En el borrador de comunicación de la Savings & Investments Union, la Comisión Europea afirma que el sesgo hacia la financiación con deuda genera incentivos fiscales indebidos y hace un llamamiento para avanzar con la propuesta de una Debt-Equity Bias Reduction Act.
En el borrador de comunicación de la Savings & Investments Union, al que ha tenido acceso FundsPeople y cuyo plan final será publicado el 19 de marzo, la Comisión señala que la economía de la UE está atrapada en un ciclo de bajo crecimiento, impulsado por una productividad persistentemente baja en comparación con otras regiones del mundo. Entre otros factores, la coincidencia entre esta baja productividad y unas tasas de ahorro relativamente altas apunta a problemas en la intermediación de esos ahorros hacia inversiones productivas. A esto se suma el sesgo hacia la financiación vía deuda, que caracteriza los sistemas fiscales de muchos Estados miembros y que “genera incentivos fiscales indebidos para la financiación a través de la deuda en detrimento de la financiación mediante acciones”, según la Comisión Europea.
El sesgo hacia la deuda afecta la competitividad de la UE
A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde el mercado de capitales está más desarrollado, la competitividad económica de la UE depende en gran medida de la capacidad de las startup innovadoras y scaleups para acceder al capital, especialmente en sectores como la inteligencia artificial (IA), deeptech, biotech y cleantech. El sesgo hacia la deuda afecta, por lo tanto, a la competitividad de la UE frente a otras economías, ya que las empresas jóvenes dependen en gran medida del mercado de capitales y recurren con frecuencia a fondos de venture capital.
Sin embargo, esta fuente de financiación es escasa y fragmentada en la UE, lo que hace necesario facilitar el acceso al capital vía equity para poder competir a nivel global. “Por esta razón, un desarrollo sustancial de los mercados de capitales de la UE debe ser un elemento esencial de la Savings & Investments Union, si se quiere abordar la creciente brecha entre las necesidades de ahorro e inversión”, afirma la Comisión. Como destaca el Competitiveness Compass, la UE necesita un mayor volumen de capital para “apoyar las inversiones en la economía europea” y “reducir los costes de financiación para las empresas europeas”, una necesidad que, según la Comisión, no puede ser cubierta únicamente con fondos públicos.
La Comisión establece, por lo tanto, como uno de sus objetivos atraer a los inversores institucionales al mercado de capitales, dado que estos desempeñan “un papel esencial en el sistema financiero de la UE, pero tienden a ser menos activos en los mercados de acciones”. Por ello, considera fundamental garantizar que no existan barreras regulatorias indebidas que dificulten el acceso de estos inversores a esta clase de activos. Para lograrlo, utilizará todas las herramientas disponibles para promover un ecosistema de financiación eficiente, adoptando medidas para eliminar dichas barreras. Además, la Comisión destaca que se debe dar mayor énfasis a la utilización eficiente de los fondos públicos de la UE para “reducir el riesgo de las inversiones y, así, fomentar la participación del sector privado”.
Las soluciones propuestas por la Comisión
Para abordar este desafío, la Savings & Investments Union Strategy sostiene que, para que los fondos de venture capital y growth capital prosperen, es fundamental que las normas aplicables a ellos, tanto a nivel de la UE como a nivel nacional, sean flexibles y proporcionales: “El EuVECA (European Venture Capital Funds) fue creado con estos objetivos, pero su adopción por parte de los fondos de capital de riesgo y crecimiento ha sido desigual entre los Estados miembros”. En este sentido, la Comisión revisará y actualizará este reglamento para el segundo trimestre de 2026 con el fin de hacer que esta designación sea “más atractiva, ampliando el ámbito de los activos y estrategias de inversión elegibles”.
También considera que los Estados miembros pueden desempeñar un papel clave en “la creación de un entorno de inversión más dinámico para la financiación mediante acciones”, ya que reformas nacionales pueden desbloquear inversiones privadas y reducir cargas administrativas para las empresas. Además, la Comisión anuncia que trabajará junto con el EIB Group, los bancos de desarrollo nacionales y los inversores privados “para atraer más inversiones privadas, especialmente de inversores institucionales, al segmento de capital de riesgo y crecimiento”.
En lo que respecta al sesgo hacia la deuda, la Comisión intentó abordar esta cuestión mediante su propuesta legislativa Debt-Equity Bias Reduction Act (DEBRA). Sin embargo, esta iniciativa no avanzó en el Consejo, ni los Estados miembros adoptaron iniciativas comparables a nivel nacional. Por ello, la Comisión hace un llamado al Consejo para que avance urgentemente con la propuesta de una Debt-Equity Bias Reduction Act.
En conclusión, serán necesarias medidas políticas tanto a nivel de la UE como nacional para fomentar la inversión en acciones en general, y en venture capital/growth capital en particular. “Estas medidas”, señala la Comisión Europea, “deben incluir esfuerzos para facilitar la salida de las inversiones, garantizar un tratamiento fiscal más equilibrado para la inversión y seguir fortaleciendo los mercados de titulización”.