Renta 4 confía en la renta variable, especialmente europea, para 2022

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Firma: Maryna Yazbeck (Unsplash).

Hay dos factores que influyen en muchas de las cosas que están ocurriendo en el mercado: la desaparición de los activos sin riesgo y la disrupción como motor esencial de las bolsas. Así lo manifiesta Juan Carlos Ureta, presidente ejecutivo de Renta 4, quien indica que la estrategia central para el próximo año no supone un ejercicio de adivinación, sino un mapa de referencia central. “Hay que entrar con un plan en la batalla, aunque luego se cambie”, destaca.

Según Ureta, el Covid-19 ha acelerado y hecho irreversible estas tendencias. “No hay activo sin riesgo como refugio al ahorro”, apunta el presidente, quien indica como este factor ha cambiado el modelo de distribución de las carteras. En este sentido, los flujos de dinero se están yendo a las bolsas. “Las empresas son el activo invertible de referencia en nuestro escenario base”, determina.

En un entorno de represión financiera, donde será difícil que los bancos centrales pongan fin a las políticas monetarias ultra expansivas, el equipo de Análisis de Renta 4 apuesta por la renta variable como el activo con mejor binomio de rentabilidad y riesgo.

Renta4 espera que el ritmo de recuperación de crecimiento se modere en 2022 y que se mantenga tasas por encima del potencial gracias a los apoyos monetarios y fiscales, al elevado ahorro acumulado y el control del riesgo sanitario. Los riesgos principales serán los cuellos de botella y nuevas variantes que puedan implicar restricciones de actividad.

Por otro lado, creen que las políticas monetarias se irán normalizando gradualmente. Para Natalia Guerrero, “la recuperación económica y una inflación elevada a corto plazo justifica el inicio de retirada de estímulos monetarios”, concreta. No obstante, tiene en cuenta la persistencia de riesgos sobre el crecimiento, la expectativa de moderación de inflación en el segundo semestre de 2022 y los elevados niveles de deuda que justifican que la retirada de estímulos sea gradual.  “El riesgo será un giro demasiado rápido o intenso a una política monetaria restrictiva”, puntualiza.

Por tanto, considera que el escenario planteado justifica sobreponderar la renta variable frente a la renta fija, aunque señala que habrá volatilidad creciente ante el inicio de salida de políticas monetarias ultra expansivas. La bolsa se apoya en atractivas valoraciones relativas, los flujos, el crecimiento económico y los beneficios empresariales. Tampoco les asusta la volatidad ya que aprovecharán las caídas para comprar.

Geográficamente prefieren Europa frente a EE.UU. porque esperan mayor apoyo monetaria, las valoraciones son más atractivas y hay un componente value y de ciclo superior.

En emergentes, en el caso de Latinoamérica, prefieren aguantar hasta el segundo semestre para que se despejen los riesgos políticos. En Asia, siguen pendientes de China.  En este sentido, les tranquiliza que el gobierno quiera garantizar la estabilidad del crecimiento por encima del 6%.