¿Qué requisitos debe reunir un fondo para que la probabilidad de que le entre dinero sea mayor?

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Alles-schlumpf, Flickr, Creative Commons

Consistencia e innovación. Esas son las dos palabras mágicas en la industria de gestión de activos. Durante los últimos años, el sector ha experimentado una significativa concentración de los flujos, una tendencia que no solo hace referencia a nivel de gestoras, sino también al tipo de producto. En este sentido, los inversores buscan principalmente en los fondos dos cosas. La primera de ellas -y quizás más importante- es la consistencia en la gestión. Lo demuestra el último informe de Morningstar ‘2014: Global Asset Flows Report’, que un año más refleja una importante concentración de flujos en los productos con rating cuatro y cinco estrellas Morningstar, un aspecto que el inversor parece valorar especialmente a la hora de seleccionar un fondo de inversión.

De acuerdo con dicho informe, las entradas netas que la firma de análisis estima recibieron el año pasado los productos con cinco y cuatro estrellas fueron de 338.000 y 255.000 millones de dólares, respectivamente, mientras que los fondos con tres estrellas (-75.000 millones de dólares), dos estrellas (-133.000) y una estrella (-33.000) sufrieron salidas de dinero. Lo sucedido en 2014 es una continuación de la tendencia apreciada en 2013, año en el que las entradas netas que recibieron los productos con cinco y cuatro estrellas fueron de 279.000 y 77.000 millones de dólares, en cada caso, lo que se contrapone con las salidas percibidas en los fondos con tres estrellas (-191.000 millones de dólares), dos estrellas (-141.000) y una estrella (-32.000).

En 2014, cuatro de cada diez euros invertidos en fondos estaba en productos con cuatro y cinco estrellas Morningstar. En lo que respecta a los fondos con cinco estrellas, el crecimiento orgánico registrado el año pasado fue del 12,4%, mientras que en el caso de los productos con cuatro estrellas, del 3,4%. Los activos netos invertidos en los fondos con la máxima calificación crediticia alcanzaron a cierre de diciembre los 3,2 billones de dólares (11% del total de la industria), en tanto que en el caso de los productos con cuatro estrellas el patrimonio contabiliza 8,2 billones (acaparando el 28% de la cuota de mercado). Pero… ¿cómo conseguir que el fondo sea distinguido con las cuatro o cinco estrellas?

El rating Morningstar es una calificación cuantitativa. Se basa únicamente en cálculos de rentabilidad y riesgo pasados, no interviniendo factores subjetivos o cualitativos en la valoración del fondo. No es un indicador de buen comportamiento futuro, aunque sí sirve como primera guía para comparar fondos dentro una misma categoría. Para elaborar el rating, Morningstar ordena los fondos en función de la rentabilidad ajustada al riesgo dentro de sus respectivas categorías. El rating final que calcula la firma de análisis se traduce en un determinado número de estrellas. El 10% de los mejores fondos reciben cinco estrellas, el 22,5% siguiente cuatro, el 35% siguiente tres, el 22,5% siguiente dos y el 10% de los peores fondos una (leer: '¿Qué requisitos debe cumplir un fondo para tener cinco estrellas Morningstar?').

Innovación: el 35% está invertido en fondos con menos de tres años de vida

El otro aspecto importante a tener en cuenta a la hora de analizar cómo se están moviendo los flujos hace referencia a la innovación, concretamente a cómo los productos con un historial inferior a los tres años de vida están logrando atraer la inversión. Según las cifras recogidas en el mismo informe, las captaciones netas estimadas que el año pasado se han ido a productos con un track record inferior a uno, dos y tres años fueron positivas. Destacan especialmente los 450.000 millones de dólares que entraron en fondos con un histórico inferior al año, mientras que los productos de entre uno y dos años registraron entradas netas en 2014 de 274.000 millones. No obstante, la cuota de mercado de este tipo de fondos sobre el global sigue siendo muy pequeña (sumadas apenas representan el 5% del total).

Los que sí cuentan con un peso específico muy elevado son los productos con una vida de entre dos y tres años. El año pasado recibieron 272.000 millones de dólares en entradas netas y la cuota de mercado representa el 29% sobre el conjunto (8,3 billones de dólares). En consecuencia, no es de extrañar el esfuerzo comercializador que están haciendo los equipos de ventas en este tipo de productos, sobre todo si son fondos que durante sus 36 meses de vida han sido capaces de ofrecer buenos resultados. Tampoco el especial empeño en términos de innovación que están haciendo las gestoras, lanzando al mercado nuevos productos que sean capaces de satisfacer las necesidades de un inversor que demanda soluciones y que es cada vez más exigente.