Qué interpretar de la corrección de estos días, cómo replantearse la asignación de activos a corto y largo plazo, y cómo recalibrar las previsiones macroeconómicas y de tipos de interés tras los últimos acontecimientos. Las gestoras internacionales contestan.
Qué mensaje puede transmitir un banquero privado o asesor a su cliente con las caídas de estos días

Para Vincent Mortier, Director de Inversiones del Grupo Amundi, el reciente anuncio de aranceles ha eliminado parte de la incertidumbre comercial, pero no toda. Las reacciones de otros países y una posible escalada por parte de Trump —especialmente si se producen represalias— siguen siendo factores abiertos. “Aunque Trump ha intentado restar tensión afirmando que solo estamos gravando la mitad de lo que ustedes nos gravan a nosotros, es poco probable que China o la UE compartan esta visión”, opina el experto. Además, ha dejado claro que los aranceles se mantendrán hasta que el déficit comercial se resuelva o mitigue.
Por ahora, Mortier ve probable que se aplique el arancel universal del 10% a partir del 5 de abril, mientras que los aranceles personalizados previstos para el día 9 están más abiertos a la negociación. “Este podría ser solo el primer paso de un esfuerzo más amplio para rediseñar el marco comercial y financiero global, con la idea de aceptar dolor a corto plazo a cambio de beneficios a largo”, interpreta.
Impacto económico
En cuanto al impacto macro, Mortier ve que la economía estadounidense se está desacelerando más rápidamente de lo que anticipaban los mercados hace tres meses, en gran parte por la incertidumbre política. Los nuevos aranceles —más altos de lo esperado— afectarán aún más a la confianza empresarial y del consumidor, ya debilitada. A corto plazo, la inflación repuntará, prevé el experto, pero a medio plazo el impacto será más negativo sobre el crecimiento. Pese al aumento de los riesgos de recesión, aún no se dan sus desencadenantes típicos: la política fiscal sigue siendo acomodaticia, se prevén nuevos recortes de tipos por parte de la Fed, el petróleo sigue barato y los balances están en buena forma.
Implicaciones para la inversión
En este entorno, Mortier cree que los inversores deben prepararse para más volatilidad y dispersión, tanto en renta variable como en renta fija. La presión sobre el dólar podría aumentar a medida que los mercados asimilen el impacto sobre el crecimiento, el surgimiento de nuevas alianzas en Asia y la respuesta europea.
- Aunque no prevén una recesión inminente, los beneficios empresariales se verán presionados, especialmente por el aumento de costes. Las grandes empresas podrían sufrir más que las de pequeña y mediana capitalización.
- Han reducido exposición a renta variable, favoreciendo una diversificación selectiva hacia emergentes como China e India, y también Europa.
- En renta fija, mantienen una posición neutral en duración en EE. UU. y sobreponderan la duración europea.
- Refuerzan la diversificación con oro y mantienen coberturas sobre renta variable estadounidense. El yen también sigue siendo una protección útil ante un deterioro acelerado del entorno macro.
En este entorno, el deterioro de la confianza y el impacto sobre el gasto podrían acentuarse. A diferencia del consenso de mercado, BlackRock no cree que la Reserva Federal tenga mucho margen de maniobra. “El presidente Jerome Powell reiteró la prioridad de la estabilidad de precios, lo que refuerza nuestra opinión de que las expectativas de varios recortes de tipos este año son excesivas”, argumenta Wei Li, responsable global de estrategia de inversión en BlackRock.
A corto plazo, han reducido exposición a renta variable y acortado el horizonte táctico a tres meses. “Si la situación se aclara rápidamente, estaríamos dispuestos a volver a aumentar riesgo”, matiza la experta. Mientras tanto, favorecen los bonos del Tesoro de EE. UU. a corto plazo como refugio frente a la volatilidad, y mantienen una infraponderación en deuda a largo plazo por los déficits estructurales y la inflación persistente. El oro se mantiene como una buena herramienta de diversificación a sus ojos.
Aunque están más cautos respecto a los grandes índices, las recientes dislocaciones están generando oportunidades a nivel de selección de valores, afirma. “Las megatendencias estructurales, como la inteligencia artificial, siguen impulsando rentabilidades. En Europa, el plan alemán de un billón de euros en defensa e infraestructuras abre oportunidades en ese sector. Una posible emisión conjunta de deuda por parte de la UE —como durante la pandemia— podría reforzar esa dinámica”, argumenta.
