Funds People realiza una serie dedicada a conocer en profundidad los equipos responsables de este área, las características del servicio y los retos a los que se enfrentan.
El servicio de gestión discrecional de carteras crecerá con fuerza en la nueva era MiFID II. Prácticamente todas las entidades confían desarrollar este servicio y dirigir a una gran parte de sus clientes hacia él. La principal muestra del interés de muchas entidades españolas es el lanzamiento de clases de sus fondos dirigidas exclusivamente para este servicio.
Después de Abanca, atl Capital y Pictet WM, una cooperativa de crédito, una sociedad de valores y una banca privada internacional siguen una serie de Funds People dedicada a conocer en profundidad los equipos responsables de este área, las características del servicio y los retos a los que se enfrentan.
A partir de 50.000 euros, la firma ofrece dos gamas de carteras de fondos de las que es responsable Bas Fransen, director de Mercado de Capitales, y un equipo de cuatro personas. La diferencia de las dos gamas, con cinco perfiles diferentes cada una, está en el peso de los fondos propios, cuyo máximo asciende al 25% en una de ellas y al 70% en la otra.
Aproximadamente, el grupo suma en este servicio cerca de 200 millones de euros de patrimonio. En función de la gama del servicio y el perfil de la cartera fijan una comisión de gestión, siendo la más baja del 0.30% anual
¿Cuál es el mayor reto para la gestión discrecional en el próximo año?
A nivel de negocio, la entrada en vigor de MiFID II. Por otro lado, a nivel de gestión, los perfiles moderados supondrán un año más un reto, ya que la renta fija corporativa y deuda pública seguirá ofreciendo escaso valor.
¿Cómo se implementar: gestión pasiva o activa o las dos? ¿Por qué?
Gestión Activa. Los distintos perfiles del servicio de gestión discrecional de carteras se entienden como portfolios unconstrained que se gestionan en base a un presupuesto de riesgo.
¿Cada cuánto revisáis la cartera en circunstancias normales?
Tenemos un equipo de gestión con dedicación completa a la gestión de las carteras. En condiciones normales de mercado se realizan tres o cuatro rebalanceos de las carteras al año.
¿Qué perfil está más concentrado y cuál más diversificado?
Hay una diversificación por igual con independencia del perfil
¿Cuáles son vuestros fondos core de las carteras? ¿Qué tiempo les dais de confianza?
El fondo Old Mutual Global Equity Absolute Return es un fondo que está presente en varias de nuestras carteras desde hace más de tres años. En deuda emergente apostamos por el M&G Emerging Markets Bonds desde hace algo más de un año. De la gestora, consideramos al Fonengin ISR un fondo referente para el Grupo Caja de Ingenieros y al Caja Ingenieros Global como uno de nuestros fondos flagship en renta variable internacional.
No hay un mínimo preestablecido respecto al tiempo de permanencia en cartera, sino que depende de nuestro proceso de inversión que incluye una visión sobre el activo a medio y largo plazo.
Antoni Bellfill Marquès, director de Gestión de Patrimonios, y un equipo de ocho profesionales, se responsabilizan de un servicio dirigido a clientes con más de 60.000 euros. Para ellos disponen de siete modelos distintos de carteras gestionadas de fondos de gestión activa (FI Conservador y FI Patrimonio para un perfil conservador; FI Prudente, FI Equilibrada, FI Rendimiento y FI Crecimiento para un perfil moderado; y FI Agresiva para un perfil arriesgado). Asimismo, también gestionamos carteras de inversión directa (en acciones y bonos).
A cierre de septiembre, la firma atesora unos 200 millones de euros de patrimonio en carteras gestionadas de fondos, cuyo coste medio es de un 0,50% anual. Aunque el peso varía en función de cada una de las carteras, la distribución entre fondos propios y de terceros se sitúa en torno al 60% y el 40%, respectivamente.
¿Cuál es el mayor reto para la gestión discrecional en el próximo año?
El principal reto que tendrá que afrontar la gestión discrecional durante el próximo año será la obtención de un adecuado binomio rentabilidad riesgo en los diferentes perfiles gestionados.
En este sentido, la búsqueda y obtención de retorno en la parte más conservadora de los portfolios, seguirán siendo la piedra angular en la consecución del equilibrio. Dicha búsqueda, probablemente seguirá encontrando respuesta en estrategias de retorno absoluto.
¿Cómo se implementa: gestión pasiva o activa o las dos? ¿Por qué?
Si alguna cosa ha puesto en valor la crisis financiera vivida durante los últimos años, sin lugar a duda ha sido la bondad y necesidad de practicar una acertada gestión activa. No obstante, en ningún caso se debe confundir una gestión activa con un rebalanceo constante de los portfolios o incluso, con la imposibilidad de introducir en los mismos productos amparados en estrategias de gestión pasiva.
¿Cada cuánto revisáis la cartera en circunstancias normales?
La revisión y seguimiento de las carteras es constante. La implementación de posibles cambios a nivel táctico viene determinada por la evolución del mercado y siempre dentro de una estrategia enmarcada en el medio - largo plazo.
