¿Seguirá sirviendo el oro como cobertura frente a la inflación?

Oro
Lucas Benjamin, Unsplash

Con una tasa de inflación superando niveles del 5% tanto en EE.UU. como en Europa, sorprende ver tan pocas noticias sobre la evolución del oro en este contexto. Máxime si se tiene en cuenta que el metal amarillo ha sido históricamente el gran protector de la cartera cuando sube la cesta de la compra.

Desde la gestora Invesco se han eco de un informe publicado por el Consejo Mundial del Oro que así lo corrobora. Tras analizar la relación que ha tenido el oro con la inflación en los últimos cincuenta años, concluye que el oro se ha revalorizado un 15% anual de media cuando la inflación ha sido superior al 3% y un 6% anual de media cuando el IPC ha sido inferior a ese 3%. Sin embargo, estos datos sorprenden si se tiene en cuenta que en lo que va de año el metal pierde un 6% pese a la abrupta alza vista en la inflación. Y no es la primera vez que esto sucede.

Según destacan en la gestora, tras décadas de correlación positiva entre inflación y oro, esta correlación tan intensa se rompe durante la burbuja de las puntocom del 2000 y se ha mantenido hasta hoy debido a las diferentes acciones que han llevado los bancos centrales para salir al paso de la economía con esas medidas excepcionales que no han hecho sino aumentar la masa monetaria, al tiempo que desaparecían las tensiones inflacionistas que, solo ahora, han vuelto a resurgir. Aún así, desde Invesco se muestran convencidos de que el oro sigue siendo una buena cobertura, sobre todo si regresa la incertidumbre al mercado y con ella la volatilidad ya que así ha sido históricamente.

Cae la demanda y el precio

De momento, ese roto en la cobertura como activo que protege frente a la inflación unido al buen comportamiento de los activos de riesgo, al menos hasta ahora, es lo que está detrás del mal comportamiento que está teniendo el metal y que está impactando a su vez en la demanda. Laure Peyranne, responsable de ETF en Iberia, US offshore e Israel de Invesco, ha resumido algunas de esas variables en el informe sobre el merado de oro que publica trimestralmente la gestora.

Según sus datos, hasta octubre el oro perdía un 7% anual, la peor cifra desde el año 2015. De hecho, si se mantiene su tendencia bajista, el oro despediría 2021 como el séptimo año de los últimos 22 años con cifras negativas. Eso a pesar de que de media en los últimos veinte años se ha anotado alzas del 10% anuales.

Estas malas cifras se han visto acompañadas por una caída de la demanda – solo en el tercer trimestre se ha contraído un 1,5% en comparación con la cifra del segundo trimestre- debido sobre todo al fuerte retroceso que ha experimentado la demanda de oro para joyería, a raíz de la desaceleración económica que se ha visto en dos grandes compradores como son China e India.

También se ha notado una fuerte caída en la demanda de oro por parte de los ETF. Solo en el tercer trimestre ha retrocedido en un 1,6 millones de onzas y se han visto flujos negativos en casi todas las regiones, con la excepción de Asia.

Todo lo contrario ha sucedido con la demanda por parte de los bancos centrales que con sus compras (69 toneladas más en el tercer trimestre y aumento del 54% interanual) parecen estar mostrando precisamente su confianza en el oro como activo de protección contra la inflación.