Rusia y Turquía, mercados favoritos para Deka

En Turquía, los tipos de interés han bajado un 10%, consiguiendo manejar la inflación, y por tanto se fomenta el consumo y un mayor acceso a los productos financieros. El crecimiento del PIB (4% de media en los últimos 10 años) se da gracias al aumento del factor total de productividad, en definitiva, un crecimiento de calidad. A esto hay que sumar que la población crece (1,1% anual) lo que favorece el consumo.

Turquía se ha convertido en un país manufacturero para compañías como Ford, Fiat, Sony, o Inditex entre otras, gracias a su posicionamiento estratégico como frontera de Europa pero siendo barato. El problema que presenta el país otomano reside en su balanza por cuenta corriente, ya que se financia a corto plazo y con capital extranjero. A pesar de ser el único país con democraia real en la región, sigue siendo palpable el problema de "Arab spring" con la subida de la inflación y un endurecimiento económico.La volatibilidad de Turquía es alta, por lo que conviene estar preparado por si hubiera que salir o rotar las carteras. Esta situación la califican como "trading country" según Deka.

Con respecto a Hungría, en donde su panorama se presenta en relación a la entrada en la UE, existe un temor real en que se convierta en la nueva Grecia, según los expertos de Deka. Los motivos son el endeudamiento de familias en francos suizos, que tras el estallido de la crisis ha disparado su deuda. Es un país poco productivo con unos costes laborales unitarios muy altos.