¿Qué perfil está más concentrado y cuál más diversificado?
El nivel de concentración o de diversificación no viene determinado por el perfil sino por una necesidad implícita en la gestión de activos de diversificar el riesgo.
¿Cuáles son vuestros fondos core de las carteras? ¿Qué tiempo les dais de confianza?
Los fondos core de las carteras, son mayoritariamente los de nuestra gestora, ya que tenemos acceso casi directo y de forma diaria al gestor de los mismos. Entre ellos, podríamos destacar el GVC Gaesco Retorno Absoluto así como el GVC Gaesco Small Caps.
No fijamos un tiempo determinado para los fondos que incorporamos en las carteras puesto que la bondad de su comportamiento depende de muchos factores. No obstante, monitorizamos las carteras y la composición de las mismas de forma diaria y también evaluamos los retornos tanto de forma semanal como de forma mensual. Evidentemente, nuestra estrategia de inversión es a medio y largo plazo y de forma consecuente concedemos a cada uno de los activos que conforman nuestro portfolio un horizonte temporal en línea con dicha filosofía.
A nivel global, Julius Baer cuenta con un equipo de más de 100 gestores de carteras, de los cuales cuatro están basados en Madrid, siendo Almudena Benedit la responsable del servicio de gestión de carteras en España. Para acceder a este servicio exige como mínimo un patrimonio de 2,5 millones de euros.
Desde la banca privada, ofrecen una gestión discrecional a medida que se adecúa a las necesidades del cliente, ajustando las carteras de forma personalizada para cada perfil de riesgo del cliente optimizando la rentabilidad esperada para cada perfil. Las carteras están compuesta mayoritariamente por fondos de terceros, salvo el 5% que suelen pesar los fondos propios.
¿Cuál es el mayor reto para la gestión discrecional en el próximo año?
La volatilidad de los activos de riesgo está en mínimos de los últimos 25 años. Además, los activos sin riesgo ofrecen rentabilidades negativas. El mayor reto el próximo año será obtener una rentabilidad positiva en un entorno complicado donde los Bancos Centrales van a ir restringiendo su política monetaria con el consiguiente riesgo de incremento de volatilidad incluso en los activos que tradicionalmente se han comportado como activos más seguros.
¿Cómo se implementará: gestión pasiva o activa o las dos? ¿Por qué?
En Julius Baer gestionamos de forma activa tanto en la asignación de activos como en la selección de las ideas de inversión. Tratamos de identificar los principales temas y tendencias del mercado e intentamos generar alfa mediante la selección de compañías que ofrecen el mayor atractivo dentro del universo. Invertimos en aquellas compañías cuyos rendimientos compensan el riesgo subyacente del negocio y exigimos un rendimiento esperado más alto para negocios cíclicos.
En el caso de los fondos de inversión, tenemos un equipo de 16 analistas denominado Fund Solutions localizados en diferentes ciudades (Zurich, Londres, Singapur, Montevideo…) cuya función principal es el análisis de fondos de gestión activa para la elaboración de una lista de recomendación que actualmente contiene más de 200 fondos y cubre los diferentes tipos de activo y estrategias. Si bien se toman en consideración variables cualitativas, desde un punto de vista cuantitativo los fondos recomendados por Julius Baer tienen un trackrecord que demuestra su valor añadido, ya que en media baten al benchmark y sus comparables.
En algunas ocasiones, sin embargo, complementamos la gestión activa con vehículos de gestión pasiva para invertir en determinados sectores y en aquellos mercados muy transparentes donde la generación de alfa es menor.
¿Cada cuánto revisáis la cartera en circunstancias normales?
Anualmente identificamos las tendencias y temas principales de mercado. Con carácter mensual realizamos una evaluación sistemática de las condiciones y tendencias de mercado. Semanalmente realizamos una transformación de las perspectivas de mercado, así como la asignación del presupuesto de riesgo y la selección de instrumentos y la creación de carteras modelos.
Con carácter diario realizamos los cambios de las carteras que consideramos oportunos mediante la gestión de la cartera.
¿Qué perfil está más concentrado y cuál más diversificado?
Todas las carteras que gestionamos tienen una gran diversificación.
¿Cuáles son vuestros fondos core de las carteras?¿Qué tiempo les dais de confianza?
Hay varios fondos que son comunes en las diferentes carteras y en los que tenemos una mayor convicción. Algunos ejemplos son Pimco GIS Income y Muzinich Enhancedyield Short-Term en la parte de renta fija, mientras que en renta variable destacaría BGF Continental European Flexible y Robeco BP US Large Cap Equities. En cualquier caso, evitamos cualquier riesgo de concentración en un solo fondo y preferimos tener carteras bien diversificadas.
Respecto al tiempo de confianza, cuando incluimos un fondo en cartera lo hacemos porque existe una convicción en el gestor y en la estrategia, lo que se traduce en inversiones con un horizonte de inversión a largo plazo, más allá de inversiones tácticas puntuales que podamos realizar en la parte satélite de las carteras.