Sector tecnológico: sin miedo ante el regreso del value

FundsPeople.

En los últimos meses los inversores han dado la espalda al sector tecnológico a favor de posiciones más cíclicas. Pese a las caída varios gestores, en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por DNB AM, coinciden en destacar que se sienten cómodos con las actuales valoraciones. De hecho, todavía queda un poco más de corrección. ¿Sinónimo de oportunidad?

Un sector transversal al resto

“La tecnología es un concepto muy amplio. Abarca muchos sectores”. Este es el punto de partida de Celso Otero, gestor de fondos de Renta 4 Gestora, para iniciar la aproximación a este concepto desde el punto de vista de la inversión. Y tiene razón. Pensemos, por ejemplo, en una empresa como Nike, que tiene en el comercio electrónico un aliado inestimable para el impulso de sus ventas. No solo Nike. “Año a año los diferentes sectores van a ir introduciendo cada vez más el elemento tecnológico. Veremos como con ello mejorarán los márgenes y las ventas de forma sostenible”.

A su juicio, es un proceso que se asemeja mucho a la Revolución Industrial. La tecnología es una pieza clave en muchos sectores. Y, a su vez, dentro de ella encontramos una gran variedad de subsectores. Entre ellos, el comercio electrónico mencionado anteriormente, la nube, el software, hardware, pagos. “Es un sector extremadamente extenso y que tiene un crecimiento superior al resto”.

¿Qué no es tecnología?

Quizá dadas las circunstancias la pregunta no sea qué es la tecnología sino qué no lo es. “Es muy difícil intentar determinar algún sector o alguna actividad en la que la tecnología no esté presente de una u otra forma”, coincide Marcos Aza, senior investment manager del Departamento de Inversiones Cuantitativas de Santander AM España.

Explica que en cualquier empresa de cualquier sector hay elementos de automatización de procesos, de inteligencia artificial o de comercio electrónico, todos ellos piezas de un engranaje con los que se pretende hacer el negocio más eficiente. Este gran alcance de la tecnología “complica la inversión en este sector”.

Las apuestas en un contexto de crecimiento

En esa inversión se centra María Jesús Martínez Pardell, gestora sénior de CaixaBank AM, que añade que en el momento actual de recuperación es importante tener en cuenta los jugadores iniciales de ciclo. “Y aquí destacaría las compañías fuertes en publicidad digital, como Facebook, Google o Alphabet”. Las considera atractivas incluso en un entorno como el actual en el que “podemos ver algo de positivización en las curvas de tipos de interés que puede afectar a sus valoraciones”.

También considera interesantes compañías con exposición al consumo. Desde el punto de vista de la tecnología, “la baza más importante a jugar es el consumo online”. En este ámbito entrarían empresas como Amazon o Alibaba.

Hace hincapié un tercer elemento, los cambios que todas las compañías están llevando a cabo a nivel productivo para avanzar en la digitalización con el objetivo de acercarse a los clientes, tanto a nivel producto como de servicio, a raíz de la disrupción provocada por el COVID-19. Y aquí la apuesta son las compañías de software, como Microsoft. Por último, destaca las empresas industriales que, según explica, “tienen que aprovechar la baza de la reducción de costes y ser más eficientes en sus cadenas productivas, añadiendo valor a la demanda, unos hábitos que están cambiando”.

La importancia de definir el universo

Siguiendo esa misma línea, Mikko Ripatti, responsable de Ventas para España y Portugal de DNB AM, considera que “lo importante es saber definir el universo y los sectores que engloba tu estrategia de tecnología”. Explica que, en el caso de su gestora, la solución que tienen a disposición de los inversores (DNB Fund Technology) incluye tecnología, medios y comunicaciones.

Dejan fuera el sector de salud, aunque tiene un elevado componente tecnológico, porque el equipo de gestión considera que no lo conoce suficientemente bien. Comenta que hay empresas que están en el límite. “Por ejemplo, compañías que podrían formar parte de nuestra estrategia de tecnología y también de la de energías renovables”.

Mucho donde elegir: más defensivo o más ofensivo

Jaime de León, gestor de renta variable de Mutuactivos, pone sobre la mesa varios datos: el 40% del S&P 500 son compañías de tecnología o relacionadas con ella. Las cinco grandes (Apple, Google, Facebook, Amazon y Microsoft) pesan ya el 25% del índice y acaparan el 20% de sus beneficios. “Por lo tanto, el que quiere invertir en EE.UU. invierte en tecnología, y viceversa”.

Le llama la atención la cantidad de subsectores que forman parte de esta temática. “Te puedes poner más defensivo o más ofensivo en la gestión de un portfolio simplemente con los sectores de la tecnología”. Por ejemplo, ahora que está de moda el value, se puede apostar por compañías old legacy, como Oracle o IBM, que están muy baratas por valoración. O nos podemos ir al otro extremo del value cuando la apuesta es por el crecimiento. “Cada subsector se mueve con unos factores y tiene unos clientes diferentes. Dentro de la tecnología hay un minimercado en el que puedes acertar y hacerlo mejor que el mercado simplemente eligiendo los sectores que lo van a hacer bien este año”.

