Los desafíos más urgentes en materia de sostenibilidad: de la transición energética a la escasez de recursos

Álvaro de la Rosa (Abante), Marta Pérez Cogollos (Santander AM), Juan Andrés Mateo (CaixaBank AM) y Pedro Santuy (BNP Paribas AM). FundsPeople.

Responsables de varias gestoras analizan, en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por BNP Paribas Asset Management, los desafíos más urgentes en materia de sostenibilidad, entre ellos la escasez de recursos o el desarrollo de energías renovables, que brindan al mismo tiempo grandes oportunidades de inversión, sobre todo en el largo plazo.

La escasez de recursos concentra las atenciones

Álvaro de la Rosa Villalba, selector de fondos y gestor de carteras de Abante Asesores, recuerda cómo el Acuerdo de París de 2015 fue el detonante por el cual se empezaron a considerar los riesgos que conlleva el cambio climático y se puso el foco en la descarbonización. “El Covid y, posteriormente, el conflicto en Ucrania, han acelerado este proceso y, del mismo modo, una crisis energética que amenaza la seguridad de suministro”, señala.

“Por este motivo, este año la escasez de recursos concentra la mayor parte de la atención. Europa se está preparando ante un posible invierno duro buscando alternativas al gas ruso y llenando sus reservas de este hidrocarburo”, añade.

Para De la Rosa, a largo plazo, el desarrollo de las energías renovables, que cada vez son más competitivas, ofrece oportunidades de inversión en muchas áreas.

Las inversiones en infraestructuras, una gran oportunidad para clientes y carteras

Europa vive una de las peores crisis energéticas de su historia, que comenzó con la intensa recuperación económica tras la pandemia y se agravó desde que el Gobierno de Rusia decidió invadir Ucrania y cortó el suministro de gas.

Estos acontecimientos han acelerado la transición energética y, tal y como destaca Juan Andrés Mateo Blanco, gestor de carteras sénior de Caixabank Asset Management, este proceso requerirá de enormes inversiones en infraestructuras, enfocadas a la modernización y mejora de la eficiencia, “que suponen una gran oportunidad para nuestros clientes y nuestras carteras de inversión, ya sea por el lado de los ETF o de la gestión activa”, afirma.

En este sentido, Mateo expone cómo su entidad empezó a apostar hace años por la sostenibilidad con el lanzamiento de diferentes estrategias. Sin ir más lejos, en 2019, nace Caixabank Selección Futuro Sostenible, fondo que busca hacer frente a diferentes retos que van desde la transición energética, cambio climático, optimización de los recursos o el bienestar social entre otros. Existen abundantes oportunidades en torno a estos retos, como transporte sostenible, hidrógeno verde, infraestructuras sostenibles, alimentación sostenible, eficiencia energética o educación, entre otras.

Ignorar la sostenibilidad pasará factura en términos de rentabilidad

Marta Pérez Cogollos, responsable de Selección y Ejecución de GMAS España de Santander Asset Management, resalta la larga tradición de su entidad con la sostenibilidad, que se remonta al año 1995 con el lanzamiento de su primer fondo ético. “Estamos comprometidos con este cambio, que cobró una enorme relevancia con el Acuerdo de París, donde se fijaron objetivos concretos para atajar los problemas derivados del cambio climático”, apunta.

Según Pérez, “el enfoque de la inversión sostenible ha cogido mucha fuerza en los últimos años y está legitimado por la petición de nuestros clientes de que haya una rentabilidad a largo plazo de las compañías en las que elegimos invertir.

“Que haya empresas que sigan sin tener en cuenta los problemas del cambio climático no solo no es sostenible para el planeta, sino tampoco para los inversores. Los litigios climáticos abiertos contra compañías están aumentando -algunas fuentes los cifran en 2.500 en todo el mundo- y terminará por pasarles factura, algo que se dejará notar en su rentabilidad”, añade.

La importancia de mantener una visión largoplacista

Pedro Santuy Bardón, director de ventas de ETF e indexados de BNP Paribas Asset Management, constata como en los últimos tiempos, marcados por la pandemia y ahora por las tensiones geopolíticas, ha aumentado el interés y la comprensión del inversor final por la inversión sostenible y socialmente responsable.

“En el pasado quizás se pensaba más en los posibles costes que podría suponer este enfoque en el corto plazo, pero esta concepción ha cambiado y se apuesta más por una visión largoplacista. Puede que algunos fondos no sostenibles cierren 2022 con un mejor comportamiento que los sostenibles, pero en el cálculo de la rentabilidad no deberían primar exclusivamente criterios monetarios y tampoco momentos puntuales”, explica.

BNP Paribas AM cuenta desde el año 2002 con un centro de sostenibilidad, compuesto por un equipo de más de 30 personas, que guía todas las estrategias de la casa, tanto las pasivas como las activas, y que se centra también en las ideas de largo plazo.