Reserva Federal: nos vemos en junio

Jerome Powell, Reserva Federal
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La reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) correspondiente al mes de mayo termina con un escueto comunicado en el que el banco central se limitaba a indicar lo ya anticipado por el mercado: se mantiene el precio oficial del dinero en el nivel situado entre el 1,5% y el 1,75%, la Fed prevé que la inflación alcance su objetivo del 2% tanto en términos generales como subyacentes y constata que el mercado laboral sigue exhibiendo fuerza. El banco central observa que datos macro publicados recientemente reflejan una moderación del consumo de los hogares, pero, al mismo tiempo, subraya el sólido crecimiento de las inversiones. La clave está en la afirmación incluida en el penúltimo párrafo del documento: “El Comité espera que las condiciones económicas evolucionarán de manera que garanticen más incrementos graduales de los tipos de interés”, aunque puntualizan que los tipos se mantendrán “durante algún tiempo por debajo de los niveles que se espera que prevalezcan en el largo plazo.

Según Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM, las novedades de este comunicado son más bien de tipo estratégico: “La Fed ha tenido cuidado a la hora de especificar que el objetivo de inflación del 2% es "simétrico". Con esto, indica que el objetivo de inflación es una "media" y no un "máximo". En otras palabras, es normal ver una inflación superior al 2% cuando ha estado durante tiempo por debajo de ese objetivo. Y si es normal observar esto, la política monetaria no tiene que reaccionar de manera exagerada acelerando el ajuste del tipo de referencia”, detalla. 

“El tono comedido de la Fed después de la reunión del FOMC parece apropiado. Algunos indicadores de inflación se mueven cerca de sus objetivos, pero no se aprecian señales de que vayan a acelerar hasta superarlos. En otros datos económicos la tónica ha sido positiva en líneas generales, aunque algo deslucida, lo que sugiere que el efecto de los recortes fiscales y las tensiones comerciales sigue siendo una incógnita”, comenta Aaron Anderson, vicepresidente sénior de Análisis de Fisher Investments. Éste añade que “la economía y la inflación no muestran síntomas de recalentamiento ni de enfriamiento, por lo que la Fed no necesita desviarse de su plan de subidas de tipos y reducciones del balance graduales”.

Eugene Philalithis, gestor de Fidelity, pone el acento sobre los comentarios de la Fed respecto ala evolución de los tipos de interés: “Este es el ciclo de aumento de tipos más gradual de los tiempos modernos y se espera que la tasa objetivo de los Fondos Federales alcance un nivel neutral más bajo que los promedios históricos, reflejando el crecimiento tendencial e inflación a la baja que caracterizan esta era”.

Philalithis destaca que este contexto ya ha sido recogido ampliamente por el mercado de renta fija, siendo el aplanamiento de la curva de tipos estadounidense su máxima expresión, después de alcanzar el bono a diez años la cota del 3% recientemente. Según el gestor, “las expectativas del mercado para los tipos a corto plazo de EE.UU. han convergido de manera significativa con las previsiones del FOMC” y, de hecho, indica que se está poniendo en precio un 33% de probabilidad de que la Fed eleve los tipos de interés tres veces más, hasta el 2,5%, “un nivel sugerido por algunos como la nueva tasa neutral”.

El experto cree que, si se mantiene el statu quo – inflación contenida, condiciones financieras acomodaticias, sólido crecimiento de EE.UU.-, esto proporcionaría un impulso para que el FOMC cumpla con sus pronósticos. No obstante, cree que hay dos riesgos que podrían cambiar la previsión: o bien un error de política monetaria “relacionado con la reducción del balance general de la Fed”, o bien un aumento imprevisto de la inflación que obligue a la Fed a ser más agresiva con las subidas de tipos de lo esperado.

Philalitis aclara que la extensión del primer riesgo “es muy difícil de evaluar, dada la complejidad de cómo afecta la reducción del balance a las reservas bancarias y la liquidez del sistema financiero, motivo por el cual el FOMC toma este enfoque tan gradual”. En todo caso, el experto puntualiza que lo más probable es que la normalización monetaria “progrese durante un período de crecimiento más lento hacia una mayor emisión de bonos del Tesoro a medida que aumente el déficit fiscal”.

En cuanto a la inflación, el experto señala como riesgo clave que el efecto de base de la subida de los precios del petróleo no haya sido correctamente evaluado por el mercado: “La tasa de equilibrio para la inflación, medida por el diferencial de rendimiento entre los bonos del Tesoro de EE.UU. a 5 años y los TIPS, se encuentra ligeramente por encima del 2%, que es el objetivo de inflación de la Fed a largo plazo. Por lo tanto, si el precio del petróleo se mantiene en torno a su máximo actual de 75 dólares por barril podremos esperar pronósticos de un ciclo más rápido de subida de tipos por parte de la Fed, lo que requerirá un aplanamiento aún más significativo de la curva de tipos de EE.UU.”, detalla.

Alerta: divergencia

Según Franck Dixmier, responsable global de renta fija en AllianzGI, no solo es improbable que se vean reacciones de los inversores a las últimas actas del FOMC sino que, en cambio, estima que los inversores “se sentirán tranquilos con la claridad de la orientación de la Fed para 2018”. No obstante, el experto advierte que el panorama es distinto para el largo plazo, pues observa que “las perspectivas de la Fed parecen estar divergiendo de las del mercado, lo que puede crear turbulencias”.

En concreto, el experto se refiere a que la última actualización del gráfico de los puntos – que incluye las proyecciones sobre la trayectoria de los tipos de interés de cada miembro del FOMC- refleja cinco subidas de tipos entre finales de 2018 y finales de 2020, hasta una tasa terminal del 3,25%. “Eso significa que el banco central de EE. UU. está a medio camino de su objetivo”, explica Dixmier. Éste observa que, paralelamente, “los inversores no creen en este escenario: solo están valorando dos alzas para el mismo período de tiempo”. “Esperamos que esta divergencia desencadene volatilidad en el futuro, y puede socavar los tipos a largo plazo si los inversores ajustan sus expectativas para que se asemejen más a lo que el banco central probablemente haga", concluye el experto.