El Banco Central Europeo confía en poder devolver a la inflación a su objetivo, aunque las gestoras subrayan el débil crecimiento europeo como un posible riesgo aún latente, lo que apoya el escenario base del mercado de que veremos al menos tres bajadas de tipos más en 2025.
A diferencia de su homólogo estadounidense, el Banco Central Europeo sigue su senda de relajación monetaria. Tal y como esperaban los mercados, el BCE bajó los tipos en 25 puntos básicos en la cita de enero, su quinto recorte en lo que va de ciclo. Para Mahmood Pradhan, responsable de Global Macro Economics de Amundi Investment Institute, el mensaje que manda la institución monetaria es un reconocimiento de que el débil contexto de crecimiento ayudará a alcanzar pronto su objetivo de inflación.
La cita de enero también dejó la puerta abierta a una nueva bajada de tipos en marzo. "No obstante, la presidenta del BCE insistió en que "Sin embargo la magnitud, el ritmo y la fecha en la que se producirán, siguen siendo detalles sobre los que existen dudas, ya que las decisiones se irán tomando en cada reunión", subraya Karsten Junius, economista jefe para J. Safra Sarasin Sustainable AM.
“El comunicado del BCE parece sugerir que los responsables políticos también confían cada vez más en que la inflación vuelva a su objetivo. Como en diciembre, se señaló que la inflación interna sigue siendo demasiado alta, pero en esta ocasión añadió que la presión al alza sobre la inflación por el fuerte crecimiento de los salarios está disminuyendo”, comenta Felix Feather, economista de abrdn.
Un 2025 de recortes de tipos
El consenso parece bastante claro. Expertos como Simon Dangoor, responsable de Fixed Income Macro strategies de Goldman Sachs Asset Management, esperan a partir de ahora recortes adicionales consecutivos hasta junio, ya que la inflación sigue su tendencia a la baja y persisten los riesgos de crecimiento. “Creemos que el crecimiento seguirá resultando más débil de lo que espera el BCE, y vemos posibilidades de que los mercados pongan en precio unos tipos terminales más bajos”, añade en esa línea Konstantin Veit, gestor de cartera de PIMCO.
Incluso no descarta Dangoor que el BCE podría tener que extender su ciclo de recortes hasta la segunda mitad del año si las perspectivas de crecimiento se deterioran aún más. Y es un escenario que comparte también Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International. Su escenario base, que el BCE mantenga su ritmo actual de recortes de tipos hasta alcanzar la tasa neutral de alrededor del 2%, es más dovish que los precios actuales del mercado, ya que prevé que los continuos vientos en contra del crecimiento empujen la tasa terminal al 1,5% para fin de año, notablemente debido a las persistentes preocupaciones sobre las tensiones comerciales globales.
Aún preocupa el crecimiento europeo
Y se suma al consenso Roelof Salomons, Chief Investment Strategist del BlackRock Investment Institute. “En primer lugar, el débil crecimiento y la moderación de la inflación apoyan nuevos recortes. En segundo lugar, creemos que el BCE fijará como objetivo el tipo de interés neutral que no estimula ni restringe la economía. El BCE no dice cuál cree que es ese tipo, pero nosotros pensamos que está en torno al 2%”, afirma. La rapidez con que el BCE llegue a la neutralidad y si irá más allá depende de las perspectivas de crecimiento. Y, al contrario que en Estados Unidos, Salomons cree que es más probable que el crecimiento de Europa sorprenda negativamente que positivamente.
Así, a expertos como Hugo Le Damany y François Cabau, economista y economista senior de la zona euro de AXA Investment Managers, les sorprende que la presidenta Lagarde se mostrase desdeñosa ante las preocupaciones sobre el crecimiento. Más teniendo en cuenta que la reunión se ha producido tras la decepcionante noticia de que el PIB de la eurozona se había estancado en el cuarto trimestre 2024, situándose así significativamente por debajo de la previsión del 0,2% intertrimestral de los expertos del BCE en diciembre. "Así, es probable que la narrativa optimista de crecimiento del BCE se revise a la baja en marzo, materializando parte de la larga lista de riesgos a la baja para el crecimiento", vaticinan.
Por eso, Nicolas Forest, director de Inversiones en Candriam, cree que el BCE debería seguir centrándose en el crecimiento más que en el riesgo residual de inflación, al contrario que la Fed. Así, con el coste del crédito aún elevado y las débiles perspectivas de la economía en Europa, Forest sigue esperando tres recortes de tipos por parte del BCE este año. “La próxima reunión del BCE en marzo debería ser más importante y se dispondrá de más datos, incluidas las proyecciones trimestrales”, apunta.
Ulrike Kastens, economista senior para Europa de DWS, también se posiciona con el consenso de las gestoras: “Se prevén nuevos recortes de tipos. Alcanzar un tipo neutral del 2% en junio de 2025 podría ser un objetivo intermedio importante”. Kastens también siente que los riesgos para la economía están inclinados a la baja. “La valoración de la situación económica actual es mucho más preocupante que en la última conferencia de prensa de diciembre”, advierte.
Divergencia en la política monetaria
Junto con la decisión de la Fed del miércoles de mantener sus tipos estables, se abre una divergencia en la política monetaria a un lado del Atlántico y el otro. “Con los activos de riesgo cotizando a valoraciones elevadas y los diferenciales de crédito en niveles ajustados, los inversores deben ser cautelosos ante un posible aumento de la volatilidad, especialmente si la elevada demanda de dólares sigue impulsada por unos tipos de interés altos en EE. UU. y un mejor desempeño de los activos estadounidenses”, avisa Matt Morgan, jefe de Renta Fija de Jupiter AM.