¿Qué ha llevado al éxito al Carmignac Global Bond en 2016?

Charles Zérah (Carmignac)
Foto cedida

En su conferencia anual celebrada en París, Carmignac ha explicado cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la renta fija en 2017 y también cómo se ha adaptado el Carmignac Portfolio Global Bond, fondo con la calificación Blockbuster Funds People, para capear con éxito las dificultades. Lo hacen tras un 2016 en el que la estrategia ha brillado al ofrecer una rentabilidad del 9,46%, lo que le ha permitido superar al 95% de los fondos de su categoría. Esto lo consiguieron asumiendo una volatilidad del 4,6%. Ha sido de largo el mejor año desde que Charles Zérah gestiona este producto, que actualmente cuenta con 850 millones de euros en activos bajo gestión, según datos de Morningstar. ¿Dónde han estado las claves del éxito?

La primera parte del año estuvo marcada por una elevada duración en deuda pública de países core, una exhaustiva selección de deuda emergente y oportunidades atractivas en bonos subordinados de bancos y bonos de titulización de  Europa, mientras que las posiciones cortas en deuda pública estadounidense y alemana fueron una estrategia clave en el segundo semestre.

Siendo más concreto, el primer semestre estuvo marcado por una elevada duración modificada debido al riesgo de desinflación en muchas economías desarrolladas. Fluctuó en su mayor parte entre 7 y 10 años,  con  especial hincapié en la deuda  pública de EE.UU., Alemania, Australia y Nueva Zelanda. Se benefició del acusado descenso de los rendimientos en estos países. La elevada ponderación del dólar y el yen en la cartera como cobertura frente a la aversión al riesgo en los mercados financieros también resultó ser beneficiosa. Después del hundimiento de los tipos de interés durante la primera mitad del año, redujeron considerablemente los riesgos en la cartera. Para ello, recortaron la duración modificada total tomando posiciones cortas en deuda pública estadounidense y alemana, reduciendo la asignación a la deuda pública de los países periféricos europeos y elevando el componente de efectivo y activos líquidos equivalentes.

De  cara  al  futuro,  en el equipo esperan que la inflación estadounidense suba más rápido de lo que opina el consenso, mientras que las posibles políticas proteccionistas y de mayor  gasto  público en el Reino Unido, EE.UU. y Japón podrían impulsar los tipos largos a corto plazo. “Hemos iniciado posiciones en bonos del Tesoro estadounidense protegidos frente a la inflación (TIPS) y hemos gestionado activamente la exposición  de  la cartera a las divisas refugio para capear los periodos de mayor volatilidad”, afirman.

El enfoque basado en convicciones y oportunista de Carmignac Portfolio Global Bond se centró especialmente en aprovechar las primas de riesgo atractivas en los mercados emergentes, más concretamente en el segmento de la deuda denominada en divisa local.

“La deuda de los mercados emergentes sigue ofreciendo oportunidades interesantes, impulsada por la estabilización macroeconómica de China, el repunte del precio de las materias primas, la mejora de la balanza por cuenta corriente de algunos países emergentes y unos rendimientos cada vez más atractivos frente a los que ofrecen los países desarrollados. Sin embargo, ser selectivos es determinante en un entorno que sigue marcado por la volatilidad. Evaluar el conjunto de riesgos y oportunidades de un país es fundamental para detectar los títulos más atractivos en este heterogéneo universo. Además, creemos que los países exportadores de materias primas deberían seguir ofreciendo primas de riesgo atractivas de la mano de la depreciación de sus monedas y la compresión relativa de los rendimientos, a diferencia de los países emergentes manufactureros”.

En cuanto a la deuda corporativa, mantuvieron su exposición a los bonos subordinados del sector bancario europeo y a las obligaciones europeas garantizadas por préstamos durante todo el año.

Según el equipo, la deuda emitida por los campeones nacionales de la banca europea debería registrar un comportamiento positivo, ya que la tendencia plurianual de reducción del riesgo, disminución del apalancamiento y refuerzo de la legislación en el sector permite rebajar el excesivo descuento por riesgo sistémico en los diferenciales de la deuda emitida por los  bancos. “En concreto, el cambio en la normativa del sector bancario desde los  rescates  sufragados por los contribuyentes a las restructuraciones y resoluciones financiadas por los acreedores ordinarios debería incrementar la diferenciación en materia de riesgos y la búsqueda de la calidad. Además, la entrada del BCE en el mercado de bonos con grado de inversión de entidades no bancarias de la zona del euro, con   unas valoraciones que ya estaban caras, debería obligar a los inversores a rotar hacia nuestras temáticas favoritas en el sector bancario. Por último, las obligaciones europeas garantizadas por préstamos, las limitaciones normativas y los remanentes de la crisis nos permiten beneficiarnos de unos diferenciales muy atractivos teniendo en cuenta la ausencia casi completa de impagos en la historia de estos títulos”, concluyen.