T.Rowe Price aplican ahora comisiones más bajas que las que cobraban cinco años atrás. “En algunos casos esta rebaja ha respondido al crecimiento de activos. En otros quizás se trata de un esfuerzo por ser más competitivos”, afirma Patricia Oey, analista de Morningstar.

El debate ahora está en si las comisiones deberían bajar más. Hay quien piensa que sí. En este grupo se encuentran responsables de gestoras, como Françoise Badelon, gestor y fundador de Amiral, o firmas como Morningstar, que en su última entrega de premios aprovechó para pedir un balance más justo a la industria. “Hay que tener siempre en mente el interés de los inversores. Es una variable clave. Sabemos que las gestoras de fondos y de planes de pensiones son un negocio y que tienen que ganar dinero. Esto es más que legítimo. Sin embargo, también tenemos que cuidar mucho el interés de los inversores y aquí creemos que el balance, quizá, no está todavía en el nivel en el que debería en la mayoría de los casos” afirmaba Javier Sáenz de Cenzano, director de Análisis de Morningstar para EMEA.

Otros, en cambio, huyen de la generalización y creen que este debate debe realizarse de manera sosegada para no caer en riesgos que pongan en peligro a un sector que da abre las puertas al ciudadano de a pie al mundo de la inversión colectiva. Es el caso de Ana Guzmán, profesora del IEB y responsable de desarrollo de negocio de Aberdeen para Iberia, quien considera que la industria de gestión de activos ya ha experimentado una progresiva reducción de las comisiones de gestión a la baja (adaptándose a la mayor liquidez y profundidad de distintos mercados, mayor presencia de actores, reducción de márgenes, incremento de legislación…) en aquellos activos en los cuales el acceso es cada vez más simple. “Sería muy peligroso y en cierto modo demagógico hacer una demanda de reducción de comisiones generalizada con independencia del tipo de activo y del valor añadido que pueda aportar la presencia de un equipo especializado. ¿Cómo se remuneraría a los gestores con talento para detectar oportunidades de inversión a largo plazo o para evitar riesgos a corto? ¿Vamos a considerar la inversión como lo que es, inversión, o como un casino donde el valor del análisis de los negocios no cuenta?”, se pregunta la responsable.

La presión sobre la industria es clara. La resume en una frase Rafael Romero, director de Inversiones de Unicorp Patrimonio: “gestión activa sí, pero de calidad y a un precio justo”. Para el sector, la dificultad del entorno actual hace que aquellas gestoras con una propuesta de valor de gestión activa que han basado su modelo de negocio en amasar patrimonio se encuentren hoy en una encrucijada: bajar comisiones para conseguir ofrecer alfa neto de comisiones, lo que implica reducir la rentabilidad de su negocio; o mantener comisiones, y optar por maximizar su rentabilidad a través del talento del equipo gestor, e intentar aportar alfa de manera sostenible en el tiempo una vez descontadas comisiones.

“Amasar patrimonio suele ser difícilmente compatible con la segunda opción. Por tanto, es más probable que la gran mayoría de las gestoras opten por reducir comisiones, dejando así a un pequeño reducto de gestores de alto alfa con patrimonios más limitados y focalizados en la optimización del valor de su negocio a través de compartir el éxito de las extra rentabilidades con sus inversores de forma equilibrada y justa”, asegura David Cienfuegos, director de inversiones de Willis Towers Watson. En su opinión, la bajada de precios generalizada en la industria está a la vuelta de la esquina.