2/12En ausencia de revisiones significativas, los aranceles anunciados el 3 de abril suponen un shock estagflacionario para la economía estadounidense, con el potencial de frenar el crecimiento y aumentar los riesgos de recesión. En opinión de BNP Paribas AM, los mercados están reaccionando con una marcada aversión al riesgo, al reevaluar el excepcionalismo estadounidense.
El mejor escenario, a su parecer, sería una moderación de los aranceles tras las negociaciones en los próximos meses. “De no producirse, podrían alterar las condiciones del comercio global, especialmente para los países con mayor dependencia de las exportaciones hacia EE.UU.”, avisan. Las principales incógnitas son si estos aranceles se utilizan como herramienta de negociación y en qué medida podrían moderarse por presiones económicas, políticas o legales.
Un riesgo clave que ven en BNP Paribas AM es que la imposición de aranceles desencadene represalias. En el peor de los casos, una venta masiva desordenada en los mercados bursátiles podría agravar la incertidumbre y afectar decisiones de inversión y gasto.
Posicionamiento
Los equipos de renta variable de BNP Paribas AM han reducido su exposición a compañías vulnerables a shocks arancelarios o de crecimiento, rotando hacia firmas con balances sólidos, menor exposición internacional y buena visibilidad de ingresos. En algunos casos, están favorecido compañías grandes con ciclos largos.
En las carteras multiactivo, mantienen una exposición neutral a renta variable frente a los índices, sobreponderan el oro y esperan mayor claridad en la política estadounidense antes de aumentar riesgo en renta fija. En este segmento, anticipan que la Reserva Federal mantendrá su política en pausa en el corto plazo, intentando equilibrar el repunte inflacionario con un crecimiento debilitado.
Si los aranceles se mantienen, esperan impactos negativos en crecimiento y empleo visibles a partir de septiembre, lo que podría llevar a la Fed a recortar tipos. En renta fija, sobreponderan vencimientos de 5 a 7 años, en previsión de un ciclo de recortes desde septiembre y a lo largo de 2026.
En la eurozona, donde el impacto es más desinflacionario, están sobreponderando duración y anticipan un recorte del BCE hasta el 2% en 2025.
3/12"El nerviosismo de los mercados bursátiles nos recuerda que incluso los mercados alcistas más fuertes pueden tropezar. Esta es la razón por la que los periodos de volatilidad del mercado son inevitables, pero no permanentes", comparte Mario González, responsable del negocio España, Portugal y US Offshore de Capital Group. Cuando los mercados son alcistas, pueden ser sensibles incluso a noticias modestamente decepcionantes. Pero si echamos un vistazo a la historia, veremos que las caídas de los mercados se han producido con cierta regularidad. Según los cálculos de la gestora estadounidense, las correcciones (caídas del 10% o más) se han producido aproximadamente una vez cada 18 meses, y las caídas del 5% o más, unas dos veces al año.
"Para los inversores pacientes que mantienen cierto equilibrio en sus carteras y se centran en el largo plazo, esa incertidumbre del mercado es más bien ruido de fondo. En este contexto, puede que haya llegado el momento de que los inversores busquen un equilibrio entre el crecimiento del capital y su preservación", concluye.
4/12La visibilidad con la que suele jugar la bolsa se ha reducido de forma notable, reconoce Mariano Arenillas, responsable para Iberia de DWS, ya que los movimientos que el presidente americano impone, a través de sus órdenes ejecutivas, son de todo menos predecibles, por lo que se puede esperar una cosa y la contraria. Ante este escenario, ve muy difícil estimar o meter en modelos las consecuencias de lo ocurrido hasta ahora, toda vez que se esperan aún las reacciones a los aranceles por parte de economías muy relevantes a nivel mundial y siempre queda la esperanza que, ante el deterioro bursátil, Donald Trump pueda revertir parte de sus decisiones.
“Lo que sí parece cierto es que, llegados a este punto, el daño se ha hecho y es irreparable en su totalidad, se ha quebrado la confianza en la dirección a la que la mayor economía del mundo se dirige”, analiza el directivo. Desde DWS, ahora dan un 50% de probabilidades de recesión a EE.UU., mientras que hace tan solo cuatro meses esta probabilidad era prácticamente desechable.
