“Para nosotros las elecciones estadounidenses no son una fuente de alpha sino un factor que hay que abordar desde la gestión del riesgo”, afirma el gestor del JPMorgan Funds - US Select Equity Fund.
“Soft landing; hard landing. Son solo palabras. La realidad de Estados Unidos es que está en buena forma”, sentencia Scott Davis, gestor del JPMorgan Funds - US Select Equity Fund. Su radiografía de la economía nace de las más de 5.000 reuniones que el equipo de analistas especializados de J.P. Morgan AM tiene cada año con los CEO y CFO de las principales compañías. Esa mirada de primera mano es lo que llevó al equipo gestor de este fondo con Rating FundsPeople a mirar a través del ruido de hace unos meses, cuando unos datos débiles del mercado laboral reavivaron los temores de una recesión en Estados Unidos.
La tranquilidad que les transmitían las compañías estadounidenses a lo largo de los últimos años es la misma que reina en la actualidad. Cuando la inflación mundial comenzó a dispararse el temor del mercado era que generase una contracción fuerte de los márgenes empresariales. Ahora sabemos que no fue así. “Las empresas estadounidenses lograron trasladar el impacto de costes más altos a sus precios”, explica Davis.
Y el mensaje que están dando ahora sigue sin ser uno propio de una recesión. “Los directivos con los que hablamos no están hablando ni de despidos masivos ni de frenar su inversión en capex. ¿Por qué lo iban a hacer si siguen teniendo años buenos en su negocio?”, cuenta el gestor. Y si las empresas estadounidenses están fuertes también lo será el consumidor americano.
Impacto de las elecciones estadounidenses en cartera
“Lo único que estoy pensando en hacer en la cartera es estar equilibrado”, sentencia Davis. El gestor es reacio incluso a hablar de los inminentes comicios porque, en su opinión, y lo que respaldan los datos históricos, el resultado de las elecciones tiene poco impacto a largo plazo en el S&P 500. “Para nosotros las elecciones estadounidenses no son una fuente de alpha sino un factor que hay que abordar desde la gestión del riesgo”, añade. Así, el principal foco de Davis y el equipo gestor es asegurarse de que la cartera no está sesgada ni tiene puntos ciegos si el resultado de los comicios es uno u otro.
Por ejemplo, una victoria de Kamala Harris podría ser un motor para el sector de energías verdes, al cual tienen exposición en el fondo, pero a su vez penalizaría a sectores más sensibles a la regulación. Pero es que a su vez el fondo actualmente tiene un peso relevante en la banca, que repuntaría previsiblemente con un nuevo mandato de Donald Trump. “Es estar equilibrados”, insiste.
Así las cosas, Davis lo que realmente está esperando es que pasen las elecciones. “Porque lo que el mercado y las empresas detestan es la incertidumbre. Sobre todo, en elecciones nacionales, donde es también un tema personal para los directivos de las empresas. Cuando se sepa el ganador cada cual digerirá el resultado y luego pasarán página”, prevé.
¿Qué pasa con las valoraciones?
A pesar de ser un gestor fundamental, Davis y su equipo no son ciegos al análisis macroeconómico porque son pistas adicionales sobre el estado de salud de los beneficios empresariales. Así, a pesar de que el S&P 500 cotiza a niveles altos, de 21 veces beneficios, el gestor no siente que hay excesiva complacencia en el mercado. Primero, porque el grueso de esas valoraciones altas se explica por el peso de las Siete Magníficas en el índice. Sin esos siete valores, el per medio es más bien de 18 veces. “El múltiplo puede contraerse en los próximos meses, pero si los beneficios empresariales crecen a 19 veces, como es la previsión, se compensa”, explica.
Y, segundo, que el mercado estadounidense no deja de ser de las regiones que más están concentrando el crecimiento de beneficios. “La diferencia en el múltiplo que algunos inversores creen que están capturando en otros mercados, como la renta variable europea, se explica parcialmente porque no tienen a compañías como Apple o Microsoft”, apunta Davis. Por eso el gestor siente que la renta variable estadounidense sigue teniendo un hueco en las carteras actualmente.