Reflexiones de la banca privada española en 2021: el turno de José María Ferrer (Renta 4) y Alberto Rodríguez-Fraile (A&G Banca Privada)

José María Ferrer y Alberto Rodríguez Fraile
José María Ferrer y Alberto Rodríguez Fraile

Después de conocer los principales datos del Ranking de Banca Privada de 2021 elaborado por FundsPeople, publicado en Insight Banca Privada, iniciamos una ronda de reflexiones acerca del presente y futuro de la banca privada en España. A continuación, los máximos responsables del negocio de banca privada comparten con FundsPeople sus perspectivas para el sector dedicado a los grandes patrimonios.

En esta ocasión es el turno de José María Ferrer Campo, director de Renta 4 Banca Privada y Renta 4 Wealth, y Alberto Rodríguez Fraile, presidente de A&G Banca Privada. Renta 4 es la novena banca privada con más patrimonio en España, tras cerrar el ejercicio de 2020 con casi 11.255 millones de euros de patrimonio, muy seguida de Andbank, en el décimo puesto con 11.210 millones.

Perspectivas para el negocio de banca privada en 2021

José María Ferrer: El año 2021 lo podríamos considerar como un año de transición entre el colapso económico producido por la pandemia del COVID-19 en el 2020 y las consecuencias de las medidas y/o estímulos políticos, fiscales y monetarios. La buena evolución de los mercados, la diversificación del negocio de banca privada con la creciente introducción de alternativas de inversión así como el aumento del ahorro familiar hacen que las perspectivas para el sector sean muy positivas.

Alberto Rodríguez Fraile: Un año en el que esperamos poder dejar atrás la pandemia, un año para fortalecer la estrategia ASG de las compañías y preparar una oferta de productos ISR adecuada para la demanda creciente de los clientes, y adaptarse a la nueva normativa que está llegando en este sentido.

¿Creéis que el negocio de banca privada ha salido reforzado del Covid-19?

J.M.F: Sin duda alguna. La adaptación a las circunstancias vividas ha supuesto un crecimiento exponencial en los servicios destinados a la atención al cliente.

A.R.F: No hay duda. Se ha demostrado la importancia de un asesoramiento a medida, de estar en los momentos complicados de mercado al lado del cliente, de tener un equipo capaz de reaccionar con eficacia, rapidez y rotundidad ante estas situaciones y tomar las decisiones adecuadas.

¿Qué avances digitales han venido para quedarse en el sector de banca privada?

J.M.F: Para empezar esta pandemia ha obligado que la interlocución con el cliente no tenga que ser presencial. En muchos casos la videollamada ha sustituido a la reunión física y ha sido necesario una buena implantación digital que se ha acelerado con las circunstancias vividas. El cliente ha accedido a sus plataformas digitales como nunca antes había ocurrido, optimizando el conocimiento, el servicio y la atención. Renta 4 apuesta por una digitalización humanizada que no desvíe el servicio y atención personal característico históricamente de esta industria y al que nuestro cliente siempre tiene acceso.

A.R.F: Muchos avances que han permitido y facilitado la operativa de los clientes en remoto, que han optimizado procedimientos, que han reforzado la seguridad de las conexiones remotas, que han permitido adaptarse a nuevas formas de comunicación, y que han demostrado que las entidades fuertes y sólidas aprovechan los momentos complicados para salir reforzadas.

¿Estáis abiertos a la posibilidad de crecer inorgánicamente o todavía queda mucho recorrido para seguir creciendo orgánicamente?

J.M.F: La base de nuestro negocio es el crecimiento orgánico, pero siempre que surjan oportunidades compatibles con nuestro banco y actividad las estudiaremos.

A.R.F: Seguimos apostando por el crecimiento orgánico, pero no descartamos otras opciones, nunca lo hemos hecho.

¿Qué puede mejorar el sector de banca privada en España?

J.M.F: La diferenciación y especialización tienen que seguir siendo el objetivo para cubrir las necesidades de los clientes.

A.R.F: Entender que en banca privada no hay estandarización, que cada cliente es único y que los objetivos comerciales no pueden ser el motor del negocio. No se puede confundir banca minorista con banca privada. No creo que ambos negocios sean compatibles en una misma entidad.

¿Qué retos tecnológicos, normativos u otras tendencias pueden influir más en la banca privada en los próximos años?

J.M.F: Los recursos que se puedan destinar a la adaptación tecnológica creo que va a ser la diferenciación dentro del sector en estos años, con una premisa que pasa por la seguridad y confianza que ofrezca la entidad. Eso implica a su vez que el cumplimiento normativo esté siempre cubierto y bien dotado.

A.R.F: Estamos viviendo una oleada de nueva normativa que intenta poner orden y aterrizar los principios y objetivos que nos hacen pensar en un mundo más humano encontrándonos, además de con SFDR, con los Reglamentos de Taxonomía, la Directiva de implicación a largo plazo de los accionistas o las modificaciones a UCITS, AIFMD o MiFID II. Las entidades han de adecuarse a toda la normativa que viene, y no olvidemos que la inclusión de la oferta de producto sostenible se deberá reflejar en los tests de idoneidad realizados a clientes. Todos los cambios deben venir acompañados de una base tecnológica que permita implementarlos de forma eficiente.