Rubén García Páez (Columbia Threadneedle): “En 10 años recordaremos este momento como un gran periodo para el inversor”

Rubén García Páez (Columbia Threadneedle)
Foto: cedida por Columbia Threadneedle.

Eche la vista atrás a las últimas dos décadas en los mercados. Si tuviera que definir un momento para apostar por el riesgo probablemente diría 2008 o quizás 2016. Hablaría de periodos; nadie señalaría una fecha o mes exacto para haber entrado en el mercado. Entonces, ¿por qué hacerlo ahora? A la fuerte corrección de febrero y marzo le siguió un rebote de doble dígito. Así, a los que temieron no haber salido a tiempo de las bolsas se unieron quienes lamentan haberse perdido el rebote. Frente a estas dudas, Rubén García Páez, responsable de Columbia Threadneedle para Iberia y Latinoamérica, aboga por, en su lugar, centrarse en una estrategia para el largo plazo. “En diez años recordaremos ahora como un gran periodo para el inversor”, afirma.

E insiste en el término periodo. “Sería prudente, no catastrofista”, matiza. Se aventuraría a decir que los niveles de marzo probablemente sean el suelo de la corrección, pero también tiene claro que entramos en uno o dos años difíciles. A García Páez le preocupa en particular los datos que saldrán del segundo trimestre, donde verdaderamente se mostrará el impacto del confinamiento global en las cifras de negocio y la economía. Pero aun con la certeza de mayor volatilidad en el horizonte, “dejaría a los buenos gestores trabajar, la irracionalidad en los mercados es lo que permite a un gestor hacer dinero”.

“El inversor siempre busca el mejor momento para entrar, pero si algo ha demostrado esta crisis es que ninguno de nosotros lo supimos ver. Lo que te enseña el mercado es que es imposible saber si es el final”, reflexiona. Si tuviera que mandar un mensaje al inversor, sería el siguiente: “Me dejaría de localismos a la hora de invertir. Tiene todo el mundo para invertir en las mejores compañías”. Es una visión que asesores y banqueros privados deberán trasladar a sus clientes, especialmente tras el complejo escenario económico que se vaticina para España.

Una gestora en tiempos de confinamiento

Al igual que el resto del mundo, en la oficina española de Columbia Threadneedle se han tenido que adaptar al trabajo en tiempos de confinamiento. Por ahora, la experiencia ha sido buena, según cuenta García Páez. El teletrabajo ya estaba implementado en la gestora para quien lo pidiese y solo ha sido cuestión de extenderlo a todos. A nivel tecnológico, afirma, no ha habido ninguna disfunción. El gran cambio a señalar es el aumento importante de video llamadas, tanto a nivel interno como con inversores. “Es un cambio importantísimo en un sector a veces reacio a cambiar de hábitos”, valora.

Ha sido un proceso de adaptación exprés para toda la industria donde hay sombras, pero también muchas luces. “Se ha perdido el contacto cara a cara, sí, pero también se ha ganado en inmediatez”, defiende. Desde los equipos de ventas a los clientes e incluso los propios gestores se está haciendo un esfuerzo. “Ahora mismo todo el sector es consciente de que hay que ser proactivos”, asegura.

Ahora que las aguas parecen calmarse, toca pensar en una nueva normalidad para el negocio. La fórmula por la que está apostando García Páez y su equipo es centrarse en apuestas clave: en productos muy conocidos en España, y en temas muy puntuales donde aportan valor añadido. “Segmentar para no saturar”, resume.