¿Quién es Seilern IM? Todo sobre la última gestora en llegar a España

Tassilo
Foto cedida

Seilern IM es una boutique inglesa que lleva invirtiendo desde 1989 en renta variable con un enfoque eminentemente growth y varios rasgos de los que hoy habla todo el mundo: gestión activa y concentración de la cartera. De hecho, los fondos que han registrado para su venta en España, el Stryx Europa y el Stryx World Growth solo están invertidos en 17 y 24 valores respectivamente en la actualidad. 

El proceso de selección de nombres es puramente bottom up y parte de un universo de inversión limitado a entre 60 y 70 valores compuesto mitad y mitad por nombres estadounidenses y de Europa occidental (incluye Escandinavia), denominados en dólares, euros, libras, francos suizos, coronas noruegas y suecas. El proceso de análisis previo para determinar si un valor puede entrar en dicho universo es altamente exhaustivo y detallado, hasta el punto de que los miembros del equipo de análisis pueden necesitar entre dos y tres meses para escribir un extenso informe con una evaluación preliminar de la compañía que requiere de la aprobación de los gestores y el presidente de Seilern. Se trata de un documento muy estructurado en el que se abordan aspectos como el modelo de negocio de la compañía, características de la industria en la que desarrolla su actividad y diversos cálculos distintos para determinar la fortaleza de sus fundamentales y las posibilidades de capturar crecimiento de beneficios y potencial alcista. 

Adicionalmente, en la firma consideran de gran importancia mantener una relación fluida con las compañías en las que están invertidos  y sus competidores para poder evaluar cualitativamente ciertos aspectos del negocio.  

Dada la elevada concentración de las carteras –en el fondo europeo la ponderación mínima es del 4%- este análisis con lupa es esencial para poder predecir el comportamiento de cada valor, evitando correlaciones inintencionadas o fuertes contribuciones bajistas en momentos de volatilidad, dado que una vez que se compra un valor se queda una media de cinco años en la cartera. Por ejemplo, en el fondo europeo 14 ó 15 valores de los 17 en cartera han estado ahí desde su lanzamiento. “Si tienes una compañía con un modelo de negocio estable, que sea por ejemplo capaz de hacer crecer sus beneficios un 10% anual durante 30 años, si no cambia nada en su modelo, entonces no debería cambiar su rating relativo al mercado. Nosotros crecemos junto con el beneficio de la compañía, sólo la sacamos de la cartera si cambia el modelo de negocio o éste se colapsa”, declara Tassilo Seilern, gestor de la firma (en la imagen).

¿Cómo predecir el crecimiento de los beneficios?

El proceso para determinar la valoración adecuada para cada compañía del universo y así determinar el momento de compra sigue varios pasos. En primer lugar, se calcula el descuento por flujos de caja al que cotiza. “No invertimos ni en bancos ni en mineras, compañías energéticas o de materias primas ni en utilities porque no pueden fijar precios, lo que dificulta la predicción de los flujos de caja futuros. A nuestro modo de ver, es de vital importancia, que las compañías sean capaces de fijar y mantener los precios a los que venden sus productos o servicios, para poder así predecir con cierta fiabilidad sus flujos de caja futuros”, explica al respecto Fernando León, analista de la compañía. 

A continuación, de forma complementaria, se estudia el PER, el ratio de precio/venta y el de EV/Ebitda histórico. “Miramos todas las partes de la compañía que generan crecimiento del beneficio. Esto supone estudiar las distintas partes de los negocios y su exposición por países, estableciendo un escenario positivo y otro negativo”, añade el experto, para quien también es importante que la industria en la que se encuentra la compañía esté creciendo estructuralmente. 

Aunque se trata de un proceso de inversión muy disciplinado, pensado para garantizar que todos los valores son cubiertos de forma adecuada, desde la firma indican que no es un modelo inflexible ni mecánico, sino que también recurren a grandes dosis de sentido común a partir de todos los datos que les proporciona la parte de análisis. De esta forma, el precio objetivo se toma como una guía y no como algo absoluto; se trata de modificar lo mínimo imprescindible la cartera dado que todas las inversiones están concebidas sobre la tesis de que deben ser válidas a cinco años vista como mínimo. De esta forma, los valores que se pueden encontrar en los productos de Seilern IM son compañías que no necesariamente presentan tasas espectaculares de crecimiento, sino que crecen de forma estable y cuyo crecimiento es de mayor calidad, como por ejemplo Essilor o Automatic Data Processing. En todo caso, una vez seleccionadas se clasifican las compañías en una pirámide en función de su perfil de riesgo, que se adapta en función de si se afronta un mercado alcista o un mercado bajista. 

En definitiva, Seilern IM es una compañía que aborda sus inversiones como si fuera una firma de private equity, pero que sólo compra compañías cotizadas con sede en países de la OCDE y las inserta en estrategias long only. “No pensamos que un retorno superior implique un riesgo superior, de ahí que pueda decirse que nuestro enfoque es conservador. Llega un punto en que la diversificación no ayuda, y en cambio la concentración ofrece protección. Nos tomamos más tiempo para conocer a las compañías y minimizar la parte del riesgo que no sabemos”, resume el representante de la firma.