La visión de las entidades extranjeras a la victoria de Lula da Silva en Brasil

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Foto. Davi de Castro, Flickr, Creative Commons

Los resultados de las elecciones brasileñas arrojaron un resultado muy ajustado y un país dividido. La victoria ha sido finalmente para Luiz Inácio Lula da Silva, que se ha hecho con el 50,9% de los votos, frente al 49,1% de su rival, Jair Bolsonaro. Actores clave, incluidos algunos aliados del actual presidente, han elogiado el proceso y los gobernantes de varios países clave, entre ellos los de Estados Unidos, China y distintos estados de América Latina, ya han felicitado a Lula da Silva. La cuestión ahora es si el actual presidente facilitará una transición ordenada y tranquila.

Claudia Calich, gestora del M&G (Lux) Emerging Markets Bond Fund, esperaría ver un repunte de los mercados brasileños en caso de que los resultados no sean cuestionados o en ausencia de protestas importantes. “De cara al futuro, los próximos hitos serán el anuncio de nombramientos clave, en particular para el Ministerio de Economía. El Congreso está dividido, lo que debería frenar y ejercer de contrapeso a varias iniciativas, incluido el presupuesto para 2023 y la discusión de la regla fiscal”, destaca la gestora brasileña de M&G Investments. Xavier Hovasse, responsable de renta variable emergente de Carmignac, está de acuerdo.

El resultado debería reducir la prima de riesgo político

“Este resultado es favorable para el mercado, ya que debería llevar a rebajar la prima de riesgo político de unos activos brasileños profundamente infravalorados. Tras el resultado de las elecciones, la combinación de un menor riesgo político y una dinámica macroeconómica positiva favorece una revalorización de la renta variable y el real, que cotizan baratas frente a la media histórica e incluso en comparación con otros grandes mercados emergentes”, afirma.

También coincide con Calich en el hecho de que el Congreso, que es una institución poderosa en Brasil, probablemente bloqueará cualquier intento de Lula da Silva de dar marcha atrás en la privatización de grandes empresas, como ya hizo en el pasado. “La siguiente cuestión clave será el nombramiento del ministro de Economía, que confirmará definitivamente la ortodoxia de las políticas monetarias en el futuro”, explica.

Panorama macro

En el frente macroeconómico, las cosas también las ve bien. “La mejora de la balanza comercial, gracias a la subida de los precios de las materias primas, incluidas las agrícolas, en las que Brasil lidera las exportaciones mundiales de una serie de productos, como el azúcar, la soja, el café y el mineral de hierro, es un buen augurio para el crecimiento económico”. De acuerdo con Hovasse, la inflación también se mueve en la dirección correcta.

“Después de haber alcanzado un máximo del 12,1% en abril, la tasa de inflación de Brasil ha bajado al 7,2%. Esto ha permitido al banco central detener las subidas de los tipos de interés, y el mercado prevé un ciclo de recortes de los tipos en el futuro. En este caso, Lula da Silva cosecharía los dividendos económicos de haber sido la primera gran economía en actuar seriamente contra la inflación mediante una política monetaria agresiva el año pasado”, concluye el experto.