Radiografía del inversor español: quiere rentabilidades anuales del 11% pero asumiendo un mínimo riesgo

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Carlos Velayos, Flickr, Creative Commons

El inversor minorista español, ese del que se acostumbra a decir que tiende a ser miedoso ante la volatilidad, entra y sale de las inversiones en el peor momento posible y sobre el que las gestoras están tratando de hacer una labor educacional muy importante, tiene todavía una forma de pensar muy particular. Tratar de generalizar es complicado, ya que su formación financiera y sus objetivos a la hora de acercarse a los mercados son muy distintos. A lo largo de los últimos años, distintas encuestas realizadas entre este numeroso colectivo han ofrecido algunos patrones interesantes sobre su modo de reflexionar, que si bien no son comunes a todos ellos, sí mayoritarios. Un ejemplo muy claro es lo que opinan de la volatilidad.

Según una Encuesta a Inversores Particulares de Natixis Investment Managers, el 63,8% de los inversores españoles piensa que la volatilidad de los mercados erosiona su capacidad para alcanzar sus objetivos de ahorro y de jubilación. Esta preocupación está llevándolos a adoptar un enfoque de mayor cautela a la hora de invertir, aunque sin renunciar a sus expectativas de inversión.

El caso es que en este entorno de mayor volatilidad en los mercados, los inversores españoles mantienen un enfoque más defensivo a la hora de estructurar sus carteras, pero no están dispuestos a renunciar a las rentabilidades. De hecho, -según refleja la encuesta- esperan un retorno media anual del 10,9% sobre la inflación. Dicho de otro modo: quieren retornos altos, pero sin asumir riesgo. Y eso no es posible, más aún en el entorno actual.

Estas expectativas de rentabilidad irracionales responden básicamente al desconocimiento y la escasa formación de los españoles en cuestiones financieras. Sin embargo, y pese a lo que muchos creen, esto no es algo exclusivo de España. Sucede en todos los países europeos, en un grado muy elevado. Según explicaba Massimo Greco, responsable de productos de inversión de J.P.Morgan AM para EMEA, en las recientes conferencias con periodistas celebradas por la gestora en Londres, "a pesar de los diez años de tipos de interés ultrabajos, una gran parte de los inversores europeos no poseen ningún tipo de producto de inversión".

La encuesta realizada este año por la gestora, elaborada a partir de entrevistas a 8.200 inversores particulares de distitnos países europeos, sitúa a Italia como el lugar donde el porcentaje es más elevado (87%), seguido de Reino Unido (82%) y Alemania (79%). España figura en cuarto lugar, con un 75% de inversores que en la última década no habían contratado ningún producto de inversión. Preguntados por qué, las respuestas también son muy claras. El 23% no entienden las inversiones y prefieren mantenerse alejados, al 22% les asusta las fluctuaciones del mercado y el potencial de posibles pérdidas; el 17% ni siquiera saben decir la razón de por qué están fuera de los mercados y el 11% aseguran que no cuentan con un asesoramiento adecuado.

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Para los que están dentro el momento es complicado, ya que los inversores españoles están fuera de su zona de confort. “La volatilidad observada durante este año ha propiciado un enfoque más defensivo, en el que los inversores han ajustado sus carteras para prepararse ante la perspectiva de una serie de caídas en los mercados. Los inversores necesitan centrarse en el mejor camino para alcanzar sus objetivos de inversión. Aprovechar las mejores oportunidades y conciliar las expectativas de riesgo y rentabilidad, sin dejar de buscar fuentes de alfa, es un ejercicio que requiere una visión a largo plazo y un enfoque de inversión muy activo”, recuerda Sophie del Campo, directora general de Natixis IM para Iberia, Latinoamérica y EE.UU. offshore.

Los españoles son conscientes de la necesidad de mirar más allá del ruido del mercado. Una inmensa mayoría (85,8%) incide en la importancia que tienen las rentabilidades a largo plazo por encima de los objetivos a corto plazo.

Casi la misma proporción (81%) afirma que es importante aprovechar los movimientos del mercado a corto plazo. Esto significaría comprar cuando los mercados caen, pero la realidad es que esto es algo que muy pocos hacen. ¿Y qué quieren? Pues tres cuartas partes de los inversores señalan que, a la hora de invertir, es importante batir al índice de referencia. También les mueve cada vez más el deseo de ejercer una influencia social positiva a través de las inversiones (el 73% está de acuerdo en que es una consideración importante).

Dos tercios (66,8%) dicen que buscan activamente oportunidades de inversión que sean acordes con sus valores personales, mientras que un 55,6% de los encuestados españoles invierte con la finalidad de que las inversiones tengan un efecto social o medioambiental positivo. Sin embargo, sólo el 38% afirma contar con suficiente información para tomar decisiones de inversión socialmente responsables.