Elecciones EE.UU.: los sectores que Hillary Clinton y Donald Trump han puesto en el punto de mira

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La relación entre las elecciones presidenciales y la bolsa estadounidense está captando de nuevo la atención de los inversores a medida que se va animando la carrera hacia la Casa Blanca. Cabe esperar que la retórica de los candidatos y la incertidumbre de la campaña creen volatilidad a corto plazo. En esta fase tan temprana, resulta complicado aventurar qué sectores y empresas van a beneficiarse de las políticas de cada candidato. Es probable que la visión sea más clara cuando comience la campaña. Lo que sí sabemos es que, después de los resultados de las primarias de los últimos días, Hillary Clinton y Donald Trump han consolidado sus posiciones como líderes del Partido Demócrata y del Partido Republicano, respectivamente. En sus discursos ya se han tocado algunos temas que afectan de lleno a algunos sectores. Fidelity ha elaborado un informe en el  que recopila cuáles serán, probablemente, los sectores más importantes.

Los precios de los medicamentos

Las farmacéuticas y biotecnológicas han sufrido presiones en sus cotizaciones tras los comentarios que realizó Hillary Clinton el pasado otoño, y ese hecho podría seguir lastrando su evolución, pero al mismo tiempo podría generar unos puntos de entrada interesantes. Los republicanos controlan el Senado y probablemente acojan, cuando menos con tibieza, una propuesta legislativa para reducir los precios de los medicamentos. Esta reticencia a apoyar las reformas sanitarias quedó demostrada en su oposición al “Obamacare” que, en última instancia, se tradujo en una versión bastante diluida de las propuestas iniciales.

En cuanto a Trump, como muchas de sus políticas, los mensajes en materia de atención sanitaria son un tanto incoherentes. Ha hablado de la necesidad de negociar los precios de los medicamentos durante la campaña, pero esta idea no figuró posteriormente en su ‘Plan de Siete Puntos’. “Es un republicano convencido y eso significa que es improbable que acometa reformas importantes del sector sanitario. Posiblemente, el resultado más probable a consecuencia de esta mala publicidad durante la campaña es que la industria sanitaria regule ella misma los precios de los medicamentos de forma más sensata”, afirman desde la gestora.

El gasto militar de EE.UU.

Los presupuestos de defensa probablemente sean también objeto de debate, pero es poco probable que se produzcan recortes significativos en un contexto mundial marcado por las inquietudes en torno a la seguridad. Por ejemplo, EE.UU. ya ha elaborado planes para multiplicar por cuatro el presupuesto para defensa europea en 2017 a la vista de la agresión rusa. En total, el Pentágono aspira a un presupuesto de 582.700 millones de dólares en 2017, frente a los 585.000 millones de este año. En lugar de anunciar otra ronda de recortes de los presupuestos de defensa, los dos candidatos parecen estar más centrados en mejorar la transparencia y la eficiencia del ejército estadounidense.

La reforma de la normativa de servicios financieros

Han pasado más de siete años desde el punto álgido de la crisis financiera, pero los bancos están teniendo dificultades para recuperar su reputación a los ojos de la opinión pública estadounidense. Esto les ha convertido en un “malo de película” muy aludido durante el periodo de campaña. La mayor parte de los candidatos ha propuesto una legislación más estricta y el demócrata Bernie Sanders ha reclamado incluso una ley al modo de la ‘Glass Steagall Act’ que separe la banca de inversión de la banca minorista. Estas reformas extremas tal vez tengan pocas probabilidades de ver la luz a la vista de las normas aprobadas durante el mandato de Obama, sobre todo teniendo en cuenta la manifiesta mejoría de los balances de los bancos estadounidenses.

Por el contrario, ha habido bastante ruido durante la campaña en torno a la subida del salario mínimo. En EE.UU. el salario mínimo federal no ha aumentado desde 2009 y un incremento podría provocar una aceleración del crecimiento salarial, lo que obligaría a la Reserva Federal a subir los tipos de interés más rápido. Históricamente, las subidas de los tipos de interés han sido un apoyo para el crecimiento de los beneficios de los bancos y las aseguradoras.