Rotación hacia sectores cíclicos

Una vez planteado el tema es el momento de profundizar en las valoraciones, las actuales y, sobre todo, las futuras, ahora que nos encontramos en un periodo de recuperación económica y un endurecimiento monetario, lo que suele perjudicar al sector. De hecho, en los últimos meses su comportamiento está siendo más negativo que el del resto de sectores.

A Jaime de León (Mutuactivos) no le importa. “Estoy mas cómodo que nunca con la valoraciones porque los beneficios han sido espectaculares. Con la corrección estamos comprando el mercado más barato que a principio de año”. Sí reconoce que se preocuparía si la inflación se dispara y los tipos de interés suben.

Pese a lo atractivo que, a su juicio, sigue siendo este sector, entiende perfectamente la rotación que están haciendo los inversores hacia ámbitos más cíclicos: “Tras 13 años de crecimiento en la tecnología, ahora hay otros sectores atractivos gracias a la reapertura de las economías”. Se espera un avance del PIB del 6% a nivel global, del 8% en EE.UU. y del 6% en Europa. En este contexto, “¿por qué voy a pagar una prima tan elevada por la tecnología como la que pagaba cuando nada crecía si ahora hay por delante un par de años en los que el resto de sectores van a crecer?

Atentos a la reestructuración fiscal

María Jesús Martínez Pardell (CaixaBank AM) está de acuerdo, “sobre todo porque la situación actual de tipos de interés nos está dando soporte incluso para el sector tecnológico”. Explica que, con la pandemia, muchas empresas de las de mayor capitalización, como Microsoft o Apple, dejaron de anunciar proyecciones a futuro porque había por delante una gran incertidumbre a nivel global. Ahora ya se ve algo de luz al final del túnel y con la reapertura de las economías “las compañías se están animando poco a poco a hacer outlook y previsiones a futuro algo más alentadores, pero todavía con cautela en la mayoría de los casos”.

En las últimas presentaciones de resultados, según explica, se ha observado esta prudencia a la hora de hacer las estimaciones con descuento de flujo de caja o cualquier otro método de valoración. Considera que en el sector tecnológico siempre hay que estar, fundamentalmente por la solidez de las compañías del top line, “empresas con mucha caja, sin apalancamiento, con fuentes de crecimiento de doble dígito, y con margen para mejorar los beneficios y los márgenes operativos”. Coincide en destacar que un elemento de riesgo es la inflación. Y uno más: la reestructuración fiscal, la tasa impositiva que quiere imponer la Administración Biden a las grandes compañías para financiar sus proyectos expansivos fiscales. “Habrá que ver finalmente cómo queda esta tasa”.

Freno a las subidas sin control

Marcos Aza (Santander AM) añade que es muy difícil hacer una valoración cuando se tiene una inyección de liquidez constante por parte de los bancos centrales. Y considera que el movimiento que se ha producido hacia el value y la subida de tires es algo sano porque ha hecho limpieza. “Ha habido momentos en los que se han producido en el sector tecnológico subidas sin control”. Ahora está todo más racionalizado.

Como el resto de ponentes también coincide en que “si los tipos de interés se van al 4% estas empresas se van a ver perjudicadas”. Pero considera que “el repunte de la inflación y los tipos es algo coyuntural y no estructural”. Y añade que al sector le queda un poco más de corrección. “Todavía no hemos visto el mínimo, y cuando llegue ese momento sí será una buena oportunidad de compra de cara a afrontar el último cuatrimestre del año”.

Todos los segmentos van a crecer

“Estamos en el minuto cinco de partido, nos queda muchísimo crecimiento de cara al largo plazo”, sintetiza Celso Otero (Renta 4 Gestora). Considera que con la vista puesta en ese largo plazo todos los segmentos del sector tecnológico van a seguir creciendo, por lo que tampoco le preocupa las valoraciones actuales. En el caso de los subsectores más maduros, como puede ser el de sistema de pagos, encontramos compañías como Visa, Mastercard, “que tienen mucho recorrido por delante”. “Con su tamaño y su historia están avanzando a tasas del 8%-9% de forma sostenible”, añade.

También destaca a las grandes empresas de negocios como el de la nube, que están creciendo al 50%: “Se aprovechan no solo de las creación de nuevas empresas, todas ellas pagando a compañías por los servicios en la nube, sino por la migración que están llevando a cabo empresas consolidadas”.

Los ganadores de 2021, ¿los mismos que los de 2020?

La pandemia ha sido un poderoso cóctel que ha encumbrado al sector tecnológico. “La gente ha tenido tiempo, dinero y conexión online, lo que ha beneficiado mucho a ciertas empresas y sectores, como Netflix, Tesla, juegos online o las firmas de big tech”. Pero, ¿los ganadores de 2021 serán los mismos que los de 2020? Mikko Ripatti (DNB AM) cree que no, que serán algo diferentes.

Considera, por ejemplo, que a corto plazo vamos a ver mayor inflación y, por tanto, unos tipos de interés algo más altos, “lo que ya está teniendo repercusión en ciertas empresas de tecnología cuya valoración depende mucho de flujos de caja a futuro”. Coincide, no obstante, en que este sector es un ganador a largo plazo, aunque este año los retornos que ofrezca no vayan a ser tan boyantes como los del anterior. “Es la fuente de innovación y de aumento de la productividad. Las nuevas tecnologías, en la mayoría de los casos, son la ventaja competitiva de las empresas”.