Ante este escenario, y tras el daño sufrido en las carteras, la gestora alemana cree que la postura a adoptar debe favorecer más que nunca la diversificación, no solamente entre activos bonos, acciones, divisas, materias primas…sino dentro de un mismo activo, como pueden ser las acciones, dando entrada a estrategias más defensivas como pueden ser infraestructuras, dividendos, sector industrial o eléctricas, todos ellos sectores más defensivos y protegidos de los aranceles aplicados.
5/12En momentos como estos, Óscar Esteban, responsable de negocio para España y Portugal de Fidelity International, cree que vale la pena recordar un principio de inversión importante: aunque los mercados suben con el tiempo, no lo hacen en línea recta. “El precio que pagamos por el rendimiento a largo plazo de las acciones en comparación con activos aparentemente más seguros como bonos y efectivo es la volatilidad del mercado de valores. Pero los retornos a largo plazo solo se acumulan para los inversores que son capaces de mantener la calma durante momentos de desajuste en el mercado, que evitan cristalizar pérdidas vendiendo después de caídas pronunciadas e incluso aprovechan las caídas del mercado para aumentar sus valores a precios atractivos” explica.
Y Esteban nos ofrece contexto: el índice global MSCI All Countries World ha vuelto a donde estaba hace solo ocho meses y en tres años sigue subiendo un 16,1%, el FTSE 100 ha vuelto a donde estaba en marzo del año pasado y aún ha subido un 12,3% en su nivel de hace tres años y los índices de Estados Unidos, el S&P 500 y el Nasdaq, han vuelto a los niveles de mayo del año pasado y han subido un 16,9% y un 20,1%, respectivamente, en tres años.
“También vale la pena considerar lo que sucede después de grandes caídas de un día en el mercado”, insiste. Mirando las 10 mayores caídas de un día para el FTSE 100 desde el año 2000, la historia muestra que los inversores típicamente han disfrutado de retornos positivos en los años siguientes - incluso cuando el rendimiento a corto plazo fue accidentado. Después de la caída por COVID en marzo de 2020, por ejemplo, dicho índice subió casi un 60% en tres años. Incluso después de las pronunciadas caídas de la crisis financiera global, los mercados se recuperaron con fuerza. Por supuesto, estas rentabilidades pasadas no garantizan resultados futuros.
Así, “el verdadero impacto de los movimientos depende de cuánto tiempo falte hasta que necesites acceder a tu dinero”, defiende. “Cualquiera que todavía tenga al menos 10 años hasta que lo necesite (por ejemplo, para la jubilación), probablemente pueda permitirse relajarse más en respuesta a estos eventos”, afirma. Si su cartera para la jubilación pierde valor a corto plazo, tendrá mucho tiempo para que esas pérdidas se recuperen. “Además, las pérdidas de ahora pueden trabajar a tu favor porque te permiten comprar activos a valores más bajos, lo cual puede puede aumentar tu rentabilidad a largo plazo”, añade.
Si está un poco más cerca de necesitar el dinero, la preocupación es que las pérdidas pronunciadas no tengan tiempo de recuperarse. Sin embargo, muchos inversores en esta posición disfrutarán de cierta protección contra las caídas del mercado de valores porque mantienen una proporción de su dinero en activos de menor riesgo como bonos y efectivo. Como bien recuerda, después de un largo período en el que los bonos han decepcionado, están desempeñado el papel de salvavidas en estos momentos. Los temores a una desaceleración económica han visto una huida hacia la seguridad de la renta fija, empujando al alza los precios.
6/12“Hay que separar el corto y el largo plazo”, pide Fernando Fernández-Bravo, Head of Active Distribution Iberia de Invesco. Es cierto que a corto plazo podemos asistir a episodios de fuerte volatilidad y presión vendedora, tanto en Estados Unidos como a nivel global, pero desde Invesco creen que se trata en parte de un problema autoinducido, se ha creado un problema donde no lo había y por tanto también es posible ver una solución en la misma línea.
Por eso e incluso ante la posibilidad de que finalmente se pueda producir realmente una recesión, la gestora defiende que, por la naturaleza de esta crisis a largo plazo, lo que tenemos delante es una oportunidad de inversión para tomar posiciones a precios atractivos. “Lo importante es tener una cartera diversificada, eligiendo bien los activos en los que debemos tomar esas posiciones”, afirma Fernández-Bravo.
