Robeco: Modos para acceder a la revolución de la cadena del suministro alimentario

“La cadena de suministro de productos alimenticios y agrícolas se consolida rápidamente a medida que las multinacionales de la industria alimentaria tratan de asegurar sus abastecimientos. Los principales partícipes de la industria agrícola y alimentaria no van a quedarse de brazos cruzados ante la creciente volatilidad e incertidumbre de los mercados de productos básicos. Al contrario: algunos de ellos, como las empresas procesadoras de alimentos y de comidas y bebidas envasadas, están estableciendo una reestructuración radical en sus cadenas de suministro para garantizar su continuidad. Parece que estos pioneros extienden su dominio sobre el sector”.

Así lo pone de manifiesto Robeco en un artículo en el que explica cómo puede el inversor acceder a la revolución de la cadena del suministro alimentario, en el que señala que, aunque los precios de los alimentos en general han ido descendiendo en el último año y medio, éstos siguen en niveles muy elevados. Y la peor sequía sufrida por Estados Unidos en medio siglo, junto con las sequías de Rusia, Ucrania y Brasil, han reavivado los temores de que los precios de los productos básicos de la industria agrícola puedan alcanzar máximos nunca vistos, repitiéndose la crisis alimentaria vivida en 2007 y 2008.

No obstante, en Robeco creen que la sequía no es el único problema. Los mercados globales de productos agrícolas básicos van a tener mayores limitaciones. Si a ello añadimos el conjunto de megatendencias de alcance global, como el rápido crecimiento de la población, una clase media en alza y la falta de nueva tierra de cultivo, el panorama se torna todavía más preocupante. “Como media, los precios van a ser más elevados y más volátiles que en el pasado”, afirma Klaas Smits, director de Estrategias de Food & Agri en Robeco. En este sentido, el experto afirma que se avecina un cambio desde “un mundo de abundancia” a “un mundo de escasez y volatilidad”.

En su opinión, este desconcertante panorama está haciendo que las empresas secundarias del sector revalúen sus prioridades. Una de las preocupaciones es la mayor volatilidad de los precios. “No está claro dónde aparecerá el próximo estallido de volatilidad. Las empresas quieren tener un control y reducir la volatilidad”, afirma Smits. Las megatendencias que afectarán a la producción alimentaria y agrícola las tiene muy claras: se calcula que en 40 años la población mundial crezca un 30%. Se estima que se necesite un aumento del 70% de la demanda para satisfacer con un incremento neto de la tierra cultivable de sólo el 3%.

La seguridad alimentaria es primordial. Según el experto, las empresas han dejado de ver el suministro de productos básicos simplemente como un elemento de coste para sus actividades. De hecho, su principal preocupación es garantizar suministros fiables de los mismos. “La seguridad alimentaria es clave. No es un lujo”, afirma Smits. Carecer de productos básicos podría dificultar fácilmente la capacidad de las empresas secundarias de generar beneficios. “Como resultado de mediocres estrategias de suministro, se ha incrementado la probabilidad de una pérdida catastrófica o incluso de quiebra empresarial”, indica.

Se están gestando cadenas de suministro autónomas y autosuficientes. Los cambios generados por la nueva estructura del suministro no se limitan a reducir la inquietud de las empresas sobre la seguridad del mismo. De acuerdo con Robeco, es probable que las cadenas controladas de suministro lleguen a crear nuevas alianzas, cuyos miembros comercializarán entre sí recursos escasos –como tierra, agua, minerales, productos químicos, tecnología y conocimientos–, hasta convertirse en cadenas de suministro más o menos autónomas y autosuficientes.

Ganadores y perdedores del cambio a cadenas de suministro controladas

¿Cómo pueden los inversores acceder a este cambio en las condiciones del juego? Smits señala dos rutas de inversión: la primera es invertir en los posibles beneficiarios de este proceso que cotizan en el mercado de renta variable: ¿quiénes saldrán ganando? Obviamente, las empresas mundiales de alimentación continuarán fortaleciendo su influencia en la cadena de suministro. “Los procesadores de productos básicos (tanto mundiales como regionales) que ya están pasando a una posición más primaria, también parecen bien situados”, afirma.

No es el caso de los procesadores pequeños y medianos, y especialmente de los que están sujetos a una parte específica de la cadena de suministro. Estos cambios estructurales ejercerán en ellos mayor presión. “Sus márgenes quedarán reducidos, y los procesadores y grupos alimentarios secundarios procurarán recortarlos de sus cadenas de suministro”, argumenta Smits. Los que no tengan acceso a una cadena de suministro controlada se enfrentarán a una competencia más dura por los productos básicos, y tendrán que ingeniárselas para hallar otros modos de mantener sus márgenes.

La segunda opción es fomentar la expansión de las empresas financieras a través de la renta variable. Tomemos como ejemplo una empresa procesadora de alimentos que reconoce los problemas de la cadena de suministro y desea asegurar su futuro. Pero hay un problema: “El capital es limitado”, afirma Smits. “Eso se interpone en el camino de la expansión en la cadena de suministro”. Ahí es donde la financiación de capital privado entra en juego.