Quim Abril: “Este mercado alcista únicamente acabará cuando la economía entre en recesión”

Quim Abril
Quim Abril, Cedida

Ante el “interminable avance” de las bolsas a nivel global, con las acciones americanas en cabeza y las acciones FAAMNG (Facebook, Amazon, Apple, Microsoft, Netflix y Google) representando la mitad de la rentabilidad del S&P 500 en lo que va de año, muchos profesionales de la inversión se preguntan qué pasará cuando esta situación se frene.

Entre los argumentos más repetidos para alertar sobre el recalentamiento del mercado y un posible freno, sobresalen la normalización de tipos de interés por parte de la Fed, la tensión geopolítica, la burbuja en el mercado monetario y de renta fija o la sobrevaloración de las bolsas, tanto en términos de PER trailing como de PER Shiller. Así, la pregunta del millón sería: ¿Cuándo va a acabar este mercado alcista que empezó en marzo de 2009?

“Aunque nadie conoce la respuesta, sí estoy convencido que este mercado alcista no acabará porque los precios de las acciones hayan subido mucho, las valoraciones sean elevadas, exista riesgo político o empiecen a subir los tipos, sino cuando la economía entre en recesión”, afirma Quim Abril en su blog, promotor de un hedge fund maltés de renta variable global. Según su análisis, la desaceleración del ciclo económico y la entrada en recesión han sido las principales razones que han provocado las grandes caídas de las bolsas a lo largo de la historia, existiendo correlación positiva entre mercados bajistas -con caídas superiores al 20%- y recesiones. De hecho, desde 1929 ha habido 12 recesiones, la mayoría de ellas con caídas superiores al 20%.

Aprovechando la tendencia actual de los inversores, que buscan fondos value de entre la gran oferta que hay, Abril se pregunta ¿qué fondos value protegen realmente a los inversores de caídas potencialmente elevadas, como en 2000 y 2008? “Ninguno o casi ninguno”, responde, “en la medida en que las únicas decisiones de inversión se reducen a aumentar el nivel de liquidez al 20-30%, incrementar exposición a sectores correlacionados negativamente con las bolsas o comprar empresas que cotizan en mínimos históricos pensando que no van a caer más”.

Una derivada a esta pregunta es: ¿Con un horizonte temporal de largo plazo se podrían evitar pérdidas elevadas? De nuevo, el experto vuelve a ilustrar la situación: “La respuesta es sí, pero únicamente con un horizonte temporal de muy largo plazo, más de 15 años”. Hay periodos en la historia en los que, si un inversor hubiera invertido en pico de ciclo, hubiese tardado hasta 15 años en recuperar su inversión inicial, como ocurrió entre 1968 y 1983.

¿Dónde nos encontramos?

Si se compara el indicador LEI US Conference Board para Estados Unidos con la rentabilidad del S&P 500, “podemos afirmar que la economía se encuentra en fase de expansión, aunque en una fase más avanzada, por lo que es de esperar que en los próximos meses entre en fase de desaceleración”, una fase según Abril  en la que “aunque las rentabilidades de las bolsas siguen siendo positivas, hay que prestar atención”.

El hedge fund del que es promotor invierte únicamente en compañías con ventajas competitivas sostenibles en el tiempo, con bajo riesgo de banderas rojas y con alineación de intereses entre el management y los accionistas y, además, utiliza estrategias de riesgo de cola con opciones cuando existe elevada probabilidad de que la economía pueda entrar en recesión.

¿Usan los inversores value este tipo de coberturas?

Como recuerda Abril, hay muy pocos que las utilizan. Uno de los más conocidos es Mark Spitznagel, que lo explica en su libro The Dao Capital, basado en la idea inicial de Nassim Taleb en su libro The Black Swan. “La idea es tratar de protegerse de los movimientos extremos del mercado de acciones, que como hemos visto en la mayoría de las veces ocurre porque la economía entra en recesión”, justifica.

Su hedge fund sólo realiza coberturas mediante compra de opciones put fuera del dinero un 15-20% por debajo de los precios de mercado, lo que reduce las primas a pagar y no invalida el movimiento al alza de la cartera de acciones si, finalmente, la economía no entra en recesión. Además, no se cubre la totalidad de la cartera, dado que las empresas que están presentes son “de elevada calidad”, es decir, que “cuando el mercado cae, caen mucho menos y actúan como primera barrera protectora del capital”.

Para más detalles del fondo, ver su página web.