7/12Ante la situación en los mercados en los últimos días y las caídas generalizadas, podría resultar tentador tomar la decisión de reducir la exposición a activos de riesgo en las carteras. “Pero hay razones para preguntarse si ésta es la estrategia correcta en estos momentos”, advierte Lucía Gutierrez-Mellado, directora de Estrategia para España y Portugal de J.P. Morgan AM. En primer lugar, porque aún es posible que los movimientos del mercado y la pura realidad práctica de aplicar estas políticas en cuestión de días, lleven a que las políticas se moderen y exista margen para la negociación. En este sentido, ve fundamental no dejarse llevar por la volatilidad provocada por los constantes flujos de noticias.
Además, insiste en la importancia de no subestimar la posibilidad de que aparezcan noticias positivas en materia de política monetaria y fiscal. “Los gobiernos de todo el mundo podrían optar por reaccionar ante el probable impacto de los aranceles sobre el crecimiento mediante un aumento del gasto o recortes fiscales para apoyar a las empresas y los consumidores nacionales”, argumenta. En este escenario, la atención del mercado podría desplazarse hacia los riesgos inflacionistas, en lugar de hacia los inconvenientes para el crecimiento.
Por todo esto, la experta piensa que tener un enfoque activo en la inversión es más crucial que nunca, ya que la capacidad de selección permite a los inversores evitar mercados o sectores más expuestos a la incertidumbre comercial actual, así como inclinarse por segmentos del mercado que puedan haber corregido en exceso en respuesta a las recientes noticias. Una adecuada diversificación geográfica y un posicionamiento que proporcione una protección adecuada contra la inflación también son fundamentales para las carteras de inversión en un escenario como el actual. Por último, las estrategias orientadas a la generación de rentas también pueden servir para aportar cierta estabilidad a las carteras.
8/12
“Los mercados suben y bajan: es una realidad inevitable a la que los inversores se han enfrentado durante décadas”, recuerda Ben Rizzuto, estratega patrimonial de Janus Henderson. Aunque la volatilidad reciente pueda resultar inquietante, la historia nos recuerda que las caídas son temporales y que las reacciones emocionales suelen amplificar el dolor. “Como enseñaba el filósofo estoico Epicteto, nuestro poder no reside en controlar los acontecimientos externos, sino en gestionar nuestras respuestas”, afirma.
Por eso, Rizzuto cree que, en lugar de centrarnos en los vaivenes a corto plazo, deberíamos enfocarnos en lo que sí podemos controlar: mantener la disciplina, ceñirnos a nuestros objetivos a largo plazo y evitar decisiones impulsivas motivadas por el miedo. La perspectiva es fundamental, insiste; las correcciones y las recesiones han ido y venido, pero los mercados han premiado históricamente la paciencia.
“Epicteto sostenía que la verdadera libertad se alcanza a través del conocimiento, no solo de los mercados, sino también de nuestros propios sesgos, como la aversión a las pérdidas”, añade Rizzuto. Cuando reina la incertidumbre, el experto insiste en que conviene tomar distancia, silenciar el ruido y reflexionar. “El objetivo no es anticipar cada giro del mercado, sino construir resiliencia. Si anclamos nuestras conversaciones en la filosofía y en los hechos —y no en los titulares—, podemos transformar la volatilidad de una amenaza en una prueba de sabiduría”, sentencia.
9/12“Las recientes sorpresas en materia de política —desde el fuerte aumento del gasto en defensa en Europa hasta los últimos anuncios de aranceles en Estados Unidos— han añadido una nueva capa de complejidad a unos mercados que ya se mostraban cautelosos”, reconoce Henrik Stille, gestor de la estrategia Nordea European Covered Bond Opportunities. Como se ha visto en marzo y de nuevo a principios de abril, la volatilidad en los mercados de renta variable e incluso en la deuda soberana ha recordado a los inversores lo rápido que puede cambiar el sentimiento. En estos momentos, tener exposición a renta fija de alta calidad, incluyendo tanto deuda gubernamental como covered bonds, ha demostrado ser una fuerza estabilizadora en las carteras, defiende el gestor.
A pesar de las caídas generalizadas en los mercados, ciertas estrategias construidas en torno a estos activos han mostrado resiliencia y consistencia, preservando capital tanto frente a los shocks de tipos de interés como a los geopolíticos. “Para los clientes que permanecen en liquidez o que se sienten inquietos ante la exposición a renta variable, esto pone de relieve el valor de activar el capital mediante asignaciones conservadoras y diversificadas de renta fija diseñadas para afrontar momentos de incertidumbre”, asegura Stille. En su opinión, estas herramientas pueden ayudar a generar un rendimiento estable sin depender del momento del mercado o de predicciones sobre los rendimientos, y representan una forma eficaz de involucrar a los inversores en el entorno impredecible actual.
