Los fondos sostenibles pasivos están creciendo de forma considerable. Sin embargo, quienes invierten en estos fondos corren el riesgo de que se produzca un desajuste entre lo que esperan y la realidad de lo que reciben. Así lo cree Rory Bateman, corresponsable de inversiones y responsable de renta variable de Schroders, quien subraya las grandes incoherencias que existen entre las puntuaciones de las empresas que determinan las diferentes firmas de calificación ASG, muchas de las cuales se utilizan para crear los índices de varios productos pasivos sostenibles.
Tal y como indica, esta incoherencia se da incluso entre los sistemas de puntuación más utilizados y conocidos para la medición ASG de las compañías. En la firma británica lo han estudiado. “Las estrategias pasivas ASG son tan útiles como las calificaciones en las que se basan, que varían considerablemente. Además, muchas calificaciones son de carácter retrospectivo y no suelen predecir la aparición de nuevas controversias”, advierte.
Correlación entre las puntuaciones
Según indica, el análisis ASG abarca una gran variedad de temas y la importancia que se le da a cada uno puede variar significativamente. Y, para lo que él es más importante: los resultados en materia de sostenibilidad no pueden medirse únicamente mediante un análisis cuantitativo, lo que -a su juicio- refuerza la importancia de un enfoque de inversión activo. “La identificación de las características ASG de una empresa requiere un análisis fundamental, bottom-up y prospectivo, en el que los puntos de vista van a diferir inevitablemente entre las empresas”.
A su juicio, para los gestores activos, esto crea una oportunidad. “Por su propia naturaleza, los gestores activos tienen un interés personal en las compañías en las que invierten: las empresas sostenibles son la base de la rentabilidad sostenible, por lo que ayudar a las empresas a ser más sostenibles probablemente beneficie a su cartera global y a la rentabilidad de sus clientes. Su amplia visión y conocimiento de las empresas y los sectores es fundamental para entablar debates significativos y reflexivos que ayuden a impulsar el cambio, abordar los retos y garantizar que los equipos de dirección de las empresas rindan cuentas para llevar a cabo la transición”, afirma.
