"La cancelación de dinero es un nuevo fenómeno monetario. Deberíamos empezar a pensar más en la deflación que en la inflación el próximo año", señala Woolnough.
Como gestor principal del M&G (Lux) Optimal Income, uno de los más grandes de Europa, Richard Woolnough abordó temas cruciales como la inflación derivada de las políticas monetarias, la necesidad de ajustar la cantidad de dinero en circulación según el ciclo económico y su perspectiva sobre la labor de los bancos centrales en una rueda de prensa durante el M&G European Media Day 2024, que tuvo lugar la semana pasada en Londres en la sede de M&G Investments.
Según él, los bancos centrales deben mirar hacia adelante y no centrarse en los datos del presente o del pasado inmediato: “Y creo que el BCE lo hará”. Sin embargo, reconoce que la política monetaria requiere tiempo para ser efectiva.
Relación entre la oferta monetaria y la inflación
Richard Woolnough ha dedicado más de 15 años al análisis de la expansión cuantitativa (QE) y la cancelación cuantitativa (QT). Considera que, además de la oferta de energía y los datos laborales, el tamaño de la oferta monetaria es un factor crucial que impulsa la inflación.
Durante la pandemia de COVID-19, los bancos centrales implementaron un QE sin precedentes para estabilizar la economía, inyectando grandes cantidades de dinero en circulación. Inicialmente, esta medida no generó la inflación esperada, haciendo la política más aceptable. Sin embargo, como señala el gestor, datos recientes muestran que un exceso de QE sí resulta en inflación, especialmente en los países que aplicaron respuestas monetarias más agresivas durante la pandemia.
Ahora, los bancos centrales enfrentan el reto de revertir este proceso mediante el QT para reducir la oferta monetaria y controlar la inflación, una transición compleja y sin precedentes. Woolnough señala que la inflación resulta de un desequilibrio entre la oferta de dinero y la oferta de bienes. En 2022, una gran cantidad de dinero perseguía una oferta limitada de bienes, lo cual fue inflacionario. Revertir esta situación y restablecer el equilibrio monetario será un desafío significativo para los bancos centrales.
Neutralidad cuantitativa
El gestor de uno de los buques insigne de M&G introduce un nuevo concepto que es el QN (quantitative neutral) diciendo "que es el objetivo final de los bancos centrales y que significa que en un estado estable de crecimiento económico, con la impresión de dinero para facilitar la inflación en la economía. En este estado estacionario, existe un simple requisito de tener suficientes fichas de dinero en el sistema para lograr el crecimiento deseado en el PIB nominal del país, que se define como la combinación de crecimiento real e inflación".
El experto se cuestiona si los bancos centrales intervendrán pronto, reconociendo que “existe un riesgo de recesión, siendo más agresivos y rápidos en la flexibilización, ya que tipos altos por más tiempo tendrá un efecto monetario”.
Papel de la política fiscal y monetaria en la economía
Woolnough también subrayó la importancia de la política fiscal y su coordinación con la política monetaria. Durante la pandemia, la expansión fiscal fue facilitada por la expansión monetaria, lo que permitió una respuesta económica más robusta.
Sin embargo, advirtió que si la política fiscal no es respaldada por la política monetaria, los resultados pueden ser muy diferentes: "Si tienes una expansión de la política fiscal pero el banco central no la facilita, entonces tienes un problema. Es una situación muy diferente a si tienes un gran déficit fiscal que es facilitado por el banco central".
El experto explicó que la política monetaria tiene un impacto significativo en la economía y los mercados financieros. La creación y cancelación de dinero afecta la oferta monetaria y, por ende, la inflación. Por ello, debe ser manejada con cuidado para evitar errores que puedan llevar a recesiones o booms económicos: "Si manejas una política monetaria demasiado estricta, obtienes una recesión. Si manejas una política monetaria demasiado laxa, obtienes un boom. Eso es lo que enfrentamos todos los días cuando hablamos de mercados emergentes".
Desafíos Actuales y Futuros
Woolnough concluye señalando que los bancos centrales enfrentan desafíos significativos en la gestión de la política monetaria. La cancelación de dinero es un fenómeno nuevo y su impacto a largo plazo aún no se comprende completamente. Según él, los inversores deben estar atentos a estos desarrollos y considerar tanto la inflación como la deflación en sus estrategias, ya que el grado de cancelación monetaria no tiene precedentes históricos y podría llevar a que la inflación alcance nuevos mínimos a medida que la cancelación del dinero se intensifique.
"La cancelación de dinero es un nuevo fenómeno monetario. Deberíamos empezar a pensar más en la deflación que en la inflación el próximo año", señala Woolnough. El gestor calcula que para lograr una normalidad monetaria para finales de 2024 la Reserva Federal de EE.UU. debería estar imprimiendo dinero a una tasa del 4% - 5%, suponiendo un crecimiento del PIB del 2% y una inflación del 2%”.

El análisis y opiniones de Woolnough sugiere que la flexibilidad y la capacidad de adaptación de los bancos centrales serán cruciales para manejar la inflación y evitar una recesión severa. La relación entre la oferta monetaria y la inflación sigue siendo un tema central, y la cancelación monetaria podría desempeñar un papel significativo en la configuración del panorama económico futuro. Además, varios factores podrían llevar a los bancos centrales a reanudar la impresión de dinero a finales de 2024, lo que subraya la complejidad y la incertidumbre del entorno económico actual.