Radiografía del negocio de EPSV: evolución del patrimonio y flujos en el primer trimestre de 2022

El negocio de Entidades de Previsión Social Voluntaria (EPSV) no está pasando por su mejor momento. De acuerdo con los últimos datos de la Federación de EPSV de Euskadi, a cierre del primer trimestre, había un total de 27.217 millones de euros en patrimonio bajo gestión. La cifra es ligeramente inferior a la que había a cierre del año pasado, cuando lograron cerrar por primera vez por encima de los 28.000 millones.

En ello tienen que ver dos cuestiones. Por un lado, las desavenencias del mercado, con la consiguiente penalización en sus carteras. Y es que no hay que olvidar que estos vehículos han tenido que hacer frente (como cualquier otro producto) a la volatilidad de los últimos meses, provocada por la crisis entre Rusia y Ucrania, los cambios de política monetaria de los bancos centrales ante el entorno inflacionario o el aumento del precio de la energía, entre otros.

Por otro lado, esto se ha unido a que la tendencia de aportaciones al sistema es negativa (al igual que ocurre con los planes de pensiones). Según estos datos, las EPSV han sufrido reembolsos netos durante le primer trimestre (el periodo más reciente del que hay datos) por valor de 54 millones de euros. Se trata de un 10% más de lo que salió en el mismo periodo del año anterior.

En lo que respecta al número de socios, más de medio millón de personas cuenta con una EPSV de empleo en el País Vasco. Sumadas a los 642.000 que tienen una EPSV individual, superan los 1,1 millones. Lo que significa que uno de cada tres vascos está asociado a ellas.

Análisis por sistemas

A cierre del primer trimestre, las EPSV de empleo alcanzaron un patrimonio de 14.583 millones de euros. Se trata de un 54% del volumen total que hay en EPSV. Del resto, otro 46% está en las individuales, esto es, 12.634 millones; mientras que apenas hay dinero en las asociadas (21 millones).

De todos modos, existe una alta concentración en ambos sistemas. Según estos datos, un 89% del volumen en ESPV de empleo está concentrado en las cinco entidades con mayor patrimonio bajo gestión: Lagunaro, Geroa Pentsioak, Elkarkidetza, Hazia e Itzarri. Ocurre lo mismo en el sistema individual, donde un 85% de los activos están reunidos entre las cinco mayores EPSV: Baskepensiones, Norpensión, Euskadiko Pentsioak, Gerocaixa y Santander Previsión 1.

Fiscalidad ventajosa

Se trata de entidades privadas de suscripción voluntaria que tienen como objetivo el ahorro finalista y que incluyen, además, otras contingencias como fallecimiento, invalidez, enfermedad grave o desempleo de larga duración. Son específicas del País Vasco, donde tienen su ámbito exclusivo de actuación. Y cuentan con una ventajosa fiscalidad: las aportaciones del socio son deducibles de la base imponible general del IRPF con el límite general de 5.000 euros anuales (por encima de los 1.500 euros de los planes de pensiones indviduales). De hecho, han servido de inspiración al Gobierno en la reforma del sistema de pensiones en España para crear el Fondo de Pensiones de Empleo Público, que ya ha sido aprobado por el Senado.

Además, recientemente el Congreso también eximía del pago del impuesto sobre las transacciones financieras (Tasa Tobin) a los planes de pensiones de empleo y a las mutualidades de previsión social o entidades de previsión social voluntaria (EPSV) sin ánimo de lucro. En definitiva: están en el punto de mira en tanto en cuanto son un modelo similar al que el Gobierno podría replicar con planes de empleo.