Se abren las apuestas sobre quién sucederá a Bernanke

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Medill DC, Flickr, Creative Commons

Ben Bernanke termina su mandato como presidente de la Reserva Federal estadounidense el 31 de enero de 2014 y se espera que no renueve, lo que ha dado paso en las últimas semanas a intensas especulaciones sobre quién le sucederá en el cargo. Los dos nombres que suenan con más fuerza son Janet Yellen, actual vicepresidenta de la Reserva Federal, y Larry Summers, secretario del Tesoro durante la administración de Bill Clinton y director del Consejo Económico Nacional entre 2009 y 2010.

Aunque parece que Larry Summers es el favorito del presidente Obama, en Nordea vemos más probable que Janet Yellen sustituya a Ben Bernanke cuando finalice su mandato”, afirma Johnny Bo Jakobsen, analista jefe para Estados Unidos de la gestora nórdica, en un reciente informe.

“Los dos candidatos están muy preparados, pero el nombramiento de Yellen supondría una transición más suave en términos de volatilidad de mercado ya que no anticipamos un cambio brusco de la política monetaria. Teniendo en cuenta la postura extremadamente acomodaticia, o ‘dovish’, de Yellen (incluso más que Bernanke, ver gráfico inferior) lo más probable es que mantuviese las actuales medidas de estímulo, lo que resultaría positivo para los bonos y las acciones y negativo para el dólar a corto plazo, pero que podría acabar generando inflación y burbujas a más largo plazo”, apunta Jakobsen.

“Summers, por el contrario, sí parece preocupado por que la actual política de bajos tipos de interés de la Reserva Federal pueda fomentar nuevas burbujas y hace unos meses cuestionó abiertamente los supuestos beneficios de la expansión cuantitativa. Por este motivo, la opinión general es que Summers podría adoptar una postura más restrictiva, o ‘hawkish’, si finalmente se hiciese con la presidencia de la Fed”, explica el experto.

“Yellen, que dirigió durante muchos años la Reserva Federal de San Francisco y llegó a la vicepresidencia de la Fed en 2010, cuenta con una vasta experiencia en cuestiones de política monetaria pero está mucho menos curtida en los embates políticos”, explica Jakobsen, “a diferencia de Summers, que mantiene estrechos vínculos con el presidente Obama y sus asesores económicos y que se mueve como pez en el agua en Washington D.C. Además, como ex secretario del Tesoro, Summers ha demostrado ser capaz de gestionar crisis financieras pero juegan en su contra su papel en la desregulación financiera de los 90, su reputación de arrogante y sus comentarios machistas”.

Aunque Obama podría nominar al nuevo presidente de la Fed en septiembre u octubre, el nombramiento no se confirmará probablemente hasta enero, después de que el candidato se haya sometido al escrutinio del Senado. “De momento, los mercados no parecen muy preocupados por la sucesión de Bernanke pero −advierte Jakobsen− es posible que la incertidumbre sobre quién tomará las riendas de la Fed una vez finalizado su mandato y, sobre todo, cómo se enfrentará al fin de las medidas de expansión cuantitativa, sea fuente de inestabilidad en los mercados en los próximos meses”.

Postura de los miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal, de más acomodaticia (izquierda) a más restrictiva (derecha)