¿Qué hace falta para atraer al inversor minorista hacia la ISR?

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Funds People

Varias son las claves de las que está pendiente el futuro desarrollo de la inversión socialmente responsable en España. Gestores y profesionales del sector las han analizado en un desayuno organizado por Funds People y patrocinado por Nordea.

David García, responsable de ISR de Santander Asset Management, apunta varias. Por un lado, cree necesario que se incremente la oferta, algo que ya ha comenzado a ocurrir. En los nueve primeros meses del año se han lanzado prácticamente la mitad del número de fondos españoles que había al cierre de 2017, lo que indica dos cosas, “que las entidades gestoras y distribuidoras han detectado la mayor exigencia por parte de los inversores de este tipo de productos o han visto potencial de crecimiento; y que había una oferta escasa de producto español”. Por tanto, cree que uno de los retos es “tener una oferta algo más amplia, más diversificada y que se vaya ajustando y amoldando a los distintos perfiles inversores que hay en España”.

Otro elemento a tener en cuenta es la formación. “En España está irrumpiendo la ISR y se necesita formar internamente a los equipos en las gestoras, formar a las redes de distribución y formar a los clientes en lo que es y lo que aporta este tipo de inversiones”. Esto último es especialmente importante por el perfil conservador del inversor español, una actitud que le lleva a ser ligeramente cortoplacista, “y la ISR viene a ayudar a lo contrario, a tener paciencia, a concebir las inversiones con una perspectiva más de largo plazo. Si eso se consigue transmitir estaremos contribuyendo a mejorar la calidad de las inversiones en España y ayudando a que el inversor, con ese mayor conocimiento financiero, esté más tranquilo a la hora de invertir con una perspectiva de largo plazo”, asegura David García.

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Más rentabilidad, menos riesgos

Alberto Estévez, responsable de fondos mixtos e ISR en el Departamento de Inversiones de BBVA, coincide en que se necesita mayor educación y transparencia. “Por un lado, creo que hay un prejuicio, un mito en los inversores, que creen que la inversión sostenible tiene que venir aparejada con un decremento de la rentabilidad, y eso es totalmente falso”. De hecho, comenta que ocho de cada 10 estudios académicos aseguran que la ISR sí contribuye a la rentabilidad, igual o positivamente; y destaca que en lo que hay consenso absoluto es en que permite reducir riesgos”. Pero no se trata solo de un tema de rentabilidad-riesgo, sino que, además, al incorporar la ISR se toman decisiones de inversión más completas.

“El mundo está cambiando mucho. Hace 40 años el valor intangible de una compañía representaba entre un 15% y un 17%, y ahora representa un 87% del valor de la empresa en el mercado americano y un 70% en el europeo. Esto quiere decir que el valor intangible es mucho más importante ahora que antes, y la mayor parte de ese valor intangible lo desvelan los criterios extrafinancieros o ISR, lo que indica que este tipo de inversiones te permite tomar decisiones más completas”, apunta Alberto Estévez.

Además de todos estos elementos que permiten el crecimiento tanto de la oferta como de la demanda, Jorge González, seleccionador de fondos de ISR para carteras discrecionales y fondos de fondos de Tressis, apunta uno más: el registro por parte de gestoras internacionales de nuevos productos. “Esos registros permiten a los que tomamos decisiones de inversión tener un abanico más amplio de productos que ofrecer a los clientes o simplemente productos que incorporar a nuestras carteras de inversiones, de los fondos, de los planes de pensiones”. Este mayor registro de productos lo considera un elemento importante en el mercado español de cara al cliente retail, a que cuenten con una oferta de fondos que sea traspasable y esté registrada.

Formación en las redes de distribución

Jorge González considera que “lo que queda ahora es que las redes de distribución, los agentes, los banqueros presenten a los clientes esta alternativa de inversión. El cliente es conservador, no solo a la hora de gestionar sus riesgos sino también a la de cambiarse de tipología de inversión, de dar el paso a incluir cosas nuevas en cartera que ya no sea el típico fondo de renta fija a corto plazo sino otro producto con un elemento nuevo que desconocían y que a lo mejor no les termina de convencer. Ese elemento es el que las entidades estamos intentando empujar, explicar, y para ello también tenemos que formar a nuestros banqueros, a nuestras redes de distribución”.

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Jordi Balcells, responsable de ISR y de las inversiones de crédito de VidaCaixa, apunta otra clave, el papel que han jugado en la industria las comisiones de control. Explica que todos los fondos de pensiones de empleo cuentan con una, donde hay representación de los partícipes y de la empresa o promotora. “Los aspectos sociales han sido tenidos en cuenta desde hace más de 15 años en la gestión de las inversiones. Este hecho ha generado un constante diálogo con nosotros y hemos ido desarrollando nuestro modelo junto con las comisiones de control”.

El reto es saltar de ese mundo de fondos de pensiones colectivos profesionalizados al segmento retail: “Al final la banca es el contacto último para el cliente. Hay cursos de formación para la banca privada, para los empleados, y ahí te das cuenta de que lo que nosotros tenemos tan interiorizado es desconocido por muchos”. Según comenta Jordi Balcells, la mayoría de las personas no percibe que hay un vínculo directo entre una inversión y la sostenibilidad. “Sin embargo, es importante ver esta situación como una oportunidad de ofrecer al segmento retail una opción que les resultará interesante, sobre todo teniendo en cuenta que sostenibilidad y rentabilidad no son incompatibles, sino todo lo contrario”, añade.

En Spainsif también consideran clave la formación interna para promover la ISR. Javier Garayoa, director general de la asociación, asegura que es imprescindible para quienes tienen que vender el producto con el objetivo de lograr un asesoramiento proactivo: “Se trata de explicar al cliente, de forma clara, las bondades de los productos ASG, tanto desde la vertiente de los riesgos como de la rentabilidad a medio y largo plazo”.

También subraya que la formación ha de ser general, para todos los intermediarios y comercializadores financieros, evitando la diferenciación entre quienes conocen los productos convencionales y los especialistas en ASG, afirma Javier Garayoa.

Más colaboración y sinceridad en la industria

El punto de vista de la gestora internacional lo puso sobre la mesa Cristian Balteo, representante de Ventas para clientes mayoristas e institucionales de Nordea Asset Management en la Península Ibérica. Coincide en que lo que falta para que se incrementen las entradas netas de dinero en estos productos es más formación y oferta, pero, en general, considera que, “tal y como establecen los Principios de Inversión Responsable (PRI) de Naciones Unidas, es necesario que los actores nos pongamos de acuerdo y trabajemos juntos para materializarlos”.

Considera que hace falta compartir know how y encontrar maneras de pactar un mensaje claro y transparente para que el distribuidor lo haga llegar al cliente de la forma más limpia posible, “pero para eso nos tenemos que sentar y colaborar unos con otros, no mirarnos como competencia sino como socios en el desarrollo de una nueva línea de negocio que no solo puede ser constructiva para nuestra cuenta de resultados sino también para la sociedad y para los inversores a largo plazo”. Cristian Balteo cree que esto es lo que hace falta, y también sinceridad por parte de la industria de la gestión de activos, “entender nuestras limitaciones, qué podemos hacer y qué no. Seguro que el inversor agradecerá esta sinceridad y será más proclive a confiar en que verdaderamente hacemos lo que decimos”.