10/12El arancel promedio en EE.UU. puede pasar de 4% a cerca del 20%, reconfigurando la perspectiva para las acciones, bonos y divisas. De hecho, con la escalada de la guerra comercial y represalias de China Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM, calcula una probabilidad de recesión en EE.UU. del 50 % o más, significativamente más que hace unos meses, a menos que Trump dé marcha atrás. “Hay margen para la negociación y desescalada, pero de momento para nuestros economistas los aranceles pueden reducir el crecimiento del PIB de EE.UU. en 2025 hasta en 2 % y aumentar la inflación hasta en 3 %. Si se aplican plenamente los aranceles los beneficios de las empresas estadounidenses pueden reducirse un 15 % y los múltiplos de precio/beneficio en 10% más”. avisa Paolini.
La reducción de los tipos de interés reales puede proporcionar alivio, pero solo parcial. En el escenario de recesión que contempla el experto, el índice S&P 500 puede llegar a caer hasta alrededor de los 4.500 puntos. Paolini también cree que Japón y Europa continental se enfrentan a desafíos significativos, pues son grandes exportadores de productos. Por su parte, las economías asiáticas más pequeñas y dependientes del comercio se pueden ver aún más afectadas.
Así el experto cree que conviene reducir la exposición a riesgo y centrarse en activos seguros y sectores defensivos. Entre los activos refugio se encuentra el oro y el franco suizo, especialmente a medida que el dólar se debilita. Por sectores defiende que convienen los servicios públicos y telecomunicaciones, pero consumo básico y sectores tecnológicos son más vulnerables. En renta fija ve atractiva la deuda y bonos ligados a la inflación de EE. UU. a diez años, pero conviene la precaución respecto a deuda empresarial de alta rentabilidad.
“En todo caso, las valoraciones de la renta variable están ahora menos ajustadas que a finales de 2024 y el sentimiento de los inversores ya es bastante negativo, lo que ayuda a limitar el riesgo a la baja”, matiza.
Las oportunidades globales por regiones incluyen acciones de China, que se pueden beneficiar de un posible estímulo monetario y fiscal, además de la India, más aislada de los aranceles, dado que su economía está orientada a los servicios. Además, Reino Unido estará sujeto a un arancel más modesto, del 10 % y su mercado de renta variable ofrece alta rentabilidad por dividendo y una exposición relativamente alta a materias primas y a sectores defensivos.
11/12“La naturaleza inestable de la situación exige cautela antes de tomar medidas inmediatas, pero creemos que la volatilidad del mercado presentará oportunidades, como vimos durante las turbulencias del mercado causadas por la pandemia de Covid”, avisa Leonardo Fernández, director general para Iberia de Schroders. Ve importante destacar que los movimientos del mercado en lo que va de año, que se han intensificado en los dos últimos días, están provocando movimientos significativos en áreas que, en su opinión, siguen siendo estructuralmente atractivas desde una perspectiva plurianual. “Centrarse en ganadores estructurales y empresas con posiciones competitivas fuertes es la clave en este entorno de mercado”, defiende.
En concreto, las empresas que se benefician de tendencias de crecimiento seculares y de una sólida posición competitiva, en su opinión, podrían contribuir a mejorar la rentabilidad de las carteras a largo plazo. Del mismo modo, las empresas de calidad que piensan en la planificación a largo plazo, la resistencia y diversificación de la cadena de suministro y las relaciones con los clientes deberían ser más capaces de sortear estos aranceles y los consiguientes cambios en el panorama competitivo. “Este tipo de empresas suelen sufrir presiones de venta inicialmente en momentos de mayor incertidumbre y riesgo de mercado, pero podrían ofrecer una mayor rentabilidad ajustada al riesgo a medida que la dinámica del comercio se ajusta y los mercados se normalizan”, explica.
“Además, y como siempre decimos, diversificar las carteras es importante”, añade. Y este caso es un buen ejemplo: a las carteras diversificadas les ha ido mejor porque los bonos han actuado como diversificador. Si se trata de un shock de crecimiento (como este), los bonos pueden ayudar a gestionar ese riesgo”.
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