Se acabaron las gangas: ideas bursátiles de Gonzalo Lardiés, Ángel Pérez Carretero y Ricardo Seixas

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Hace dos años, el principal índice bursátil español, el Ibex 35, estaba muy barato. Hoy, sin embargo, sus precios son más justos. “Siempre hay que comprar buenas compañías, pero ahora ha aumentado el riesgo de perder capital. Hay que hacer valoraciones más finas, siendo cautos con las hipótesis de valoración y sin dejarse llevar por los tipos tan bajos que tenemos actualmente”, pone en contexto Ángel Pérez Carretero, gestor sénior de BNP Paribas Wealth Management y uno de los tres ponentes que asistieron a la última mesa redonda sobre Perspectivas Bursátiles y Financieras en el Mercado Español, organizada por Cunef y moderada por Rafael Hurtado, director de Inversiones de Allianz Popular Asset Management.

Hay factores macro que soportan el consumo en España y, por tanto, dan alas a las cotizadas españolas. Una decreciente tasa de paro que podría cerrar el 2017 en niveles del 16% y un PIB con un crecimiento razonable en el año de entre el 2,7% y el 2,8% son los dos principales. La financiación barata del BCE también ayuda, como lo ha hecho durante el último trienio el sector del turismo en nuestro país, creciendo a niveles del 10% o el 11%. “Si bien no es una situación idílica, sí es mejor en comparación con el inicio de la crisis”, defiende Gonzalo Lardiés, gestor del fondo DIP Spanish Equities en A&G Banca Privada, otro de los participantes en la mesa redonda de Cunef.

Traducido este entorno macro en el parqué español, lo cierto es que “cuesta encontrar ideas de inversión tan claras como antes”, afirma Lardiés. “Las gangas de hace año y medio empiezan a desaparecer. Ahora el comportamiento bursátil de las empresas comienza a guiarse por los resultados y el negocio”, señala. De hecho, como recuerda el tercero y último de los ponentes, el consejero delegado de Fidentiis Gestión, Ricardo Seixas, “en el primer trimestre de 2017 hemos visto uno de los mejores trimestres en cuanto a revisión de beneficios al alza de las compañías”.

Sectores atractivos

Con este entorno, a la hora de acudir al mercado a posicionar las carteras, Seixas cree que “todavía hay que buscar compañías cíclicas, pero no ligadas a commodities”, cuyo rally alcista se agotó en buena parte el año pasado. Dentro de este tipo de valores, apunta hacia industriales relacionadas con bienes de equipo o automoción.

En opinión de Lardiés, hay que estar presentes en dinámicas constantes a nivel global como es el crecimiento en España, al que ve con fuerza durante los dos próximos años. Entre los sectores que más podrían beneficiarse de éste, están los hoteles, la publicidad en televisión e, incluso, los bancos. No obstante, algunos de estos sectores afrontan “problemas estructurales”. “El consumo de televisión tiene una caída de forma estructural que se aprecia de forma importante en el público más joven. En cuanto a los bancos, no son tan rentables como antes o no tienen la rentabilidad que tenían en otros ciclos expansivos de la economía”, por lo que, según Lardiés, hay que mirar este tipo de compañías con dinamismo y ligarlas a un periodo puntual de inversión como puede ser el actual. Para el más largo plazo, sin embargo, Pérez Carretero subraya el atractivo que presentan aseguradoras de tamaño medio y con un excelente cuidado del accionista.

¿Bancos sí o bancos no?

De acuerdo a las previsiones de Seixas, “en torno a septiembre de 2018 podría producirse la primera subida de tipos de interés oficiales por parte del BCE, la cual debería venir precedida de un aumento de la inflación”. Pero, ¿a pesar de que suban los tipos, los bancos son una inversión interesante hoy por hoy?

Los expertos creen que, como sector, los bancos son atractivos para jugar de forma temporal. "A corto plazo, los bancos todavía pueden beneficiarse de las expectativas de subidas de tipos, aunque a largo plazo podrían sufrir por sus niveles de apalancamiento. Creo que sus expectativas actuales son elevadas, se está jugando en parte el reflation trade", considera Pérez Carretero. A futuro, prevé, sus beneficios podrían elevarse por liberación de provisiones. Por otra parte, cuando suban los tipos oficiales, podrían tener algo de presión en sus cuentas de resultados por la pérdida de valor de su cartera de deuda pública, aunque en los meses sucesivos empezarían a mejorar al beneficiarse de la subida de tipos.